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Nuevo Curso

CEBOLLITA Y HUEVO

NUEVO CURSO

      Detrás de los bombos, la liturgia, el estadio lleno , las luces y las escenas, el acuerdo social con los trabajadores de furgón de cola, es la única línea de acción que propone por sus más meritorios operadores políticos  un sector de la burguesía  bajo el paragua peronista y la pretendida solvencia intelectual de la progresía.

       El Gran Acuerdo Nacional, fue la táctica sugerida en relación a otra estructura productiva, otro tiempo  de la lucha de clases y otro momento muy diverso del desenvolvimiento del capital. Su fracaso fue tan contundente que de conjunto la clase dominante apeló lisa y llanamente al terrorismo de Estado. Lo reconoce la propia vice-presidenta con el diario del lunes, afirmando vaya a saber con qué fundamento, que a Perón lo trajeron demasiado tarde. Si lo trajeron , alguien lo trajo. ¿ quién es ese alguien sino la burguesía amenazada por las masas de trabajadores en lucha? ¿Por qué era tarde, que amenazaba que no fueran los propios trabajadores en lucha por su lugar de centralidad en la sociedad y la construcción de organismos políticos de masas en miras al poder obrero?

           Muchas confesiones de parte que relevan de prueba. Sin embargo la continuidad de la historia de la lucha de clases, volvió a exhibir como receta “salvadora”, bajo el paraguas del 3er movimiento histórico ,la táctica del acuerdo social , siendo éste el eje en torno al cual se hizo efectiva la claudicación y el fracaso Alfonsinista, y con él la muerte de ese centenario partido bajo la pantalla del republicanismo-

      De la mano del “acuerdo social” el discurso de comité, cedió frente a la hiperinflación, los saqueos en las grandes urbes y otras turbulencias , trayendo de su mano la emergencia de un sector burgués amparado bajo el pretendido populismo menemista y su “revolución productiva, acompañado de la enunciación machaconamente reiterada de la llamada teoría del derrame, según la cual primero debe haber producción , luego repartición de sus frutos para todos.

      La revolución productiva se fue dejando una sociedad  al borde de su liquidación , próxima a su precipicio a la que el FREPASO , terminó de darle el empujón final, ubicándola en los extremos de la mera sobrevivencia, todo esto con un baño de sangre y masacre social de por medio .

             Luego son dos décadas con oscilaciones  entre planes, ayuda social , limosna, subsidios a la burguesía de conjunto, devaluaciones seriales e inflación a granel, factores todos que se han presentado a pesar de la pretendida “felicidad” en la que habríamos habitado durante algunos años de la primer década del siglo XXI. Todo esto para terminar diciendo con esquema teatral escénico, buscando mediante la tragedia la perduración del mito, que “ojo que la cosa está jodida” , de esto solo se sale entre todos. Nuevamente sin indicar quienes entran en ese todos, y cual es el aporte que cada clase debe hacer en ese convite.

             Leyendo la historia, desde una improvisada balsa en naufragio , de la que Alberto Fernandez otrora amparado , ahora es tirado al mar con tiburones , sin las gracias “por los servicios prestados”, la “solución no es otra  que “el retorno del acuerdo social” solamente que conocedores de sus efectos perniciosos para explotados y oprimidos, esta vuelta viene directamente con la adición de Gendarmería a granel .

            Los entusiastas mentores de las “políticas de derechos subjetivos”, “estrategias inclusivas de base idiomática”, reformismo parlamentarista y maniobras oportunistas de diverso tenor, recostados en la cooperativa electoral FIT-U , siguen esperando al peronismo de izquierda desencantado, como quien  en una esquina de cualquier ciudad,  aguarda el paso una línea de colectivos de transporte urbano que no circula , ni circulara nunca jamás.

           Tanto amenazar sobre el fantasma de la derecha fascista, ocurre finalmente que el cartero es otro. Su mensaje es más explotación  e incremento de la represión social descargado sobre trabajadores y demás sectores poblaciones  excluidos de la producción. Lo notificado es claramente la reformulación económica e institucional de la relación capital-trabajo con degradación fáctica del salario y su poder de compra, para permitir “entre todos” con acuerdo social mediante la reproducción social del capital, cueste lo que cueste.

      Ante la magnitud de este embate burgués sobre la clase trabajadora solo parece que la poesía puede arrojar luz sobre lo necesario :

Aguanteme hasta el verano

dijo un viejito cuyano

y en agosto se murió.

Nosotros estamos vivos

después de haber compartido

el olvido y la traición.

Permiso dijo un petiso,

cuidao lo olvidadizos

no se vayan a olvidar

que una cosa es ser humano

y otra es ser marrano

pa’ no recordar.

Vamos a empezar de nuevo,

cebollita y huevo, pan y libertad

que paguen los fracasados

y los humillados que no paguen más.

La gente andaba en lo suyo,

la liebre comiendo yuyos

y la abeja en el panal

cuando llegaron los chanchos

y armaron un zafarrancho

que nadie puede arreglar.

Igual que el bicho insurgente

llevaron los inocentes

todos al mismo corral

algunos no regresaron

y los que quedaron

¡Pa’ que vi’a contar!

Vamos a empezar de nuevo…

A ver señora vecina

si se mete en la cocina

Y prepara con amor

Un guisito de esperanza

para calmarle la panza

al que siempre trabajó

Tenga los ojos alerta

bien cerquita de la puerta

no se vayan a colar

los que se comieron todo

con las manos sucias de la indignidad,

Vamos a empezar de nuevo

cebollita y huevo, pan y libertad

que paguen los que han robado

y los humillados y los olvidados

y los engañados …

que no paguen más.

Cebollita y Huevo – (Jorge Marziali)