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Nuevo Curso

 FESTEJO MUNDIALISTA. MASIVIDAD QUE ASOMBRA. UN DATO CONTRADICTORIO DEL PRETENDIDO CONSENSO AL ORDEN SOCIAL EXISTENTE.

NUEVO CURSO

Causa gran admiración lo que vivimos y se vivió en Buenos Aires en referencia a la selección campeona mundial de futbol. Sin duda , en fenómeno da material de análisis para os sociólogos y amplia tentación para la opinión en boca de los demás, en particular la de aquellos 1ue tienen la posibilidad de hacerlo a través de un formato que rápida y masivamente las difundan

        Se dice a modo de anécdota que Heráclito se retiró prontamente al templo de Artemisa para jugar dados con niños e interpelado en su proceder por los Efesios que se apersonaron a cuestionarle. Les contestó lo siguiente:

“¿Por qué se sorprenden sinvergüenzas? ¿Acaso no es mejor hacer esto, que cuidar de la ciudad junto a ustedes?

        El choque entre la divulgación profusa de opiniones cuya única base es la apelación dudosa al sentido común, que si bien emerge necesaria en cualquier situación, puede no bastar en ciertas circunstancias y en lo relativo a los comportamientos generados por el evento futbolero internacional la situación transita efectivamente por esa dificultad.

           Al referirnos al sentido común aludimos a ese espacio del pensamiento que se basa en conclusiones elementales extraídas de la experiencia humana. En un medio social estable, resulta suficiente este nivel del pensamiento para el comercio, para cuidar a los enfermos, para votar en el parlamento, Sin embargo cuando la sociedad da signos de salir de sus límites naturales para entrar en el terreno procesos complejos, las generalizaciones a las que se acuda, exigen ser más completas y a la vez revela que ese elemental sentido común sólo es el conglomerado de los prejuicios de una clase

En una época de crisis del capitalismo y ante perturbaciones “catastróficas” como las guerras, el sentido común manejado de manera arbitraria por los difusores mediáticos resulta antagónico con la verdad en tanto, para conocer las conmociones del curso “normal” de las cosas, y se precisan métodos de conocimientos que desarrollen la lógica dialéctica.

       El sentido común procede a base de magnitudes invariables en un mundo en el que lo único invariable es la variabilidad. La dialéctica, en cambio, considera los fenómenos, las instituciones y las normas en su formación, su desarrollo y su decadencia. (L Trotsky. Su moral y la nuestra)

      Siguiendo a Heráclito según la interpretación mayoritaria del texto-anécdota que hemos transcripto, debe darse la necesaria distancia del fenómeno, para que ese espacio de separación con la apariencia ilumine la verdad sobre esas oscuridades es el que marca la tónica de estos días subsiguientes al hecho.

       Hay sí en el plano de las apariencias sensibles un intento de aprovechamiento utilitarista del fenómeno en gran parte para cerrar el aspecto comercial del asunto, vendiendo todo cuanto haya quedado mercantilmente del evento que va desde la liquidación de gorras, camisetas y banderas hasta todo tipo de refrito periodístico.

         Esto da cuenta por sí mismo una compleja acción humana colectiva que denota una degradación del ser en el tener que se inició un primer síntoma a través del fervor por acceder al álbum de figuritas y la apreciación dineraria de éstas fundada en la carencia.

       Luego al calor de los triunfos, se produjo un deslizamiento generalizado del TENER al PARECER. Así es que, entró en juego la camiseta “todos somos capeones”, concretando el proceso de identificación abstracta   en el que nada tiene que ver el dato objetivo, según el cual, CAMPEONES = ÉXITO. Ser campeones, solo es un resultado obtenido por un plantel de futbolistas que bajo las más tremendas presiones, lograron meter la pelota dentro de un arco en mayor cantidad de oportunidades que su rival.

        Por ese fenómeno de degradación del SER al TENER luego deslizado del TENER al PARECER, se concreto en términos visibles lo que todos los días opera de manera intrascendente y sedimentaria en nuestra vida cotidiana conformada en un incesante proceso de alienación, que nos priva de la condición de sujetos.

        Sin embargo, como los sujetos traducen su experiencia  en nuevas prácticas e ideas, el caso es que la masividad de la acción de festejo asombró y sorprendió a los operadores políticos del poder , porque si bien exhibía el  producto alienado conforme a lo deseado , a la vez daba información sobre lo que significa lo masivo de la situación en sí, es decir, la prevalencia en el caso de la cantidad sobre todo otro elemento y en particular sobre todo posible discurso, en tanto esa misma multitud le quitó por definición toda posibilidad  a un discurso unificado de carácter dominante y opresivo, superador del conflicto de clase , como era el predispuesto para la ocasión

        Esa carencia de “relato superador del orden capitalista de clases”, se vio obstruido por el factor cantidad. Ese dato objetivo, a su vez, le deja ver a la clase trabajadora un elemento desdeñado por los reformistas parlamentaristas, según el cual las masas se expresan con mayor contundencia y fuerza social confrontando, en las calles que dando consenso a alguna variante política del poder mediante el sufragio.

            En el caso concreto, fue el deseo de la multitud de estar próxima a los jugadores, el que hizo que las fuerzas represivas camufladas de fuerzas de seguridad tuvieran que retirarse del lugar, obligando a otros dispositivos de control.

         No es casual que el dato resulte soslayado y solo abordado desde la crítica respecto de “lo que pudiera haber pasado”, abriendo al juego de distracción implicado en la disputa Inter burguesa por definir quién es mejor para velar por los intereses del capital y su clase dominante.

           La verdad que pueda conseguirse del análisis del fenómeno coyuntural relativo a los festejos mundialistas, viene de la mano del dato cuantitativo que permite constatar que la masividad no admite reparos y reduce las posibilidades represivas. Esa premisa debe ser sometida al escrutinio del pensamiento dando a luz, por la acción consciente de la vanguardia trabajadora militante la visibilidad de cuanto emerge en nuestra existencia individual y colectiva producto de la alienación y enajenación a la que somos sometidos, siendo requirente y apremiante su superación revolucionaria por vía del poder obrero y el desarrollo transicional del programa socialista