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Nuevo Curso

INCIDENCIA DE LA FACTURA EN EL FEMINISMO SIN CLASES. La lucha socialista en cada espacio existencial.     

NUEVO CURSO

   Muchas veces en la vida, aparece la sorpresa. Los efectos de su emergencia pueden ser de infinita variedad, por lo que no pueden sacarse conclusiones precisas, pero si hay una certeza, nada es igual a como era antes de su presencia súbita.

 También es cierto que lo sorprendente puede operar en todos los espacios de la existencia humana en tanto se podría decir que atañe a la condición misma del hombre

Desde tiempo atrás se ha reconocido que el ser humano, es el único ser vivo capaz de generar trabajo y con ello agregar valor a lo ya existente en la naturaleza. También tiene acercamiento cierto a la verdad que el nutriente en función del cual las personas se determina en esa actividad productiva que no es otro que el amor, porque nunca un producto del esfuerzo puede ser solamente para quién se esfuerza en su gestión, sino para ser entregado a otro. Casi podría decirse, que nada se haría en esta tierra si no fuera por la presencia del otro que no es uno.

      Todo esto viene a cuento en razón de aquellos que reparando en estas cuestiones nos esclavizan para su mejor provecho. Aquellos que todos los días nos diseñan la agenda de vida, los que nos dominan, Ocurre que este minoritario grupo humano en quienes se concentra la riqueza, se han vistos necesitados de extender la apropiación de valor que hacen de una cantante, que tiempo atrás se ha distanciado de quien antes era su compañero, este último también largamente conocido por su desempeño como futbolista

       Lo cierto es que ahora hay que vender un producto que dice acercarse a lo musical que viene generado por quién ya estaba en caída en las expectativas del consumidor general de esa clase de trabajos de diseño envasado y letras pasatistas. Para eso, no quedó otro remedio que apelar a la contingencia disociada que le toco transitar a la cantora, quien ni lerda ni perezosa acepta cantar algo así como “ahora las mujeres facturan”

          Lamento disentir con la trabajadora colombiana. Ella siempre facturó, y lo peor de todo es que lo hizo con su propia capacidad de trabajo, para otros que, si bien le participaron previo hacerse de la parte del león, la transformaron en un objeto de venta, tal como un perfume, una mesa, una botella de cualquier alcohol, etc.

            De esta manera, lo importante y novedoso del tema es que el mensaje que se difunde es que las mujeres “ahora facturan”- Se sigue de esto que las algunas mujeres terminan diciendo por vía de una cantante mediática que están en el comercio, porque sino de que otro modo se habilitarían a facturar.

          Ahora bien, si aquel a quien se le extiende la factura no es otro que su antiguo compañero, queda por abrir como se hace en toda quiebra, “un período de sospecha” hacia lo pretérito y buscar en lo pasado, cual sería la razón de este ajuste de cuenta y que es lo adeudado.  Sin embargo, sus aspectos son esos, que pertenecen a la esfera privada, por lo que no puede avanzarse en ello, a riesgo de seguir socavando y justificando la muerte anunciada de la intimidad de cualquier persona.

             Mientras la cantante dice que factura, se le suman una caterva de oportunistas de todo pelaje para hacerle coro, sin otro objetivo que la difusión de la incidencia sirva para tener bien arriba a la alicaída artista. No olvidar que la misma ya se había bajado de su participación en el mundial de futbol, cuestionando el certamen, razón por la cual, a la luz de lo sucedido, seis millones de argentinos movilizados tienen alguna “factura “que pasar sobre ese problema.

          Pero esto último es solo anecdótico en miras del interés fundamental de alertar sobre la tendencia preocupante a colocar a la estrella musical en una suerte de lides espiritual de las mujeres en su lucha frente a toda dominación. Creo que por ese lado no va la cosa. Si necesitados estamos de una líder femenina, lo más apropiado sería buscarla entre las trabajadoras que todas las madrugadas fichan en un empleo, y retornan explotadas a su segundo momento opresivo, en las labores de hogar, extremo para el cual el capitalismo no otorga soluciones, y donde no cuenta con mucho apoyo, salvo que escuche mientras se ocupa de esas tareas, a la colombiana diciendo que ella ya facturó,

        Desde el primario dato de la experiencia sensible, nos damos cuenta de la profundidad de un amor cuando se quiebra el lazo afectivo y el desamor se apodera negándolo, y enseñoreando en toda la escena convivencial. Pero allí no esta la sorpresa con la que iniciamos este texto. Ella aparece precisamente porque lo hace sin preaviso para uno de los integrantes de la pareja, pero con absoluto dominio de los hechos por el otro, cualquiera fuera el genero que estuviera en uno u otro extremo de esa específica relación.

            El amor se mercantiliza y deviene en baja calidad por estos tiempos. Es muy frágil y se rompe de nada. En muchos casos dice establecerse en el plano de las apariencias aún cuando en esa génesis se conozca incluso, la fecha de caducidad desde el mismo momento de la generación del vínculo.

 Sin embargo, lo en el caso específico de la cantante, el factor sorpresivo, es la respuesta comercial que se da respecto del quebranto amoroso, y la consagración palmaria de la “factura” – un documento comercial- sobre los sentimientos. Casi se diría que, con este giro de la cuestión, la artista dejo a la luz una buena campaña de los organismos recaudadores de impuestos para evitar la evasión fiscal. Ahora las mujeres facturan.  Es imaginable un aviso publicitario del funcionario de turno, donde se lo vea en tono serio y formal diciendo:” Haga como Shakira, emita factura, todas las mujeres le acompañan”

      Pasará sin duda el tiempo, que todo lo modifica, lo cura o lo sepulta, y ya nadie recordará la anécdota de la contorsionista colombiana. No obstante, ello, nos queda la certeza referida a que somos cada día más manipulables, y cada vez menos seres humanos. Mientras tanto, la miseria crece, la pobreza avanza y las relaciones de producción traban el desarrollo de las fuerzas productivas. Hasta por el simple hecho de emitir facturas, las clases sociales aparecen para denunciar el feminismo abstracto y poner sobre la mesa la genuina lucha de las mujeres doblemente explotadas, incapaces por su dignidad de generar factura alguna y habilitadas por su posicionamiento social y productivo, para generar un salto cualitativo en toda esta debacle capitalista .Una nueva mujer, una nueva sociedad, la redefinición comunitaria, libre de toda opresión del amor es el camino de lucha socialista ..