En gran medida el surgimiento y la lucha diaria por sostener este espacio de opinión a través de esta página se motiva en un aspecto del fenómeno político y las intervenciones de las clases antagónicas que es aquel que establece un paradójico punto de encuentro entre las expresiones políticas de ambas, en torno a la fijación del espacio del combate en el terreno de las normas jurídicas y las formas específicas de la república y su régimen de gobierno democrático.
Sin embargo, frente a la expresión concreta de esa confrontación en Argentina , con los matices específicos que presentó en esta última semana en un proceso abierto que no avizora solución específica, nos vemos en la necesidad de volver sobre el punto para marcar en vísperas de un primero de mayo cómo la opción por la estrategia y prácticas reformistas que desenvuelven los legisladores del FITU , y el conjunto de las organizaciones contenidas en esa cooperativa electoral les lleva a coincidir con la burguesía de conjunto en la necesidad de encolumnar el conflicto por vía de la opción electoral, desandando la generación de alternativas de combate y lucha callejera por la emergencia de las consignas de programa mínimo que padece toda la clase trabajadora .
El problema crítico es asumir que la determinación relativa a la imposibilidad de la revolución social sostenida en base a apreciaciones parciales y derrotistas , lleva consigo, desde el desbaratamiento del FITU como herramienta de desarrollo de la vanguardia obrera y el partido revolucionario por su versión de herramienta exclusiva para vencer los cupos mínimos para participar en las elecciones la necesidad de hacer transitar toda la actividad política por formatos de imágenes, respuestas en programas televisivos , soportes virtuales en el horizonte electoral y la conservación de posiciones ganadas en ese escenario. De esa forma se disfrazó con el soporte ideológico -en sentido de falsa conciencia- de las llamadas guerras de posiciones y otros esquemas gramscianos el perfil de organizaciones que solo se quedaron con emblemas e íconos para dar cuenta de una presunta tradición marxista que no respetan, ni reconocen en modo alguno.
Con todo este andar de la mano con la burguesía, se ha desandado la tarea central de construcción de un partido de clase y la visión específica de esa estructura como herramienta de la clase trabajadora para consolidar su autonomía política y penetrar por agitación y propaganda el programa socialista en la clase en sí. La crisis mundial del capitalismo destruye la posibilidad concreta y real de todos los proyectos «reformistas» porque el capitalismo hoy no da ningún espacio, ni habilita posibilidades para desarrollar reformas ni mejoras de ningún tipo dentro de su seno, sino que se orienta en sentido inverso a conseguir consenso electoral para la determinación política de posibilitar un nuevo giro de acumulación y concentración de riqueza sobre la base de la apropiación de plusvalor extraído por diversos mecanismos de la clase trabajadora . Estamos en presencia de un ataque brutal sobre las condiciones de vida de millones, queliquida toda ilusión parlamentaria, reformista o sindical, como mecanismo para reformular la ingente pobreza y miseria que se vive en nuestra sociedad por el conjunto de los sectores explotados.
La estrategia reformista deja muestras de su fracaso y caducidad. Es necesario advertir que los 1 de mayo no son para sacarle la tierra acumulada a las banderas de la Cuarta Internacional y repetir cual, si fuera una misa laica las invocaciones a un socialismo que vendrá allá a lo lejos, pero que no se lo construye en el hoy, en la medida en que no se activa por el poder obrero, la autonomía política de la clase obrera y la instalación del programa socialista. No hay cómo “derrotar a la burguesía, sus planes de empobrecimiento generalizado para lograr la reproducción capitalista, votando. El camino es diverso al recorrido. Corresponde barajar y dar de nuevo.
NUEVO CURSO