NUEVO CURSO
El gremio de la docencia pública, Amsafe Provincial, prepara una jornada de protesta -pero sin paro- para el martes 13 de junio, debido a la ola de violencia que tiene como blanco a los establecimientos educativos de la ciudad de Rosario. No obstante, la Seccional Amsafe Rosario sí llevará a cabo una medida de fuerza y movilización ese día, tal y como lo hicieron este miércoles. A la huelga se sumará el Sadop Rosario, del magisterio privado.
En referencia con ese acontecimiento, hemos tomado conocimiento, por su publicidad en un grupo de una red social del texto que sigue. Por su alcance, lo difundimos y hacemos sobre el mismo, las apreciaciones que nos parecen necesarias según el mismo texto lo proponen:
ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA INSEGURIDAD, LA POBREZA, EL NARCOTRÁFICO, LA REPRESIÓN Y EL SISTEMA CAPITALISTA
1) El próximo martes 13 de junio se producirá una manifestación multitudinaria
2) .. Ganar las calles es lo mínimo que debemos hacer, pero… ¿será suficiente para parar la oleada de terror que ataca a las escuelas, centros de salud, negocios, y población en general?
3) Es obvio que el crecimiento y la diversidad del «delito» tiene su raíz causal en la pobreza que abarca a más del 50% de la población. Esta miseria CONTRASTA con el incremento de la riqueza de unos pocos, cuya «legalidad» es imposible de determinar. ¿cuál es la frontera entre la acumulación capitalista legal y la ilegal?
4) Abordar toda esta cuestión desde lo «moral» o lo «jurídico» lleva a la impotencia, dado que el mismo sistema que produce las leyes las viola todos los días, o las acomoda en beneficio de los dueños de la riqueza: la burguesía, sus representantes, sus partidos. ¡BASTA VER LO QUE SALE DE LOS PUERTOS DEL GRAN ROSARIO PARA COMPROBARLO!
3) El narcotráfico y su dinámica de construcción es inconcebible sin ser parte de esa burguesía, y como tal, sin explotar a un ejército de soldaditos, perejiles y distribuidores.
LA ILEGALIDAD DEL NEGOCIO ES UNA DE LAS RAZONES DEL POR QUÉ ES TAN BUEN NEGOCIO. ¡Pero también lo es el de las drogas «legales»! ¿O acaso el alcoholismo y la adicción a los psicofármacos no están naturalizados en el mercado legal? El consumismo adictivo forma parte de la mercantilización de todo, y mata cualquier posibilidad de construcción de una sociedad mejor, más justa y solidaria. La salud pública es, literal y esencialmente, contrapuesta a la economía de mercado.
4) Esta estructura económica (en la que el «dinero sucio» se lava todos los días) explica que la superestructura policial, judicial y política esté penetrada hasta la médula. No sólo por los anarcocapitalistas, sino por los empresarios legales, que según su peso y poder, influyen decisivamente en el aparato del Estado. De última, es lógico. Es SU ESTADO. Lejos de estar «AUSENTE», está bien presente cuando se trata de asegurar la privatización de una porción del Parque Independencia en beneficio de McDonald’s, o de ahogar financieramente a la Biblioteca Popular Constancio Vigila, amenazando con liquidar las propias escuelas de esa zona.
5) Es por esta razón básica que los «reclamos» por «seguridad», porque «nos cuiden», caen en saco roto, colocando a la población en estado de impotencia. Cada uno se defiende como puede, o crea lazos solidarios con sus vecinos. NADIE CONFÍA EN LA POLICÍA, y el mito de las fuerzas federales, ya se ha caído por el peso de la realidad, y de que es evidente que son tan corruptibles como cualquier institución de este Estado corrupto.
6) Vamos a protagonizar una imponente movilización en el medio de la danza de candidatos que se ofertan en el mercado electoral. Como nunca, la FORMA de las campañas es coherente con su CONTENIDO. Las imágenes y los slogans vulgares se corresponden con el VACÍO de ideas. Las coaliciones burguesas dominantes que gobiernan (la nación, la provincia, o el municipio de Rosario) rivalizan con Milei en cómo construir más y mejor capitalismo. HAY QUE RECHAZAR Y REPUDIAR CLARAMENTE A QUIENES DEFIENDEN ESTE SISTEMA Y ESTE RÉGIMEN POLÍTICO. Hoy y aquí no existen los «MENOS MALOS». Hoy y aquí son TODOS MALOS. Votar por alguna fracción de la fragmentada izquierda electoralista, o votar en blanco, o no votar, tiene sentido, tan sólo como opción táctica ante el hecho consumado de que, al menos, no votemos por ninguno de nuestros verdugos. Pero nada podemos esperar del juego de cartas marcadas que será este proceso electoral. Nada podemos esperar de este régimen político.
7) ¿Qué hacer, entonces? Construir desde abajo nuestra propia alternativa de poder. Los pequeños embriones auténticamente democráticos que están forjando las luchas de resistencia, deben crecer, retomando las mejores experiencias de nuestra propia historia, recreando las mismas a los tiempos actuales, teniendo claro que, «combatir al capital», sólo es real si SE LO EXPROPIA, si se construye el SOCIALISMO, si avanzamos colectivamente hacia una verdadera REVOLUCIÓN.
11-6-23 Fernando Armas
PASAN LOS AÑOS Y EL MÉTODO PERDURA EN SU INSISTENCIA EN EL ERROR.
El texto que lleva la firma de Fernando Armas justifica esa circunstancia en base a la premura que le genera la inmediata realización en Rosario que juzga puede ser multitudinaria, esto lo infiere de la suma entre caudal docente, desde un reclamo que no deja de ser sindical, en tanto se circunscribe desde la faz gremial a la defensa del derecho a un trabajo seguro. A esa demanda sindical puesta en plano de la relación de trabajo, le presagia el firmante la adición de la “comunidad” que le acompañe.
Ahora bien, más allá de la cantidad ¿qué es lo que acompaña la “comunidad”? Más aún ¿Cuál es el común denominador de ese colectivo marchante, que lo ubica en situación de comunidad, es decir de “común unión? Sin duda los acompañantes difícilmente puedan ir en comunidad pues el propio Fernando Armas, apela luego a una serie de explicación en busca de dar sentido a la presencia, que seguramente no es compartida por el resto de “la comunidad”. Luego si hay diversidad en los fundamentos de la presencia, difícil es hablar de factor común. Podría decirse que solo los une el espanto ante la evidencia de hechos consumados en un caso y otros mediáticamente exagerados con propósitos funcionales a una política criminal de ley y orden justificadora de mayor represión y mejor legitimación de la violencia estatal, autorizada por la república burguesa.
El problema se agranda más aún, si se analiza el método que implementa el firmante. Correr tras el hecho, abrumarse exitistamente por una “multitudinaria marcha”, y buscar tener algo que decir para comprar la entrada de admisión a ese “evento”. Ese ese un método adquirido desde prácticas políticas que remontan al inicio de la democracia en la década del 80 que tenía un vértigo tendencial que obligaba a los partidos democratizantes a tener que ocupar los múltiples espacios que proponía la realidad de la lucha de clases, acudiendo a todos ellos con un documento o un volante, que claro está a su fin contenía la receta salvadora.
En estos días volvió a tomar notoriedad la película también de aquellos tiempos, porque en una recreación, los actores y gestores del producto se autocensuraron en relación a una parte del antiguo texto. Sin embargo, la base de esa brillante producción, es la ironía con la que se traza la presencia de un presunto frente para la liberación que nucleaba a jóvenes en judea, que frente al martirio de Cristo solo atinan a sacar un volante y discuten horas sobre su texto sacando y poniendo párrafos o palabras arduamente discutidas para luego terminar en un texto inconexo e inexpresivo. El método entonces; un drama……una reunión—- un volante…. Y todos volvemos a casa. Todos con la conciencia tranquila. A eso se dice militar, termina la marcha y nos vamos a tomar unos mates para charlar o un café en un bar para el que cuenta con medios. Luego nos despedimos, hasta la próxima marcha, el próximo documento, el próximo papelito a repartir. Sin embargo, habrá otro drama social, otro conflicto en la lucha de clases, que dará motivo a esa segunda ronda tan parasitaria como la primera.
Será el día de empezar a cambiar de verdad. De tomar los problemas del sistema capitalista, sus contradicciones, y los efectos de barbarie que genera en su estado crítico en la faz de reproducción social, como cuestiones estructurales que en ningún caso pueden ser abordado desde el espasmo generado por una marcha que le ha sido impuesta a burócratas y dirigentes políticos oportunistas por una realidad a la que siempre prefieren hacerle la vista gorda.
La militancia por condiciones de vida digna, en tanto defensa de esa libertad democrática, porque de eso se trata y nunca de derecho a seguridad o cosa por el estilo, en tanto la seguridad es siempre un efecto y nunca un estado de la vida civil, requiere de militancia consciente en contexto de una estrategia revolucionaria, de construcción de organismos de poder obrero y vigencia del programa socialista orientada a la destrucción de la república burguesa o cualquier otra forma de Estado que gestione con personal político los intereses objetivos generales de la burguesía de conjunto .
Es esa premisa objetiva de lucha por la revolución, por vía de propaganda socialista y agitación, la que hace que el problema de las condiciones humanas dignas de existencia social, sean un aspecto necesario de la acción en todos los tiempos y nunca como resultante de algún hecho en concreto. Las condiciones mediante las cuales las escuelas se han colocado de espaldas a los grupos humanos que habitan en su espacio territorial y el apego a soluciones inmediatas por vía de la presencia de fuerzas de seguridad, es lo que ha establecido distancias que impiden que realmente concurra a la “marcha multitudinaria” una comunidad. La ausencia de lucha por el discurso cotidiano, que haga eje no en la represión , exhibiéndola simplemente como la negación del hecho violento pero no su superación dialéctica , con más la ausencia lisa y llana de toda referencia a la necesidad de construcción de vanguardia, organización política autónoma y organismos de poder obrero, es la que hoy exhibe el raquitismo de la respuesta propuesta por Armas, es decir, volantito, concurrencia a la marcha y luego volvamos a discutir si crecen o no las fuerzas productivas, proponiendo ser parte de una “marabunta” que somete a quienes se les acercan a las más profusas abstracciones conceptuales, que a la hora de la realidad se derriten como el plástico en el sol.
Llama a sorpresa, además, que se haga una pirueta para colocar la convocatoria a la marcha en clave electoral. Pareciera que una herramienta del régimen burgués como lo es la convocatoria a elecciones de representantes, pudiera convertirse en una suerte de dios laico ante el cual deba explicarse todo cuanto se hace, por cuanto lo que se hace se mide en ese proceso en términos de votos. Todo lo cual implica que la lógica de interpretación analítica del fenómeno de conflicto social que genera la marcha se mide en clave de acumulación de poder formal, por recuento de votos.
Más allá de que luego se indique con acierto que es lo que implica un proceso electoral, lo cierto es que el discurso presuroso contenido en un documento hecho a pedido de una marcha, tipo comida rápida, deja ver la deriva del firmante y de quienes le apoyen hacia posiciones centristas de conciliación con el discurso reformista que en materia de política criminal se termina adecuando a la premisa capitalista fundante; LEY Y ORDEN.
En otro momento del texto, puede leerse:
Abordar toda esta cuestión desde lo «moral» o lo «jurídico» lleva a la impotencia, dado que el mismo sistema que produce las leyes las viola todos los días, o las acomoda en beneficio de los dueños de la riqueza: la burguesía, sus representantes, sus partidos.
Hay en esta afirmación un error conceptual. Los fenómenos sociales, conflictivos, admiten una lectura moral y otra jurídica por definición pues son los espacios de la superestructura capitalista los que fijan sus intereses y su reproducción en esos ámbitos ideológicos de aproximación al problema y sus respuestas. De tal forma ese abordaje es funcional y en ningún caso lleva a la impotencia. Para la clase dominante lleva a su prevalencia cultural y su dominación opresiva sobre la clase trabajadora. Son sus mercancías morales y sus formas jurídicas también mercantiles, las que marcan el contenido del pensamiento de las masas y forman el contenido específico del sentido común, que justamente es el que prevalece frente a este conflicto social, y el que precisamente alienta a la “comunidad” a concurrir, si lo hace, a la “marcha multitudinaria”
Por lo demás lo dicho en el documento revela incomprensión del rol que juega la forma jurídica en la reproducción social del orden capitalista, y por ello es que de manera fallida alienta a no intervenir en ese plano cuando a la par deja ver en todo el texto que en gran parte existen situaciones sociales delictivas en la sociedad que lejos de ser sancionadas son amparadas y recibe protección legitimante.
Dicho en otro término, si el fenómeno trasciende tal y como lo describe Armas, por la base se esta afirmando que existe un delito impune, por lo cual le preocupa lo que sale p ir los puertos y quienes se apropian de esas exportaciones. Luego todo eso remite a la idea de DELITO, y si hay delito , hay DERECHO, esto es, forma jurídica, y si media ese formato, como no intervenir en ese plano, para denunciar precisamente esto que estamos apuntando, la condición de herramienta necesaria y funcional de lo jurídico como factor esencial que permite la reproducción del capital, por prevalencia del derecho de propiedad.
Finalmente, el discurso jurídico, centrado en la ley, no es otra cosa que una anticipación de los imperativos categóricos del orden moral del individuo, por lo que la apreciación desde la moral de clase, es pertinente, si bien no decisiva en la materia.
Llama la atención que se hable de la impertinencia del discurso moral y luego se afirme “Esta estructura económica (en la que el «dinero sucio» se lava todos los días) explica que la superestructura policial, judicial y política esté penetrada hasta la médula.”
El adjetivo sucio, sobre el sustantivo “dinero”, no es otra cosa que un juicio moral sobre esa mercancía. La definición de que es sucio o limpio reconoce matriz en un juicio moral sobre la cuestión, de manera que debe apuntarse esa contradicción que hace naufragar el rigor del discurso. Más allá de ello, lo cierto es que el dinero cumple una función de facilitador del cambio de mercancías. No puede ser ni sucio, ni limpio. Es dinero y punto. Sería importante no caer en ese error y superar el mismo acudiendo a una explicación de lo que implica la producción capitalista respecto del trabajador, en plano de explotación, opresión y alienación. Esta última se da de manera sustantiva en este orden social, en la medida en que se convierte en un imperativo para el trabajador para lograr acceder a los medios de su subsistencia y reproducción.
Con esto llegamos a lo sustancial. Si el eje de un documento propagandístico no es la delimitación clara del problema, seguramente se incorporará en plano marginal al torrente profuso de discursos que se hayan de pronunciar en la “multitudinaria marcha”, pero no abrirá ninguna vía de militancia práctica a futuro, como tampoco existió esa militancia concreta en espacio antecedente al fenómeno social que genera este hecho político.
En ese contexto, si no se denuncia que el crimen es funcional a la reproducción del orden capitalista. Que funde sus razones en esa estructura productiva e ideológica, y que por ende su superación no se consigue simplemente negándolo con los argumentos que se puedan pergeñar sino superándolo a través de una nueva negación de lo negado, el esfuerzo será de suma cero. Claro está el esfuerzo no puede concentrarse en una marcha, sino en las tareas específicas de agitación y propaganda que requiere el actual estadio de la lucha de clases.
No obstante, lo dicho, creemos entender que el propio firmante personal del documento ha reflexionado sobre la cuestión que dejamos expuesta, porque no podemos más que coincidir con el cierre del documento, en la medida en que es efectivamente cierto que se hace necesario
“Construir desde abajo nuestra propia alternativa de poder. Los pequeños embriones auténticamente democráticos que están forjando las luchas de resistencia, deben crecer, retomando las mejores experiencias de nuestra propia historia, recreando las mismas a los tiempos actuales, teniendo claro que, «combatir al capital», sólo es real si SE LO EXPROPIA, si se construye el SOCIALISMO, si avanzamos colectivamente hacia una verdadera REVOLUCIÓN”