Una aspecto no destacado de todo el proceso que implica social e institucionalmente la farsa electoral y los mecanismos aledaños de dominación cultural que impone la clase dominante aún cuando el orden social que las posiciona en ese sitio se encuentre en sus estructuras de relaciones productivas en crisis de reproducción, es el inveterado uso de una práctica “contable”, el “balance” que se hace de los acontecimientos que emergen del primer tramo del circo , es decir, lo que rodea y rodeó a las PASO.
En ese hacer transitorio y vacío como las PASO mismas, se anotan todos sin exclusión, cualquiera haya sido su posicionamiento durante el curso de ese momento circense.
En general es una constante que tal como ocurre con cualquier balance en ese país, sea este el del club del barrio, una Pyme o una empresa que tiene posición dominante en los mercados, todos, absolutamente todos terminan por indicar cifras positivas o al menos no negativas, a pesar de que lo real indique que el desenvolvimiento del emprendimiento es deficitario.
También es un efecto de lo primero, que al anotarse todos en la “fructífera actividad”, sean muchas las versiones de un mismo fenómeno y que “el ya lo habíamos previsto” frecuente los textos que culminan con dar cuenta del “balance” y ellos plagan como COVID, las más diversas modalidades de difusión de ese mensaje. En definitiva, prestidigitadores y agoreros se enfilan como fanáticos a la hora de retirar entradas para ver a su equipo favorito.
Paradójicamente en ese “fructífero” hacer llevan la vanguardia, cosa que no hacen en los espacios reales de la vida social, los inveterados “reformistas” y socialistas de los días festivos. Es paradójico porque son ellos precisamente los que deben afrontar la explicación de cifras que los ubican en los márgenes de la democracia indirecta y formal a la que tanto culto le brindan. Tal vez sean ellos los que deban acudir a más de un “contador” para que los números cierren, cuando esta expresión –“cerrar” – en el caso significa no otra cosa que el denodado esfuerzo por contener a su propia tropa militante.
Por fuera de estos comentaristas de lunes, respecto de partidos jugados los domingos, porque no otra cosa significa estos pretendidos y sesudos “balances”, lo cierto, lo que pertenece a esta concreta sociedad de clases es que las estimaciones de diversas fuentes que no pueden ser sospechadas, muestran datos sociales señalando que ya ni siquiera teniendo trabajo, formal o informal, se está a salvo de ser pobre.
La inflación anual proyectada y la suba sostenida en alimentos y bebidas por encima de la media mensual es un golpe letal a los ingresos familiares, que resultan insuficientes a pesar del esfuerzo realizado por el trabajador.
Lo concreto es que a pesar de las ayudas económicas brindadas desde el propio Estado en crisis y con déficit fiscal, la situación deja ver un aumento de la pobreza proyectada , lo que implicaría en términos concretos que habría 500 mil pobres más en este segundo semestre del año con relación a la última medición seria del fenómeno específico y que aproximadamente unas 3000 personas a diario son desplazadas a las filas de la pobreza por las circunstancias económicas devenidas de la reproducción capitalista financiera en nuestra sociedad, cifra que contine a quienes ya revisten en situación de población económicamente sobrante y luchan por la sobrevivencia de las más variadas maneras sin perspectiva de reingresar a la economía formal productiva.
Las patronales, los dueños de los medios de comunicación y sus políticas de formación de relato, hacen su trabajo al respecto en tanto están persuadidos de su operatividad en la medida en que consideran la posibilidad cierta de proponer esa existencia social como viable en la medida en que los salvatajes coyunturales por vía de asistencia social no lleven la relación de lucha de clases hacia estadios donde se ponga en crisis su dominación cultural. Una parte de ese hacer es imponer en la agenda, los comentarios de las PASO y antes la puja interburguesa para imponer por sectores a su candidato, de manera tal que mientras se insta primero a pensar en que verdugo votar, luego se invita a que se opine del resultado como si se tratara de un partido de futbol, buscando meter a toda la población en un “evento” y en ningún caso en su problema concreto.
Dicho de otra manera, se avanza en una suerte de reactualización inversa de la famosa frase de Ortega y Gasett “argentinos a las cosas”, nada más que en este caso la formación de opinión no son las cosas sino “las abstracciones y las opiniones”. El dato curioso en esta lógica del desarrollo del pensamiento abstracto, lo pone un grupo que se dice “marxista” invitando a pedido de sus seguidores y no seguidores a la realización de un balance por zoom. Es claro que Rubén Blades sabía lo que decía con aquello de “se ven las caras, pero nunca el corazón “
Es ese espacio de la dominación de clase que ha impuesto la burguesía desde la forma de Estado surgida del proceso de salida de la dictadura genocida , el que hace posible constatar en la realidad, junto a la pobreza y miseria material , su trabajo de degenerar la conciencia de la clase trabajadora en forma tal que resulte ausente en el plano del discurso y la contienda simbólica una posición crítica no solamente sobre lo dado , sino también en lo que se refiere a un posicionamiento superador de ese orden negativo de cosas.
Esto no es casual sino simplemente la consecuencia del maltrato y abandono sufrido aún en el ámbito del pensamiento social y político, desde el formato de falsa conciencia que fomenta ilusiones democráticas y se centra en la defensa incondicional de la democracia burguesa de la que solo es posible pensar reformas o mejoras que nunca llegan, sino que a la inversa se concretan en lo opuesto.
La burguesía de conjunto, esta advertida de un extremo específico de la realidad que genera el orden social capitalista y es la que deja ver, que detentar el poder formal otorgado por la constitución, no es detentar el poder real de manera que la renovación del plantel de políticos gestores de sus intereses no es en sí una centralidad sino una labor conexa del régimen. Por ello su acción de clase, deja ver que ha optado por dejar que los propios operadores políticos consoliden por acuerdos y alianza su dominación de clase sin otro trastorno que los debates accidentales.
Vista la cuestión desde la propia clase trabajadora en sí, con PASO O SIN PASO, VOTANDO O NO, el pueblo, las masas en general tienen una representación de cuánto les sucede buscando primariamente que quien acceda al desempeño del poder formal , mejore su agobiante situación satisfaciendo sus necesidades más elementales frene a esta catástrofe social que nos impone la sobrevivencia . Sin embargo, ese mecanismo primario se ve rotundamente obstaculizado por las condiciones que en crisis impone el capital a la hora de ubicar al sujeto sobre el que descarga la misma por lo que el espacio político de los gestores de los intereses burgueses , fracasan en el intento, a pesar de lo que dicen en las campañas electorales o sus propias redes, y entonces el retroceso político acompaña el desamparo material que nos asecha.
Los gobiernos que posan con discursos económicamente keynesianos o los gobiernos liberales en tanto expresiones políticas concretas que adopta la democracia formal en sí, no son otra cosa que lo que el capitalismo puede exhibir .
Por formación deliberada de falsa conciencia adoptaron en su momento un ropaje progresista que hoy cede por un discurso catastrofista y demandante de esfuerzos adicionales al pueblo trabajador , términos con los que se hace digerible la imposición de nuevos mecanismos de explotación y opresión , pero es de constatación objetiva por los hechos que nos toca padecer que nunca estas “nuevas recestas” fueron capaces de superar las contradicciones implícitas en la relación capital- trabajo dentro de nuestra estructura de capitalismo tardío y atrasado dominada por la forma del capital financiero.
El aparato de operadores políticos en el gobierno, y las estructuras organizativas políticas que colectan votos están hoy frente al drama social en una posición beligerante que tiene una única razón fundante que es la implementación de un sistema social que renueva en forma marcada la línea de opresión y explotación existente por una sensiblemente mayor.
La posibilidad de un capitalismo con base en políticas de derechos para los desplazados de la producción y el mercado de trabajo agoniza en toda la línea mostrando que oportunamente sirvió como herramienta ideológica pero que su inviabilidad manifiesta más temprano que tarde dejaría ver el rostro real de la reproducción capitalista en crisis . Sin embargo, el capitalismo sobrevive bajo condiciones de salvajismo y barbarie políticas. Lo que viene no es el progreso social hacia situaciones carentes de pobreza y salida de la miseria de la clase trabajadora. Lo que emerge es peor al drama que verificamos a diario. El capitalismo en tanto modo de producción y orden social existente no tiene posibilidades de renovación socialmente progresista, que permita aventurar la idea de una existencia humanamente más digna, ni va a tomar vigencia a partir de una nueva situación gestada luego de concretar en los hechos, un crimen social como es la combinación de inflación, devaluación y ulterior estancamiento económico.
En el plano subjetivo, el fenómeno existencial por el que transitamos da muestras también de una intervención agresiva de los formadores de falsa conciencia, buscando sobredimensionar ciertas situaciones y en general coincidiendo con denostar la posibilidad de la transformación social por vía revolucionaria y socialista.
Para tales objetivos, se recurre ahora a una instalación desde fuera del proceso objetivo de una reformulación exacerbada de la libertad. Vale recordar en ese aspecto que es esta una de las premisas con las que los burgueses hicieron otrora su revolución llamada a consagrar tres pilares existenciales, LIBERTAD-IGUALDAD – FRATERNIDAD.
Es notorio que la burguesía avanzó con ese tridente hacia el poder e imposición histórica de su modelo de producción, pero luego contando con su reproducción material y con las formas jurídicas – institucionales bajo su diseño y poder, su labor fue la inversa, es decir la de la conservación de lo dado tal como fue dado ignorando la insuficiencia de cumplimiento de aquellos objetivos fundantes.
El empleo del término “libertad”, por los que gestionan los intereses políticos de un sector de la burguesía dominante, viene teñido de un sentido y alcance absolutamente diverso del que señalamos en el parágrafo precedente. La libertad es transformada hoy en un signo y no en un significante. Esto se hace por el lenguaje de imágenes con existencia autónoma que no reflejan lo dado, sino que adquieren un contenido coyuntural, variable y contingente. La libertad así expresada no es otra cosa que un mecanismo funcional y utilitarista para el objetivo mayor que es la imposición en relación de dominación del paradigma relativo, al mayor esfuerzo y aceptación de condiciones materiales precarias de existencia para los trabajadores. Es el poder de unos pocos sobre otros muchos, sin gran cantidad de palabras y con muchas imágenes.
Esas imágenes se ocupan en gran medida de exhibir jóvenes sonrientes. Con ellas se busca separar la idea de rebeldía de lo que se da en llamar “juventud”, y reemplazarla por la de una juventud indolente y autista, en la que se da por bueno el aislamiento y se fustiga todo atisbo de unidad.
El esquema ideológico que se reproduce es mostrar que ,se unen los que luchan, y la lucha no tiene sentido. Se concentran en el individualismo pragmático e individualista todo aquel emprendedor carrerista que piensa y busca concretar la salida por la suya. Ese es el paradigma ideológico de la clase dominante en estos tiempos.
Se proyecta ese paradigma por imágenes, pero esas imágenes no son monocordes. Si tienen que exhibir muerte lo hacen, en la medida que eso sume para la destrucción del factor subjetivo del conflicto abierto de clases que potencia el estancamiento y la inflación.
Se unen los que luchas, y si luchan se los ahoga, sea en seco bajo el obelisco en una tarde soleada, ya sea en un río de la Patagonia. Los aislados, los autistas políticos, no luchan, solo dejan hacer y cuando se expresan obligados por las circunstancias de una farsa electoral promovida desde el estado, lo hacen por un formato que niega en si mismo su propia representación , en forma tal que se constituye en votante depositando el voto en una manifestación que se desenvuelve en forma autónoma de ellos mismos en post de la penetración ideológica de la receta económica que impone una nueva distribución de la riqueza, mucho más reaccionaria de la ya reaccionaria existente.
Es un tiempo social diverso y es precisamente esa diversidad la que vuleve a marcar la necesidad del retorno en la lucha de los métodos históricos de la clase trabajadora que dejen oír y materializar la palabra obrera con su programa socialista y la acción directa en las calles y lugares de trabajo.
De esa forma, los planteos de programa mínimo de corte economicista conducidos por direcciones reformistas no pueden en ningún caso tender un puente transicional hacia el objetivo estratégico del poder obrero y la transformación socialista –
La política de frente único en las calles con estos sectores maquilladores de la crisis capitalista, solo puede centrarse en la crítica de su posicionamiento y la lucha por la formulación de acciones superadoras de ese esquema fracasado de capitalismo de izquierda, enunciando la necesidad de la transformación revolucionaria de la sociedad, con conducción política de la vanguardia obrera y su programa máximo.
Es el momento de revolucionar lo dado acudiendo a la calidad de lucha que nuestra clase obrera supo atesorar a través de la historia. Esto significa ser capaces de interpretar los datos objetivos de nuestra realidad agobiante teniendo presente como todo este drama se construyó por apego, a propuestas pensadas al interior de la democracia burguesa y el parlamentarismo.
Una vez más, la forma de acumulación de poder de las fuerzas sociales en pugna, luce desigual. La burguesía sabe lo que hace y actúa conforme a su interés objetivo. Desde la clase trabajadora, se impone el mismo mandato. Denunciemos el carácter de clase del Estado, y terminemos con su existencia.
Los objetivos primordiales son, la organización económica de los trabajadores (lucha antiburocrática y clasista en los sindicatos) y la discusión y educación políticas (tendiente a la conformación del partido revolucionario de la clase). En un contexto signado en gran parte por la confusión y la incomprensión de los mecanismos de dominación de los capitalistas, el eje de la acción política es la organización y la separación respecto a la ideología burguesa.
NUEVO CURSO