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Nuevo Curso

EL SOCIALISMO ESTA AUSENTE CON AVISO DEL DEBATE TELEVISIVO . DA EL PRESENTE EN QUIENES NO CONVALIDAN LA FARSA ELECTORAL

NUEVO CURSO

Jean Paul Sartre, en su texto “cuestiones de método” impugna la pretensión de poner al programa socialista y las tesis metodológicas liminares del marxismo en un espacio de caducidad e inhabilidad como discurso gestor de cambio. Con ese propósito indica que dada la presencia constatable de los factores objetivos y estructurales que se siguen de las vigentes relaciones capitalistas, las premisas revolucionarias que ponen al trabajador como sujeto del cambio social, mantienen su vigencia y no tienen desarrollos de pensamiento y acto que las superen.

Decimos todo esto trayendo ese análisis para oponerlo de frente  y como concepto crítico referido al movimiento estratégico que hace visible el uso  táctico de la herramienta electoral por la burguesía , donde la prevalencia de antemano por los resultados de las PASO, ponen a los diversos discursos de los partidos intervinientes dentro de la égida y el espacio de extensión  del pensamiento liberal, con extremos que retrotraen esa ideología a sus orígenes, sin aclarar que las circunstancias históricas que le dieron nacimiento a ese discurso difieren radicalmente ,en tanto en aquel tiempo la burguesía ejercía una función revolucionaria del pasado orden social pre-capitalista, y se constituía en clase dominante , mientras que la actualidad exhibe con notoriedad, dificultades críticas para la reproducción del capital y disputas al interior de la propia burguesía que ve cuestionada su dominación política.

Ese movimiento táctico que toma cuerpo por vía del proceso electoral es un momento más de la pretensión burguesa , frente a las amenazas que se le presentan el desarme ideológico del  proletariado, en tanto enemigo de clase buscando doblegar su voluntad de combate , inclinándola a la aceptación y consenso de nuevas relaciones de servilismo político.

Ese movimiento burgués neutraliza el efecto esperado del desarrollo del cualquier debate televisivo , en tanto los partidos que aglutinan a los operadores políticos de la burguesía concurren al evento farsesco avalados por más del 90 por ciento de quienes concurrieron a las PASO todos expresados en la aceptación del programa económico con las directivas que impone el Fondo Monetario Internacional . La presencia del FITU, viene altamente condicionada por su escaso caudal electoral y su marginalidad política en los escenarios que la burguesía le  propone .

En ese contexto y tomando como base legitimante para poder expresarnos , la voluntad de todos aquellos que no se sumaron ni se sumarán a la farsa electoral que confunde a los trabajadores, -haciéndolo por diversas vías-( próxima a un cuarenta por ciento del padrón electoral) entendemos como tarea necesaria, la defensa del marxismo a partir de la afirmación de su programa político y de la confirmación de cuanto nos legó Carlos Marx .

En ese sentido,  es hora de que los que luchan se definan  comunistas. Es tiempo de que expresen a la luz del día y ante el mundo entero sus ideas, sus tendencias, sus aspiraciones, saliendo así al paso de quienes anuncian a los cuatro vientos su agotamiento exhibiendo un modelo capitalista realmente incapaz e impotente de ofrecer un destino digno al trabajador. Eso no es otra cosa que una  manipulación que presenta lo falso por verdadero.

  • Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad , es una historia de luchas de clases.Opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.

La burguesía no dejó en pie más vínculo que el del interés, el del dinero contante y sonante, que no tiene entrañas. 

La burguesía echó por encima del santo temor de Dios, de la devoción mística y piadosa el jarro de agua helada de sus cálculos egoístas. 

  • Enterró la dignidad personal bajo el dinero y redujo todas aquellas innumerables libertades escrituradas y bien adquiridas a una única libertad: la libertad ilimitada de comerciar.

Despojó de su halo de santidad a todo lo que antes se tenía por venerable y digno de piadoso acontecimiento. Convirtió en sus servidores asalariados al médico, al jurista, al poeta, al sacerdote, al hombre de ciencia.

  • La burguesía desgarró los velos emotivos y sentimentales que envolvían la familia y puso al desnudo la realidad económica de las relaciones familiares .
  • La época de la burguesía se caracteriza y distingue de todas las demás por el constante y agitado desplazamiento de la producción, por la conmoción ininterrumpida de todas las relaciones sociales, por una inquietud y una dinámica incesantes.  Las relaciones inconmovibles y mohosas del pasado, con todo su séquito de ideas y creencias viejas y venerables, se derrumban, y las nuevas envejecen antes de echar raíces.  Todo lo que se creía permanente y perenne se esfuma, lo santo es profanado, y, al fin, el hombre se ve constreñido, por la fuerza de las cosas, a contemplar con mirada fría su vida y sus relaciones con los demás con angustia

Pues bien: ante nuestros ojos se desarrolla hoy un espectáculo que se trata de ocultar a como sea , con igual resultado de quién trata de tapar el sol con la mano.  Las condiciones de producción y de cambio de la burguesía, el régimen burgués de la propiedad, la moderna sociedad burguesa, que ha sabido hacer brotar como por encanto tan fabulosos medios de producción y de transporte, recuerda al brujo impotente para dominar los espíritus subterráneos que conjuró.  Desde hace varias décadas, la historia de la industria y del comercio no es más que la historia de las modernas fuerzas productivas que se rebelan contra el régimen vigente de producción, contra el régimen de la propiedad, donde residen las condiciones de vida y de predominio político de la burguesía.

  • la burguesía no sólo forja las armas que han de darle la muerte, sino que, además, pone en pie a los hombres llamados a manejarlas: estos hombres son los obreros, los proletarios.

En la misma proporción en que se desarrolla la burguesía, es decir, el capital, desarrollase también el proletariado, esa clase obrera moderna que sólo puede vivir encontrando trabajo y que sólo encuentra trabajo en la medida en que éste alimenta a incremento el capital.  El obrero, obligado a venderse a trozos, es una mercancía como otra cualquiera, sujeta, por tanto, a todos los cambios y modalidades de la concurrencia, a todas las fluctuaciones del mercado.

  • Las condiciones de vida emergentes del orden social capitalista en crisis  aparecen ya destruidas en las condiciones de vida del proletariado.
  •   El trabajador cualquiera fuese su habilidad o su destreza carece de bienes.  Sus relaciones con la mujer y con los hijos no tienen nada de común con las relaciones familiares burguesas

La emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos. Una afirmación metodológica que Carlos Marx hace para dejar inscripta tanto para la interpretación crítica de los hechos que componen la lucha de clases, como para el diseño de herramientas de poder para conquistar instaurar la dictadura proletaria como superación del poder burgués formal.