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Nuevo Curso

CRIA CUERVOS. El Significado de lo humano se niega en el orden capitalista

NUEVO CURSO

Se le ocurrió al diseño de la empresa futbolística, dentro de su lógica acumulativa de valores, vender su mercancía de mayor significación,” los clásicos”, en una única jornada .

Por ese designio empresarial se movilizaron en el país, importantes colectivos humanos, todos en contexto de oposición deportiva, todos desarrollando esa fetichización de transformar un club, en una camiseta y de ella destilar pasiones y sensaciones humanas solo posibles en escenario de confrontación, de litigio, de ellos o nosotros, donde subyace que la negación y nunca la integración prevalece.

Bajo esa dialéctica reducida a la negación del otro en tanto es el “otro” el que siendo y negado, da el ser, pues si no existe me niega existencia. Esto no es otra cosa que sobrevivir bajo un sistema extendido de producción de mercancías y su compraventa. Un orden social donde el hombre es lobo del hombre, porque en su gran mayoría debe existir viendo a otro hombre en un esquema de doy para que me des.

Vender a través de una pasión de los trabajadores, por su identificación casi connatural con un deporte y sus símbolos barriales, territoriales, e historia, televisaciones, mercancía publicitaria, productos con los colores de los equipos , hacer pases de técnicos y futbolistas a futuro, exigió durante mucho tiempo desnaturalizar lo real y transformarlo como rey Midas todo en negocio, todo en mercancía, por vía de estimular artificialmente la rivalidad y llevarla – cuando no- al  odio en la base misma de la clase trabajadora.

La lógica mercantil del negocio futbolero no es una anomalía sino la expresión extrovertida de una economía salvaje que hizo del consumo su razón de ser. Cuando la sociedad gira en torno al mercado encantado, las mercancías oprimen como una pesadilla el sentido de la dignidad humana

 Sucede que a veces como el “aprendiz de hechicero “al capital sin que ello le importe, se le desmadran las escobas. Ese desmadre, esa sin razón humana es la que lleva a que, en cualquier punto de la ciudad de Rosario, un día de “clásico”, la vida humana suponga un riesgo en sí misma, que obligue a tácticas y estrategias de guerra para salir ileso o al menos sobrellevar la jornada para que no se defina por el abuso.

Ivana Paula Garcilazo Bellón, luego del clásico, fue gravemente herida en la cercanía del estadio del club Newell Old Boys pocas horas después de la finalización del encuentro deportivo que se había desarrollado en el la cancha de Rosario Central.

Según contaron los testigos y fuentes policiales, tres personas la atacaron a piedrazos, mientras se dirigía hacia la zona sur con su novio, vistiendo la campera con colores e identificación de Rosario Central. Ante un llamado, dos ambulancias llegaron al lugar para intentar reanimar a la víctima, pero ya había perdido la vida.

El último reporte oficial sobre los homicidios cometidos en el Gran Rosario en este año muestra con crudeza que el aumento de la violencia en esa ciudad de la Argentina no cede pese a los discursos de corte punitivita que tienen carácter hegemónico dentro de la acción política y en la práctica “periodística” de los medios de comunicación y las redes sociales. En todos los casos la recurrencia opera en torno a la mayor militarización del espacio público, las técnicas de control social por elementos tecnológicos y en todos los casos apunta a la construcción del enemigo con la técnica del chivo emisario.

  Esta claro que no son dos clubes de fútbol integrantes de la empresa AFA, filial de la FIFA, los que generan la violencia. Sin embargo, la exacerbación mercantil de su existencia por vía de la exaltación de una rivalidad transformada en enfrentamiento hace su aporte significativo a una particular expresión del capital en crisis en una urbe donde los índices de pobreza y la miseria existencial se encuentra en pleno esplendor. Basta ver la cantidad de personas que con sus mínimos enseres viven en situación de calle, para comprender que la barbarie capitalista muestra sus dientes y va por más, al punto que transitar en moto por una calle a horas de un partido de futbol se transforme en un equivalente de una situación de alto riesgo de vida.

Hace muy pocos días la provincia de Santa Fe celebró elecciones, en ellas una gran parte de la población no fue a votar o anuló su voto. Está claro que el gobernador electo que ya fue ministro de seguridad, no representa para ese alto porcentaje de trabajadores una opción de vida digna. Mientras tantos quienes lo votaron deberán saber que mientras exista un sistema político por representación indirecta, donde el pueblo no delibera ni gobierna, y un orden económico donde las mayorías carezcan de lo mínimo y deban a diario buscar su sustento vendiendo su habilidad para trabajar a un patrón o padecer las desventuras del auto emprendimiento a bordo de una moto o una bicicleta, su existencia será cada vez menos vital y la barbarie seguirá exhibiendo su escenario de muerte.

Era una ciudad de plástico de esas que no quiero ver

De edificios cancerosos y un corazón de oropel

Donde en vez de un sol amanece un dólar

Donde nadie ríe donde nadie llora

Con gente de rostros de polyester

Que escuchan sin oír y miran sin ver

Gente que vendió por comodidad

Su razón de ser y su libertad

Oye latino, oye hermano, oye amigo

Nunca vendas tu destino por el oro ni la comodidad

Nunca descanses pues nos falta andar bastante

Vamos todos adelante para juntos terminar

Con la ignorancia que nos trae sugestionados

Con modelos importados que no son la solución

No te dejes confundir

Busca el fondo y su razón

Recuerda se ven las caras

Pero nunca el corazón

No te dejes confundir

Busca el fondo y su razón

Recuerda se ven las caras

Pero nunca el corazón (Plástico. Autor; Rubén Blades