Vendrán, claro que vendrán, si es que ya no han llegado y se corporizan en sesudos comentarios, presuntos análisis de portadores objetivos de necedad y y yo no fui.
Vendrán, claro que vendrán, si es que ya no han llegado, gente que aún conociendo el riesgo no dejó de sonreír hasta el último minuto de cámara y sitio de videítos que le fueran posible.
Vendrán claro que vendrán, si es que ya no han llegado, los que con la misma sonrisa le retiraban la silla a los compañeros cuando intentaban sentarse y propusieron PASO para determinar quien pone la carita con sonrisa y es más lúcido en la chicana y el charco de discutidores. Estarán apareciendo, limpiando el polvo del derrumbe de su edificio reformista, tratando de explicar lo inexplicable, es decir, cortes de boleta, lecturas y chismes por lo bajo.
Vendrán, claro que vendrán, los que confunden la elección de un centro de estudiantes con un país. Las intervenciones de asamblea que terminan en un bar . Ellos preguntaran azorados, como si nada tuvieran que ver , como hacemos para seguir vendiendo este producto químico contra la caída del cabello que es el FITU.
Vendrán para decirte que el Chipi y Celeste han sido electos. Con eso te dirán que valió la pena, que tu esfuerzo no fue en vano. No es menor otra silla en el circo parlamentario y mucho menos ahora que tenemos que recuperar dinero gastado
.
Los que no vienen, los que siempre están y no se fueron a otras tierras ideológicas porque su materialidad de existencia no se lo permite, son los que antes del domingo circense , farsesco, lleno de imposturas, no usaban las cámaras y las radios para pedir votos, sino por el contrario, los que el viernes, el sábado y el mismo domingo vieron como el capital financiero se relamía, el capital industrial remarcaba los precios , haciendo el intento cada vez mas doloroso de seguir siendo un trabajador digno.
A ellos, a los que existen en sí como trabajadores, a los que una vez terminada la fiesta, la vida le devuelve constantemente la angustia de sobrevivir en este sistema social capitalista, productor serial de mercancías y sufrimientos , no le interesan mesas dispuestas con micrófonos tratando de explicar que hacemos ahora con “el gatito mimoso” o con “Sergio”, las dos formas aparentes del Leviatán capitalista siglo XXI que asola nuestro territorio existencial. A ellos , a nosotros, los que estamos aquí , de pie sobre la tierra vendiendo fuerza de trabajo nos convoca un camino sin sillas reposeras, sin estos cultores de la miseria capitalista , sin embellecedores del parlamento. Nos espera un nuevo curso por más que vengan con su cotillón , sus íconos masillados. Nos convoca otro rumbo , nuevo y sintéticamente superior de una experiencia histórica que seguramente terminara por fuera de sus apariencias de continuidad, cuando el “chipi y Celeste” , por supuesto amagando rivalidad recíproca , pongan un estentóreo juramento , en los parlamentos burgueses, invocando no se cuantos relatos que mueren día a día cuando se acercan y solo piensan en votos para la próxima gesta circense.
Nosotros, que no fuimos ellos, que no andamos por la vida pidiendo votos en urnas que ubica como trampa el orden burgués, solo podemos dignamente seguir diciéndole adiós , como empezamos a hacerlo desde el índice histórico más bajo de votantes -aún cuando nos ametrallaron con todas su balas ideológicas, y nos convocaron a una jornada de defensa de su sistema de democracia representativa, donde no nos admiten deliberar y mucho menos gobernar, recitando el testamento laico contenido en su constitución- y habrá que seguir marcando ese nuevo camino, por el que alguna vez transitaron nuestros héroes de Trelew, nuestros 30000 desaparecidos, Ana María Martinez, Fischer , Bufano, y todos los caídos por prácticas genocidas desenvueltas en esa misma democracia ante la que todos dicen doblar sus rodillas.
Nos queda organizarnos, nos queda la militancia por el hombre nuevo que nos dejó como tarea inconclusa Ernesto Guevara. Nos queda construir una herramienta colectiva que con programa socialista, y poder obrero, nos ubique en otro tiempo, en la construcción de una nueva sociedad, sobre estas ruinas que reflejan la barbarie capitalista. Nos queda la lucha por estructurarnos como militantes revolucionarios y no pintarnos como payasos para el circo de la clase dominante. Nos reclama construirnos como cuadro militante que toma seriamente el trabajo de materializar una frondosa cantidad de experiencia de la lucha de clases y hacer de ella viva existencia socialista.
NUEVO CURSO