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Nuevo Curso

ENSEÑANZAS DE LO REAL SOBRE LO IDEOLÓGICO. UNA MUESTRA MÁS DE LA CONSTRUCCIÓN DE FALSA CONCIENCIA

NUEVO CURSO

Izquierda Socialista advirtió sobre el «peligro» para la Argentina que implicaría el triunfo del candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, en el balotaje y ratificó el llamado a votar al postulante de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa”, así lo publicó Pagina 12 en ocasión del entramado final de la farsa electoral a días de realizarse la segunda vuelta, que termino consagrando a la Libertad Avanza como triunfadora y depositando en la gestión formal del interés de la burguesía , desde el poder ejecutivo de la república a Javier Milei. En la ocasión agregaron, pretendiendo dar fundamento a sus acciones y discursos que: IS definió llamar a apoyar a Massa. «Es un voto crítico, sin respaldo político Ante el avance del fascismo, nosotros como IS decimos, “señores, acá hay que frenar esto”.

Paso no tanta agua bajo el puente y el “último recurso para parar a Milei”, es decir Sergio Massa, se reunió con la cúpula de la CGT y les dijo que el paro programado para el 24 de enero es «apresurado», más allá del fuerte ajuste del gobierno porque cree que la sociedad «primero debe visibilizar y cuantificar el daño», como está ocurriendo con los aumentos de combustibles …Finalmente agregó, que la principal víctima de este tramo del ajuste va a ser la clase media. En su análisis, la suma de los aumentos de las matrículas de las escuelas, tarifas, seguros, prepagas y combustibles sin paritarias va a provocar una enorme caída del ingreso. “

 Lo curioso fue que Massa empleó el mismo método de análisis de un fenómeno social, con idéntica lógica de pensamiento que la empleada en su oportunidad por Sobrero, cuando dijo a propósito de su apoyo al entonces dirigente de Todos por la Patria; “Si Milei llega a ganar por 300 mil votos y votaste en blanco ¿qué hacemos? Ahora Massa dice «Si a 45 días le haces un paro general, a los 90 días, ¿qué haces?”

Hemos debido acudir a estas referencias previas, para espejar un fenómeno político que, en este nuevo giro de la lucha de clases, debe ser aclarado definitivamente a los compañeros trabajadores que puedan acceder a la lectura de este texto. Sobrero e Izquierda Socialista, es un colectivo degradado del otrora “viejo Mas” que implosionó por las contradicciones vivas al interior de esa organización precisamente marcadas por el centrismo oportunista llevado a su máxima expresión por su líder fundacional Nahuel Moreno.

Izquierda Socialista y su “pollo” hace tiempo que avanzaron en su centrismo y se deslizaron lisa y llanamente hacia el reformismo parlamentario sin dejar de utilizar los íconos y referencias simbólicas de la Cuarta Internacional. Lo hicieron abandonando los textos fundacionales de esa organización, que fueron gestados con la contribución significativa de León Trotsky.

Izquierda Socialista versión “Pollo”, ocupando el espacio del reformismo en la lucha de clases , pero con ropaje de apariencia revolucionaria, se resiste con todas sus fuerzas a entrar en el terreno de la «gris teoría» precisamente porque no quiere descubrirse a sí mismo, pero ocurre que la verdad, que “es refregarse con arena el paladar” se les abalanza con velocidad no esperada, a cada momento en que la lucha de clases adopta una velocidad por ellos no esperada desde su lógica parlamentarista, que hace culto del razonamiento de sentido común, que tan bien cultivan en idéntico formato Massa y Sobrero

Creemos que es necesario no dejar pasar por alto este dato de la existencia concreta de la clase trabajadora y quienes se exhiben como sus dirigentes. Sin embargo, no es nuestro objetivo plantear hoy las formulaciones que pudieran ser necesarias en el plano teórico sobre todos estos zigzagueos del FITU. El fin de estas observaciones es dejar establecido, resaltado y denunciado ante la clase trabajadora    este obrar de una organización con décadas de desarrollo, apuntando en particular a la defensa del programa socialista, advirtiendo sobre los caminos sin ningún destino que emergen de estos actos políticos.  programática.»

En épocas de lucha abierta de clases y de confrontación entre burgueses y proletarios , debe ser la necesidad más urgente, inmediata y profunda la formulación de las observaciones, generalizaciones, declaraciones y consignas más importantes a incorporar al programa de lucha, definir los enemigos y el carácter de lucha autónoma de clases que debe asumir el contexto histórico , precisamente porque está involucrado el problema vital de dar a los desarraigados, decepcionados y confundidos  componentes de la clase trabajadora en sí , una respuesta a las cuestiones candentes de nuestra época, sabiendo que la militancia no se traduce en estados de ánimos más o menos efusivos o la simple convocatoria a una marcha.

El trabajo necesario e ineludible de estar en las organizaciones de masas de los trabajadores y desde ellas gestar las instancias de lucha y decisión democrática que ponga a los asalariados a la cabeza clasista de la lucha contra quienes gestionan el poder burgués, no vale por sí mismo si no está acompañado de la defensa del programa socialista y las premisas de transición requeridas por este período de agonía del capitalismo que se nutre de escenarios de barbarie.

La tarea de defensa del clasismo dentro de la masa trabajadora, y la definición programática socialista desde sus organizaciones, no puede ser menoscabada por la acción del reformismo oportunista. Es imperativo del momento vencer esta caracterización que emerge desde los dichos de Sobrero y los documentos de Izquierda Socialista en el FITU, no desde la abstracción teórica, sino exhibiendo sus haceres contradictorios y zigzagueantes orientados a la pura defensa del reformismo parlamentarista.

El programa que guía la generación de organizaciones políticas de la vanguardia obrera no está relacionado con un posicionamiento individualista, o a una cuestión subjetiva, y diletante que se referencien en estados de ánimos, no es un pro­blema de derechos que pueda ser resuelto por el formato parlamentario de la república diseñada constitucionalmente por el poder burgués. En el movimiento obrero mundial a nadie le interesa particularmente si cualquiera tiene el «derecho» de sacar a luz un día de éstos una posición “socialista” que vaya detrás de las gestiones de los exponentes políticos de un sector interno de la burguesía. Lo que se quiere cono­cer es la posición a fin de analizar su verdadero conteni­do de quienes se exhiben públicamente como representantes de los trabajadores.

La cuestión sin embargo es que el reformismo oportunista, no tiene ninguna posición definida, precisa, bien pensada, que no sea preservar el orden burgués para facilitar su desarrollo en el parlamento construyendo la estrategia de derechos subjetivos que hoy ante la crisis del capital llama a su fin, quedando reducida a puras declaraciones abstractas vacías de toda posibilidad de concreción frente a la ofensiva burguesa descargada sobre la clase trabajadora en sí.

La táctica del frente único de trabajadores, no puede significar en ningún caso que se omita dar centralidad a la cuestión del contenido de clase que esa herramienta implica, para propiciar el rol de vanguardia de los trabajadores y su programa de emancipación social, por vía de su propia y específica dictadura, a la que a todas luces han renunciado quienes dirigen Izquierda Socialista en el FITU.

Quienes deciden en la lucha el sentido concreto de la historia son las clases sociales en pugna dentro del conflicto social. Los trabajadores requieren de su organización clasista y su expresión política en un programa que defina el tipo de organización que requiere para tomar cuerpo en lo existente.

 En consecuencia, en la acción táctica del frente único de los trabajadores en lucha, está involucrada de modo programático estratégico esencial la teoría clasista de la sociedad y con ella la dictadura del proletariado, como expresión política del poder obrero y socialista. El programa y la lucha deben expresar en común unión, las tareas objetivas de la clase obrera, para vencer y superar la alienación, explotación y opresión que le impone el capitalismo.  

Enfrentamos al capitalismo en descomposición que es la base objetiva de actuación de cualquier gobierno que gestione los intereses de la burguesía.

Los trabajadores con nuestra lucha debemos señalar toda la agudeza de la crisis social de la sociedad capitalista. En ese contexto Táctica y estrategia conforman una unidad dialéctica en la que la primera debe estar subordinada a la segunda y su programa. La crisis no puede ser resuelta de ninguna otra forma sino mediante la revolución socialista.