Nuevo Curso

La desocupación masiva , los despidos ordenados por el Estado La mejor comprensión de las razones fundantes del peor mundo .

Las operaciones políticas del actual gobierno trazan una línea ascendente en lo que se refiere al incremento de la desocupación y el mayor rigor en los despidos que marcan incrementoeen la cantidad de población que pasa a la economía informal de mera sobrevivencia que recibe convencionalmente el nombre de población económicamente sobrante.

Por esta tendencia, es que los despidos y la desocupación toman en este mes de abril el centro de la escena y dan expresión concreta al drama de la existencia dentro del orden capitalista en crisis que pone en evidencia síntomas de su agonía como tal.

Esto nos obliga a tener que ubicar en el centro de nuestras reflexiones y las acciones que se correspondan con ellas, al trabajador desplazado del proceso de producción formal donde se desenvolvía y se  que hoy se ve obligado a conseguir en el mercado un comprador para la única mercancía con la que cuenta, su fuerza de trabajo.

Dicho de otra forma. El sentido final de las acciones de gobierno buscando recuperar factibilidad para el proceso de reproducción capitalista y la protección de los intereses de la burguesía de conjunto, coloca a la falta de ocupación en lugar relevante dentro de las resultantes de la lucha de clases a la manera simbólica de una ofensiva del capital sobre la clase trabajadora.

 Esto es así, porque en el capitalismo, si hay algo peor que ser explotado es, precisamente, no serlo por encontrarse desocupado. Para todos aquellos que no poseen tierras, herramientas ni medios propios de subsistencia, la vida sin salario resulta una verdadera calamidad

Por lo que dejan ver las acciones realizadas desde el poder burgués ,el grupo humano al que se busca parasitar   en este momento de la lucha de clases, esta esencialmente congregado dentro del empleo público  en el área de servicios y  en gran medida en los restos de etapas de desarrollo social más antiguas que hoy se juzgan obsoletas.

El fraude ideológico esta dado por la cobertura de la reducción de gastos a la que apela la operatoria comunicacional que lanza como apoyo logístico de esa ofensiva, el aparato comunicacional de la burguesía.

En paralelo y como respuestas al fenómeno que se generan desde los llamados “mercados” , se han venido promoviendo y gestando desde la materialidad de las variantes económicas, muchos modelos de venta de fuerza de trabajo y su empleo presentan hoy características que ubican a quien los protagoniza en una situación individual que e compadece con el utilitarismo filosófico que vende como mercancía de fácil adquisición el propio poder burgués y los difusores de ideologías que justifican esa situación.

Sin embargo y en lo que aquí interesa, debido a que actúa sólo por interés propio, ese colectivo humano dentro de la clase trabajadora, normalmente no pueden desempeñar un papel autónomo en tanto

se autopercibe socialmente ignorante de cuanto le acontece al “otro” distinto que él categoría en la que incluye a todo aquel que conviviendo en su tiempo y territorio nada tiene que ver con su existir y de quien nada puede obtener en lo inmediato.

Ese trabajador ocasional, ajeno a toda forma regulada por el discurso jurídico protector, aislado e individual, actúa en la vida social   sin dominio de sus determinaciones pese a que piense y se le aliente en la sensación de que es dueño de sí mismo y de cuanto hace.

En este contexto, el último capítulo de la farsa electoral demuestra que ese sector en forma mayoritaria ,  visto en la obligación de dar sus pareceres a través de una papeleta  en una urna de un día domingo cualquiera, es fácilmente captable por la ideología de las  fuerzas  sociales reaccionarias y puede ser utilizado para combatir  aquello  que es precisamente su necesidad objetiva , es decir,  la emancipación con el resto de los trabajadores de la explotación y la opresión en la que el capitalismo de la explotación y la opresión capitalista.

El gobierno apuesta por vía de fomentar y producir el desempleo selectivo en calidad, pero masivo en cantidad a consolidar ese aislamiento  que deja al trabajador librado a su suerte, obligándolo  a malvender su fuerza de trabajo aceptando su explotación intensiva y la caída del salario real ya lograda en parte por vía inflacionaria que no se detiene conformando  un cuadro de situación, totalmente ajeno a la posibilidad de generar un proceso de autoconciencia de clase y con ellos de sus objetivos existenciales en tanto parte de un colectivo humano que solo tiene en ese plano, la opción de emanciparse de la alienación que le impone por sus estructuras relacionales primarias, el orden capitalista.

La táctica desarrollada por la clase dominante es que sin una clara conciencia de clase, y librado a su suerte, sin posibilidades de sindicalización o agrupamiento gremial el trabajador aislado no pueda desempeñar un papel positivo en la sociedad que se quiere superar y transformar por vía revolucionaria y  que a la vez sea visto por el resto, a instancia de la propia ideología del poder burgués como el factor de políticas sociales que por sus materialidades son señalada arbitrariamente como responsable de la caída de las condiciones de existencia.

Lo cierto es sin embargo que toda esta parafernalia de recursos de política económica con artificios ideológicos no impiden comprender que los datos fenoménicos de la realidad del mercado de trabajo en este siglo nos ubican a los trabajadores en en condición objetiva de personas formalmente libres, pero materialmente desposeídas

Por todo esto, rehabilitar a la «persona» a través de la lucha contra una psicología impersonal, es una de las implicancias de esa ardua labor militante que se nos impone a través de la agitación y propaganda conscientemente orientada a la emancipación social por vía de la superación dialéctica de la relación capital-fuerza de trabajo.

Es relevante actuar para explicar a la mayor cantidad de trabajadores, que se debe  comprender que la estructura subjetiva de una persona agobiada viene dada esencialmente por las angustias que el capitalismo le depara,

Es esencial que  por vía de la propaganda socialista revolucionaria se dote al trabajador de una herramienta valiosa para la modificación superadora de su drama y lo motorice hacia  una pertenencia social dentro de la cual, esa persona voluntariamente se determina hacia  la tarea de buscar con sus iguales   y en la realidad, el pasaje de  clase  “en sí “ a clase “ para sí “.

Lo propio ocurre para con aquellos trabajadores que han cesado en su condición de activos y solo perciben un haber jubilatorio que en los hechos implica un subsidio a la vejez.

En tal sentido, la propaganda socialista es lisa y llanamente una acción militante por la vida, extremo que hay que asumir como tarea mínima  explicando siempre, en todo momento y de modo paciente a nuestros compañeros trabajadores que , lo que hoy convierte a la «persona» en «cosa»  es  una acción de manipulación fáctica del hombre por el hombre que se desenvuelve desde las relaciones sociales capitalistas,  enclavada en el espacio objetivo de la venta de nuestra fuerza de trabajo a quien luego se apropia del valor creado por esa capacidad. “El capital es trabajo muerto que sólo se reanima a la manera de un vampiro, al chupar trabajo vivo y que vive más cuanto más trabajo vivo chupa “ (cap. XXIV T.1 El capital. C. Marx)

En otro texto que refleja un discurso que  ante un importante grupo de obreros ( “Trabajo asalariado y capital) se puede leer  que la premisa de la existencia misma del capital es la presencia de un sector mayoritario de la sociedad que no posee ningún otro elemento para producir que su propia capacidad de trabajar y. de un sector minoritario que monopolice, en consecuencia, la propiedad o la posesión de los medios de producción.

 Es en esta relación social donde surge el capital. El individuo que pertenece a la clase de los que no tienen otra cosa que su capacidad de trabaja, tiene entonces como única tarea superadora de esa explotación, obtener su emancipación por vía de la eliminación de ese modo objetivo de sobrevivir en sociedad, aboliendo la propiedad privada de los medios de producción.

El capital es una pura relación social. Es una relación social que tiene que ver con la producción y aún más específicamente, con la propiedad de los medios de producción. La figura del capitalista se vincula con la propiedad de los modernos medios de producción y es ese vínculo el que debe ser políticamente superado a través del poder obrero y socialista.

La presencia movilizada y consciente  por la concreción de sus objetivos por parte de los trabajadores marca la tendencia de la transformación revolucionaria del orden capitalista  . Es desde allí que se impone para los trabajadores ocupados o desocupados un imperativo de organización autónoma clasista para asumir desde el programa socialista las tareas propias de una revolución.

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