“Friederich Engels dijo una vez: ‘La sociedad capitalista se halla ante un dilema: avance al socialismo o regresión a la barbarie.’ … Hemos leído y citado estas palabras con ligereza, sin poder concebir su terrible significado. … Así nos encontramos hoy, tal como lo profetizó Engels hace una generación, ante la terrible opción: o triunfa el imperialismo y provoca la destrucción de toda cultura y, como en la antigua Roma, la despoblación, desolación, degeneración, un inmenso cementerio; o triunfa el socialismo, es decir, la lucha consciente del proletariado internacional contra el imperialismo, sus métodos, sus guerras.” (Rosa Luxemburgo. La Crisis de la Socialdemocracia Alemana)

En la sociedad donde sobrevivimos existe marcada desde el plano estructural, la contradicción entre la clase obrera y la burguesía que tiene su expresión en plano de ineludible conflicto social y enfrentamiento entre ambas , entre los explotadores y explotados, que manifiesta además situaciones de opresión que remite a la existencia en el conjunto de opresores y oprimidos. Estos son los polos opuestos y excluyentes de esa contradicción como se puede comprobar todo el tiempo, y en cada acto político que desarrolla el poder político burgués a través de la institucionalidad estatal que esa clase impone al resto de la sociedad.
Es en este contexto que en el plano político ,la democracia es la forma de gobierno propia del capitalismoy en términos generales se da, cuando la burguesía ha logrado articular un consenso tal como para ser hegemónica. Pero, este consenso no es espontáneo ni se genera sin elevadas cuotas de represión y de operaciones mediáticas de ideologización de lo real de modo que sea aceptado que existen muchas posibilidades de relatos sobre lo concreto y que puede admitirse como verdadero el contenido de ese discurso.
Es necesario decir además, por su significativa relevancia en la militancia concreta que desenvuelven los que luchan , ocupan las calles o se congregan en las plazas, que por su propio posicionamiento social , las capas medias, oprimidas, pueden ser arrastradas por la burguesía, paralizadas, inmovilizadas, o hasta tener actitudes claramente antiobreras o su contrario, es decir, en determinados períodos de la lucha de clases pueden radicalizarse buscando con sus intereses ambivalentes sumarse a ese conflicto abierto entre burguesía y clase trabajadora.
Es en este sentido que en muchos períodos de la historia esos sectores medios , se suman a la lucha de la clase obrera o incluso presionan sobre los trabajadores porque ya no pueden reproducir las condiciones de vida que detentaban en períodos de cierta estabilidad del orden capitalista.
Dicho de otra forma, en situaciones donde la reproducción del capital no tiene mayores obstáculos por sus efectos sociales sobre los sectores medios estos actúan como amortiguadores de la lucha de clases. Cuando ese estadío se quiebra por la crisis del capital, se abre una tendencia posible a que se conviertan en un aliado de la vanguardia de la clase trabajadora que protagoniza en términos políticos la lucha de clases.
El interés de los capitalistas, de la burguesía, es defender e incrementar su propiedad privada, incrementar sus ganancias, pasando por encima de las fronteras nacionales, de aplastar a otros capitalistas, de apelar a dictaduras sangrientas, a las guerras o a regímenes de formas democráticas.
Sus sectores más parasitarios tienen cada vez más poder en el comando de los Estados, intentan escapar a todas las regulaciones y controles que alguna vez tuvieron para preservarse.
El capitalismo se presenta en nuestros tiempos en su expresión imperialista, hegemonizado por , el capital financiero y exhibe signos importantes de decadencia y descomposición. Por estas circunstancias objetivas, es que no puede ser reformado en busca de espacios de reconocimiento de situaciones jurídicas favorables al conjunto de la sociedad . Una ínfima minoría y domina a la enorme mayoría y se vale de los Estados donde radican para generar ese resultado aún con escenarios de barbarie. Crece la especulación y el parasitismo y un número insignificante de empresarios es dueño de los bancos, de las grandes corporaciones internacionales, cada vez más concentrados.
En ese contexto internacional , con sus características nacionales, en Argentina ,pueden advertirse en paralelo , los objetivos no explícitos de la autodenominada “izquierda” dentro de la república y su forma de gobierno de democracia formal indirecta.
Esos propósitos están subyacentes, en la trastienda de todas y cada una de sus intervenciones, se inscriben en la certeza dirigente según la cual para ocupar un espacio electoral hay que saber apoyarse en las ilusiones democráticas de las masas y para esto hace falta un programa radical pequeñoburgués.
Los efectos visibles se traducen en que esas organizaciones en todos los casos , sea en sus discursos o sus acciones DEFIENDEN LA COOPERATIVA ELECTORAL FITU como estructura legal de su existencia real dentro de la institucionalización de la república , y su inscripción ideologizada como la izquierda del orden social capitalista
Todo esto , requiere y les implica :

• abandonar la consigna de poder “democracia obrera”, por la más “potable” de “ Gobierno de trabajadores”;
• abandonar la táctica del Frente UNICO Revolucionario por la del “frente electoral de izquierda”;
• abandonar la construcción de la Cuarta Internacional por la más potable de “una internacional revolucionaria”;
• Abandonar el trabajo sindical revolucionario y clasista por la adaptación al “pluralismo sindical” de los “frentes antiburocráticos.
  • Solventar su existencia con la constante mediación entre el poder burgués y el colectivo humano desplazado de la producción formal posicionado en la marginalidad inherente a la población económicamente sobrante
  Frente a este escenario, invitamos a todos los que luchan a tener presente documentos políticos constitutivos de la caja de herramientas de cada militante consciente de sus propósitos de cambio :
  “ cuando la dura realidad de los hechos disipo la embriagues de su ceguera esta forma de socialismo degeneró en un marasmo lamentable, el de las mañanas de resaca” (El Manifiesto Comunista ,pag 46 traducción Julio Rovelli)
  «la IV Internacional, de ningún modo aspira a transformarse en un refugio de inválidos revolucionarios, burócratas y arribistas decepcionados. Por el contrario, contra la afluencia a nuestras filas de los elementos pequeño-burgueses que dominan en los aparatos dirigentes de las viejas organizaciones, es preciso adoptar las más estrictas medidas preventivas…… En la IV Internacional no hay lugar para el arribismo, cáncer de las viejas internacionales. Sólo encontrarán cabida en nuestras filas aquellos que quieran vivir para el movimiento y no a expensas del mismo.
  …….Las puertas de la organización están completamente abiertas para los obreros revolucionarios, que son quienes deben sentirse dueños de la misma.» ( Programa de transición para la revolución socialista pag.78)
  Con estas “brújulas” programáticas es posible no extraviarse ni terminar metidos en una marabunta de expresiones inertes de “luchismo puramente autoproclamatorio´” inscripto en una mecánica puramente acumulativa de aparato y confusión basada en la mecánica asimilación de “crecimiento “ con aumento de cantidad.
  El capitalismo en descomposición, agotado, no caerá por sí solo, constantemente realiza acciones de sobrevivencia a la que finalmente le resultan funcionales los reformismo de todo pelaje y todos aquellos que se dicen poseedores de brújulas para orientar la lucha de las masas y solo consiguen en el tiempo ser los grandes organizadores de caminos a la nada.
  El capitalismo en su etapa imperialista transforma sus guerras comerciales en guerras bélicas que provocan millones de muertos y destrucción de viviendas, hospitales, escuelas, puentes, rutas, fábricas, la migración forzada de millones de familias. Crece el armamentismo y colocan en peligro la propia existencia de la humanidad.
• NUEVO CURSO .
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