“…es instructivo ver en el anciano régimen donde se vivió la tragedia, como representa ahora su comedia bajo el aspecto del espectro..” “…la fase final de una forma de la historia es su comedia «Carlos Marx
Los trabajadores debemos buscar las respuestas adecuadas para los interrogantes y problemas que se nos plantean, en la propia realidad donde estos reconocen su emergencia y desplazar en esa traza todo resto ideológico preconcebido de esa misma objetividad
Decimos esto, porque si hay una constante en el desvío de las acciones hacia callejones sin salida con la consiguiente frustración , es lo inverso, esto es, desarrollar en abstracto una construcción puramente emergente del pensamiento y sin contacto con lo real .
Esto es así, porque el hombre como generalidad, es decir como ser individual abstracto, no tiene existencia real, sino que esta esta dada por su posicionamiento objetivo en el proceso de producción de bienes que satisfacen sus necesidades y las relaciones intersubjetivas que integran ese desenvolvimiento. El hombre no es un ser abstracto, ubicado fuera del mundo. Es el mundo del hombre el prevalente a toda construcción ideologizada sobre él.
Por el juego e incidencia de esta premisa , es tarea militante necesaria, desenmascarar siempre y en todo momento la alienación que suma a su situación de ajenidad con la mercancía que produce , desde las ideologías que genera como otro producto más y con diversidad significativa la cultura que emerge del dominio social de la burguesía sobre el proletariado.
La lucha frente a la alienación ideológica impuesta como herramienta de poder burgués , se constituye a partir de la crítica del derecho y en consecuencia de lo político engendrado desde las acciones de la institucionalidad yacente en el Estado.
Lo contrario y paradójicamente disfrazado de luchismo es lo que hacen las organizaciones que en la actualidad se reclaman como voceros de los trabajadores y los sectores sociales vulnerables desplazados hacia la localización social de “población sobrante” poniendo en el centro la disputa por leyes y esforzándose en denunciar de los procederes de quienes llevan adelante la gestión de gobierno.
Con esta modalidad de lucha, se pone un instrumento de la burguesía como lo es la ley, en tanto producto emergente de la acción de un poder del Estado en el lugar de una posición de fuerza para el proletariado en el conflicto social de clases, cuando en realidad ella es un abstracto arquitectónico del poder burgués desde donde se incide para modificar las relaciones sociales intersubjetivas operadas en la sociedad civil en beneficio inmediato o mediato de los intereses específicos de la burguesía de conjunto.
La acción militante de estos últimos seis meses gestados desde el ascenso al gobierno de otro grupo de operadores políticos de la burguesía, estuvo centrado en refutar y denunciar por contrario a la ley , los procederes de ese nuevo gobierno, olvidando qiue Carlos Marx puso en claro un específico contenido y forma para la crítica.
En este sentido dice Marx en la crítica de la filosofía del derecho de Hegel que “Cuando la crítiaa lucha contra el estado de cosas, la crítica no es la pasión del cerebro, ino el cerebro e la pasión. No es un bisturí , es un arma. Su objetivo es su enemigo, al que desea, no refutar, sino aniquilar…..La crítica no se presenta como un fin en sí mismo sino solamente como un medio …Se trata de no otorgar ni un solo instante de ilusión ni resignación. Hay que hacer de la opresión real una aún más opresiva añadiendo a ella la conciencia de la opresión: hay que hacer la vergüenza aún más vergonzosa volviéndola pública”
En definitiva, el Estado y el derecho no son el espacio del reclamo sino del enfrentamiento directo de clase hacia el poder burgués contenido dentro de esas formas. La lucha no puede limitarse ni a la negación directa de la forma jurídica y política del orden burgués , ni al planteo de cual sería su situación ideal expresada en una ley. El luchismo reformista agitativo en abstracto se detiene en la mera exigencia, aún cuando no pone ni puede poner en práctica lo exigido por su apartamiento de lo real. Tiene solo una ruptura crítica abstracta con el reflejo idealizado de la situación y no con la situación misma, en sus alcances reales.
No hay camino posible diverso de la destrucción del poder burgués por vía de la superación de su forma jurídica y política en el Estado. Las acciones militantes no pueden dejar de sujetarse a ese objetivo . Todo lo demás implican en definitiva un nuevo momento histórico de resignación con lo dado y omisión de la lucha por el socialismo, frente a la barbarie capitalista.
NUEVO CURSO