El disimulo es el arma indispensable de todos los ambiciosos. Hoy las contingencias inmediatas de nuestra sobrevivencia en la selva capitalista, nos permiten ver como años de disimulo caen por la contundencia objetiva de los hechos y todo lo que encarna un régimen político opresor , que oculto tras un pretendido sistema de representación electoral, avanza ahora , a cara descubierta exhibiendo su papel de gran formador de falsa conciencia, y partera espurea de las leyes que legitimadas por ellos mismos con sus propios procedimientos nos dicen constantemente que se puede y que se prohíbe en beneficio de la clase dominante de conjunto, todo bajo el sello embustero de la apelación apologética, abstracta y puramente formal de «la libertad», que como tal, como emancipación del ser humano de toda opresión , NO VIVE UN CARAJO.
Cada gestión política, tiene su Banelco, sus bolsos de López, sus burdos viajes con valijas con dólares a otros países fronterizos, todos protagonizados por personajes menores del sistema de gobierno, que como el personaje de «crimen y castigo» hacen lo posible por ser vistos , filmados exhibidos a sabiendas que muchas veces su inmolación es parte de la escena teatral que deja viva con su misma existencia una horrorosa trastienda cotidiana de explotación y opresión de clase.
Por supuesto, la autoproclamada «izquierda», que no es otra cosa que una forma payasesca aceptada por ese mismo escenario teatral, sale corriendo a repudiar, utilizando como formato base un documento tipo que ya ha quedado archivado en la inmensa PC del reformismo y sus frases hechas ladradas como perro a la luna. Son un personaje más de la trágica comedia montada por la burguesía siempre en el simple afán de garantizar su dominación cultural-
Ahora el ladrido del caniche que simboliza el FITU, se concreta en una operación propagandística vacía de toda viabilidad que no es otra que la de pretender en el mismo parlamento de la infamia, con las mayorías que lo hicieron posible y denunciando pactos elucubrados en las oscuridades por los demás partidos del régimen , la nulidad de la ley de bases. Con esto el paciente trabajo militante que en décadas intenta poner advertencia en torno de las implicancias que trae consigo la existencia del Estado dentro del orden social capitalista, recibe un nuevo obstáculo, pues son los propios disfrazados con banderas símbolos del socialismo, los que acuden a la apología de ese mismo sinestro estado opresor y siembran la fantasía de que el programa político de la burguesía encarado por la actual gestión de gobierno se niegue a si mismo por las propias instituciones parlamentarias que esa misma administración repudia y envilece aún más dando materialidad a la misma corrupción por otros medios. Nada más alejado del objetivo emancipatorio de la clase obrera que este oportunismo reformista que ya exhala olores de pestilencia.
Sin embargo ,hay algo más importante y contra lo que nunca van a poder, que es el hecho esencial de la existencia de hacer en cuerpo y mente la conciencia de clase. Duele ver las lesiones, los actos represivos, pero da vida esa voluntad de superar y estar que no cesa aún cuando apliquen todo el laboratorio tecnológico e ideológico sobre las tradiciones que se transmiten imperceptiblemente las generaciones sobrevivientes de la clase trabajadora .
Por eso, cuando hoy nos sorprendemos viendo a quienes se dicen luchadores, bregar por hacer realidad la revolución democrática de la burguesía justo cuando ella por sus hechos en sí, se descompone a los ojos de la jóvenes generaciones , es más que nunca necesario que RESCATEMOS NUESTROS ACTOS, REPUDIEMOS SU BARBARIE, e IMPUGNEMOS PARA SUPERARLO A TODO SU ORDEN NORMATIVO, SU INSTITUCIONALIDAD Y SU ESTADO. Hay quienes desde los libros y las tesis jamás comprenderán lo que es la fraternidad en la lucha, el auxilio al castigado y la alegría en la superación. Ahí está el factor humano, que en nuestros tiempos solo tiene un nombre y un escenario social posible: Socialismo.
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