
Dicen quienes saben de derecho que, en materia de ejercicio profesional de la defensa, la mejor forma de esconder un elefante es desatar una estampida de elefantes en una avenida. En los hechos, esa parece ser la estrategia tomada por quienes asisten al jefe del ejecutivo.
Sin duda, que el segundo momento de este mach entre sectores de la burguesía, cebados por la ausencia de respuesta combativa por parte de la vanguardia de la clase trabajadora y sus direcciones reformistas que no se habilitan a cantarle jaque a la gestión actual de los intereses de esa clase dominante , esta marcado por el presunto error de quienes suben un video a un canal dotándolo de la “entrevista” en bruto de Viale al presidente donde supuestamente este daría explicaciones interpretativas del primer round centrado en el mensaje que subió desde su sitio personal a una red social y el ulterior quiebre de las criptomonedas por las que había confesado su interés, aconsejándolas. He aquí el elefante, el segundo round, la “entrevista”, una manada de elefantes para que se hable más al día siguiente incluso por vocero oficial , del periodista que del entrevistado y el debate se corra hacia el rol del periodismo en esta república democrática decadente que del presunto comportamiento reñido con los ideales proclamados por el candidato en campaña, ahora exhibido en sentido pretendido inverso.
En la estampida de elefantes colabora de conjunto el grupo clarín, otro tanto hace A 24 con Carlos Ruckauf hablando de una confabulación internacional izquierdista que deja abierta la puerta para que volvamos al discurso de Davos, y nos declaremos partidarios del tiempo circular en la historia.
Hay una fuerte presión devaluatoria, pero no es la que sube a escena. Los capitales ingresaron al país, atraídos por blanqueos y operaciones financieras, nunca en plano de inversión exclusivamente industrial, o bien por lo barato que resultaba después del ajuste inicial montado por el gobierno, adquirir activos en quiebra por perdida de los burgueses involucrados de su respaldo en las políticas de subsidios del anterior modelo de gestión, que ya se venía anunciando tímidamente con Massa.
Al ingreso de esos “dólares”, como en un casino, que en este caso es el banco central, se canjearon para jugar a la timba, por fichas, de los colores y los nombres que se le quieran dar. Bueno, los apostadores perciben que ya se hizo tarde y comienzan a pensar en irse de la casa de juegos, rumbeando para la caja a fin de canjear las fichas por muchos más dólares que los que dejaron al entrar.
Claro, no alcanza con que sean muchos más en cantidad, ahora pide que su moneda se aprecie, y para eso como todo el sector agrario que se suma a la jodita, exigen que se opere una nueva devaluación.
En esa inteligencia y para mostrarle al señor de pelos revueltos y vociferador serial que cada pie en falso se lo van a contar y hacer pagar, lo pescaron con sus servicios en un acto que es de la lógica de su proceder temerario. Hay que recordar que este tipo ganó las elecciones diciendo que había que vender órganos y niños, por lo que desde allí es fácil esperar que coloques sus pies en algún despropósito y así fue.
Cuesta entender si es que no se recibe el paquete con beneficio de inventario, como un equipo de gestión política nutrido de obsesivos consecuentes, teniendo la pelota bajo la suela, la impacten con la pierna menos hábil cuando ello no lo ameritaba.
Cuesta comprender como los que ganaron una elección con militancia virtual y se la enseñaron a la izquierda “pa que aprendan y no sean tan dinosaurios reformistas de segunda internacional”, sean ahora justamente los que peor la usan. De igual forma, cuesta entender como Viale hijo, madera del mismo palo que el de su padre, que no es sino la cara visible de un equipo de operadores mediáticos adscriptos primero de todo a una empresa cuyos directivos se ocuparon de hacer saber en el tiempo que el cargo de presidente de la nación es un empleo menor en relación al que tienen, hayan realizado de manera negligente la publicación “ de lo que se presenta como el reportaje en bruto”
A tenor de las directivas que deja la estampida de elefantes, ese “bruto”, ese video sin “censuras” no es ni bruto ni censurado sino un inteligente modo de poner a los elefantes en acción y una actuación fenomenal del Sr. presidente, su asesor y el niño Viale, cada vez más parecido al gordito que tira la tiza y esconde la mano diciendo que sus compañeros fueron los autores del disparo.
A pensar entonces, que lejos estamos de nuestra ruta cuando nos metemos en estos barros sin botas altas y sin necesidad de ir por el barro. Si los trabajadores, advertimos que nuestro interés no es como forma el otro equipo, sino como armamos el nuestro, si jugamos a la defensa o atacamos con nuestros propios métodos , probablemente estemos en condiciones de afirmar y desde allí entender que no hay otro camino que la destrucción del actual orden social capitalista , sin detenernos en ese propósito a mirar como corren los elefantes y el elefante mismo, que no necesita ser buscado porque de lo que se trata es de terminar con el dueño del circo y con el circo mismo.
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