
La información dice concretamente que se produjo el hecho político concreto del rechazo en el senado a la formación con sus miembros de una comisión investigadora relativa a lo sucedido con la caída de una criptomoneda y la participación que pudiera haber tenido el presidente de la nación.
La cuestión se trató sobre tablas y no alcanzó, por un voto, los 48 necesarios para ser aprobada. El rol de los gobernadores radicales fue relevante al punto de que se produjo en el recinto, la aparición de un senador de licencia para garantizar el rechazo.
Todas las consecuencias que se viven desde el viernes pasado por la suerte de una criptomoneda y la relación o no del presidente con esa situación, parecen no tener fin , aunque en todos los casos operan básicamente en las estructuras políticas sin una visible manifestación de los sentires de la población, en particular de la clase trabajadora que como sucede en general no encuentra manera de canalizar sus demandas. Sin embargo, al concentrarse en el matiz y significación política del hecho, nuevamente en la cuestión del Estado se esta constatando la relevancia de la misma y su centralidad en nuestra existencia dentro de una sociedad de clases.
Por referencia al Estado, Lenin se ocupó de señalar que “ El problema es tan complejo y ha sido tan embrollado por los eruditos y escritores burgueses, que quien desee estudiarlo seriamente y llegar a dominarlo por cuenta propia, debe abordarlo varias veces, volver sobre él una y otra vez y considerarlo desde varios angulos, para poder llegar a una comprensión clara y definida de él. Porque es un problema tan fundamental, tan básico en toda política y porque, no sólo en tiempos tan turbulentos y revolucionarios como los que vivimos, sino incluso en los más pacíficos, se encontrarán con él todos los días en cualquier periódico, a propósito de cualquier asunto económico o político, será tanto más fácil volver sobre él. Todos los días, por uno u otro motivo, volverán ustedes a la pregunta: ¿que es el Estado, cuál es su naturaleza, cuál es su significación y cuál es la actitud de nuestro partido, el partido que lucha por el derrocamiento del capitalismo, el partido comunista, cuál es su actitud hacia el Estado? Y lo más importante es que, como resultado de las lecturas que realicen, como resultado de las charlas y conferencias que escuchen sobre el Estado, adquirirán la capacidad de enfocar este problema por sí mismos, ya que se enfrentarán con él en los más diversos motivos, en relación con las cuestiones más triviales, en los contextos más inesperados, y en discusiones y debates con adversarios”. ….”Y sólo cuando aprendan a orientarse por sí mismos en este problema sólo entonces podrán considerarse lo bastante firmes en sus convicciones y capaces para defenderlas con éxito contra cualquiera y en cualquier momento.”
La teoría del Estado sirve para justificar los privilegios sociales, la existencia de la explotación, la existencia del capitalismo, razón por la cual sería el mayor de los errores esperar imparcialidad en este problema, abordarlo en la creencia de que quienes pretenden ser científicos puedan brindarles a ustedes una concepción puramente científica del asunto. Cuando se hayan familiarizado con el problema del Estado, con la doctrina del Estado y con la teoría del Estado, y lo hayan profundizado suficientemente, descubrirán siempre la lucha entre clases diferentes, una lucha que se refleja o se expresa en un conflicto entre concepciones sobre el Estado, en la apreciación del papel y de la significación del Estado.
El Estado es una máquina para mantener la dominación de una clase sobre otra. El Estado es una máquina para que una clase reprima a otra, una máquina para el sometimiento a una clase de otras clases, subordinadas. Esta máquina puede presentar diversas incluso una república democrática, que proclama como consigna la libertad para todo el pueblo, que afirma que expresa la voluntad de todo el pueblo y niega ser un Estado de clase extremo que es puramente ideológico como se verifica en cotidiano por los propios actos específicos de sus tres poderes .”
Es en esta cuestión donde se entabla una lucha necesaria con aquellos que se dicen socialistas y sin embargo su eje de acción es en todos los casos la inclusión de sus aparatos de organización y sus prácticas dentro de esa institucionalidad y las formas del derecho que se da ese Estado, reteniendo el elenco de funcionarios, la exclusividad por vía de la legalidad del ejercicio de la fuerza sobre las personas.
En sentido inverso los revolucionarios son aquellos que bregan por la libertad de todo el pueblo a través de la previa destrucción de ese Estado capitalista, lucha que conduce necesariamente la creación de la República Socialista Soviética y la dictadura de los trabajadores.
Ese proceso de confrontación abierta, clase contra clase implica necesariamente la posibilidad y el desarrollo de una confrontación bélica.
Se ha señalado reiteradas veces que “La guerra es la continuación de la política por otros medios”. Esta definición también se aplica plenamente a la guerra civil. La lucha física no es sino uno de los “otros medios” de la lucha política. Es imposible oponer una forma de lucha a la otra, porque es imposible detener la lucha política cuando se transforma, por la fuerza de su desarrollo interno, en lucha física.
El deber del partido del proletariado es prever la inevitabilidad de la transformación de la política en conflicto armado declarado y prepararse con todas sus fuerzas para ese momento, como se preparan para él las clases dominantes. Aquel que piense que es necesario renunciar a la lucha física, debe renunciar a toda lucha, pues el espíritu no vive sin la carne.”(León Trotsky)
En ese sentido es que todas las polémicas, discrepancias y opiniones políticas deben ser revolucionariamente dirigidas al planteamiento de la concepción del Estado, a la necesidad de su destrucción y la construcción del poder obrero .
Las circunstancias ya cotidianas de la labor parlamentaria en Argentina dejan bien en claro que, la expresión de la voluntad popular, la resultante de la decisión general del pueblo, la expresión de la voluntad nacional, etc no se institucionaliza en la república democrática y en todo el orden constitucional vigente.
El Estado es una máquina que permite a los capitalistas conservar su poder sobre la clase obrera y así debe ser explicado pacientemente a la masa trabajadora por medio de su vanguardia organizada en partido de clase construido a diario en relación con la verificación o ajuste de su programa socialista. Esa explicación firme, continua y determinada no debe dejar dudas en torno al carácter violento del cambio social que se pregona y las exigencias que devienen de ese elemento dentro del fenómeno general del poder obrero. Este es el problema fundamental en torno del cual giran todas las polémicas políticas, las que lo hacen por fuera denuncian por ese mismo hecho su carácter oportunista y reformista.
Nuevo Curso