Nuevo Curso

REFORMA O REVOLUCIÓN. SOCIALISMO O BARBARIE.

Nuevo Curso

            “Rosa Luxemburgo era un águila que volaba muy alto, que a veces volaba bajo como una gallina; pero nunca he visto volar a una gallina como a un águila”. Lenin.

       Un recurso de la política de trocha angosta generada desde los que se referencias como izquierda o más osadamente esgrimen una representación de clase que diluyen con urgencia en los hechos concretos, acudir a las llamadas efemérides para generar un discurso de compromiso No es esa nuestra intención respecto de la fecha que pone en agenda el transcurso de un año más desde la muerte de Rosa Luxemburgo. No obstante, estimamos oportuno tomar su referencia militante para proponer un camino reflexivo sobre todo cuanto se vive en nuestro tiempo, con más de un siglo de distancia con aquel hecho trágico.

En un ámbito de crisis que se prolonga sin solución de continuidad, se torna evidente los efectos de esa situación de caducidad histórica del sistema, no tiene superación con remedios emergentes del propio órgano enfermo, por vía de reformas y pretendidas asignaciones de derechos subjetivos solamente declarados y raramente concretados.

Dicho en  otras palabras, abordar la cuestión siguiendo  la mera lucha economicista y de programa mínimo no significa un camino superador del conflicto .Tampoco lo es acudiendo a  pretendidas adquisiciones de conquistas propias de una revolución burguesa, en la medida que las declaraciones de derechos que constituyeron un  paradigmas  de aquel ciclo inicialmente vital , se ven a diario violentadas por los poderes fácticos naturalizados en los territorios obreros que hacen abuso del monopolio de la violencia otorgado oportunamente al Estado de la burguesía, combinado con condiciones de reproducción de la existencia material y cultural , significativamente miserables.

La II Internacional socialdemócrata, responsable político del deceso de Rosa Luxemburgo, luego de años sin revoluciones, comenzó un camino de alejamiento de la estrategia revolucionaria de la toma del poder camino al pacifismo revisionista. Ese es el destello de luz que arroja el oportunismo revisionista en la centralidad parlamentaria que adquieren los hechos políticos que se gestan desde la auto referenciada “izquierda”.

Los que así piensan y hacen, no hacen otra cosa que dejar ver su línea adaptativa a la república burguesa y a la democracia formal, que bueno es recordarlo sienta sus bases materiales y esenciales en la relación capital –trabajo, la propiedad privada y las formas jurídicas que le dan cuerpo, engendrando un sujeto alienado por la enajenación a partir de la producción material de mercancías.

En ese sentido, resulta útil recordar que todo esto no es nuevo y está probado por la historia, que, por los tiempos de militancia activa de Rosa Luxemburgo, había gente que pensaba y hacía de la manera en que hoy discursean estos trasnochados apologistas de la ley, justo en el tiempo en que la forma jurídica burguesa, cruje con base en la crisis mundial del capitalismo.

Una de las consecuencias de esta desviación en la Socialdemocracia fue pretender separar lo político de lo sindical y con ello la deriva necesaria a la continua adaptación al Estado burgués, extremos que facilitaron que cada vez fuera más difícil confrontar hacia una perspectiva de poder, y esa capitulación se acentuaría más adelante con la Primera Guerra Mundial.

Luxemburgo, en un potente panfleto antibélico que escribió en prisión en 1915, lanzó por vez primera la idea de que la humanidad se encontraba frente a la elección entre la victoria del socialismo o el fin de la civilización. La Crisis de la Socialdemocracia Alemana (más conocido como El folleto Junius, titulado así por el seudónimo que utilizaba para evitar la persecución), jugó un papel clave en educar y organizar a una oposición revolucionaria de izquierdas al liderazgo probélico del Partido Socialdemócrata de Alemania.

Rosa Luxemburgo dentro de esa perspectiva, también debatió con, Bernstein al ingresar al SPD alemán, el principal partido de la Segunda Internacional por vía del documento “Reforma o Revolución”

En paralelo,  y con objetivo inverso, fue  Karl Kautsky, quien enunció y  auspició una estrategia de desgaste progresivo y acumulación de reformas que sumadas entre sí generarían una nueva sociedad.
Hoy ,la base de todo este andamiaje discursivo  viene a revivir como farsa entre nuestros “pensantes” apologistas de la ley al sostener de manera no demostrada que ha terminado la etapa de crisis capitalista y  buscar encausar al activo militante en una era de reformas permanentes que llevaría pacíficamente hacia el socialismo.

En ese mismo contexto, frente a las señales de alarma que emiten todos aquellos que acuden al paragua abstracto y difuso del término “izquierda”, también es necesario recordar que, todo ese esquema conceptual y andamiaje táctico estratégico  luego de la muerte de Rosa Luxemburgo derivo en largo plazo, con el advenimiento del fascismo, frente al cual los maravillosos partidos socialdemócratas de masas , tan valorados y anhelados por estos tiempos, con sus múltiples parlamentarios y teóricos , fueron impotentes y claudicantes.

Es nuevamente la necesidad de consignas transicionales, la lucha por la construcción de poder obrero, la formación de una organización de la vanguardia de trabajadores con un programa, lo que se perfila como imperativo categórico.