El Ministerio de Seguridad del gobierno de la provincia de Santa Fe, silbando bajito estableció la obligatoriedad para todos los internos del Servicio Penitenciario Federal de realizar tareas de mantenimiento, limpieza, aseo e higiene en los espacios propios y comunes de los establecimientos donde están alojados. Una vez adoptado este acto administrativo, se ocupa de difundirlo masivamente por los medios de información que domina.
Las actividades de los internos serán no remuneradas y tendrán una duración de cinco horas diarias, según la Resolución 1346/2024 publicada en el Boletín Oficial.
La medida según ahora lo manifiestan, con el hecho consumado, apunta a promover la reinserción social y reducir la reincidencia, según lo estipulado en la Ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad (Nº 24.660) y la Constitución Nacional. Claro esta que el comunicado no dice en que forma la medida es eficiente y apta para esos objetivos abstractos que no son otros que los que dieron origen al sistema carcelario en la fundación del Estado nacional, donde la burguesía dominante por la forma jurídica de una ley superior, la Constitución Nacional estableció que esa sería la forma del poder punitivo en la sociedad, aclarando que los establecimientos carcelarios serian sanos y limpios, para seguridad y no para castigo de los reos objetivos que no solo no se cumplieron desde aquella fundación jurídica, sino que se invirtieron por vía de la aplicación de sistemas carcelarios que propios de una sociedad de dominación y vigilancia, reducen a los internos a un proceso definido de desubjetivación que los transforma en cosas y nunca hace de ellos personas en el sentido jurídico del término reduciendo sobremanera sus capacidades y consagrando su desigualdad ante el resto de la sociedad.
Se dice además, que el acto administrativo oscuramente concebido y profusamente difundido como hecho consumado, materializado en un decreto, busca disminuir la ociosidad entre los internos, considerada un factor de incremento de violencia y desorden en los penales, introduciendo con ello otro discurso de falsa construcción de verdad, en la medida en que da por cierto que es la ociosidad la causa de la violencia intracarcelaria, cundo esta no es otra cosa que un efecto necesario de la condición de encierro y degradación a la que se somete a los penados. Por lo demás las personas, para dejar de estar ociosas pueden fundamentalmente estudiar, crear artísticamente , pero nunca dejar de ser persona porque en ese caso tampoco es posible hablar de ocio, resultado necesario de la libertad de determinación de un sujeto, elemento esencial del que carece el penado dentro de una cárcel. Activar una actividad humana obligatoria, y no remunerada, apropiándose de una u otra manera del resultado de esa actividad, no es otra cosa que esclavitud, en Rosario, en Coronda o en la antigüedad .
Con estas determinaciones de cuatro personas, que están en sitios donde se adoptan esas decisiones sin elección de la población , no se hace otra cosa que confesar además que la lógica del encierro como política criminal que declara internamente por el aparato de las agencias represivas del Estado , la guerra a los particulares, como todo en una sociedad capitalista demanda dinero para su desenvolvimiento y que este , cuando la sociedad entra en crisis se concentra en manos de pocos, que ahora ni siquiera quieren asumir los costos de ocultar personas tras los muros. La cárcel no mejora al sujeto, no lo humaniza ni lo resocializa por impedimento propio de su funcionamiento y la carencia de libertad que se impone a quienes dan con sus huesos en ese sitio. La propia existencia de las normas que instituyen la reincidencia como agravante de las condenas, dan cuenta institucional de su fracaso y de como la institucionalidad jurídica vigente encubre ese resultado negativo, con más de lo mismo. Fuego que pretende apagar fuego,
Finalmente la determinación clasista gubernamental deja en claro que es El Servicio Penitenciario Federal quien será el encargado de elaborar planes y cronogramas específicos para estas tareas, además de supervisar su cumplimiento, lo cual aumenta en los hechos la definición de quienes son los amos al interior del penal y como cada día más se les empodera. La pregunta es quién controla al Servicio, cuándo y cómo si los altos porcentajes de rechazo de los habeas corpus correctivos iniciados por los detenidos a través de familiares u asociaciones de apoyo , arrojan cifras abrumadoras de resultados negativos, siendo que las carencias denunciadas se exhiben en todas las cárceles del país.
El propósito último de la ahora profusa difusión de este acto administrativo en las redes sociales y medios de comunicación , no es otro que habilitar una corriente de opinión pública favorable a la iniciativa, montada sobre la ya profusa política criminal del odio al otro, impunidad al represor dentro del esquema de guerra al delito. Se habrán de leer u oir a mucha gente que desconoce las modalidades , los alcances y la servidumbre que lleva implícita la cárcel y que se sentirá respaldada por la formación del sentido común en torno al “que laburen esos vagos” , o el ya famoso “que quieren todavía que los tengamos en un hotel cinco estrellas”.
Para no caer en esa visión antropológica y no hablar sin conocimiento del fenómeno en sí, dejamos silenciar nuestra palabra y se la damos a un sobreviviente de ese infierno, que hoy, desde los esfuerzos que le implican l vida cotidiana en escenarios de limitaciones materiales y pobreza que nos son comunes a la mayoría, se ocupa ya en libertad después de un prolongado tiempo de encierro de darnos sus certezas, con sus palabras .
En ese sentido es que Wam Eliam nos dice:
“Pedir que las cárceles sean sanas y limpias es justificar y apoyar la existencia de una institución que debe desaparecer.
La mejor cárcel del mundo no está ni en Finlandia, Alemania, ni mucho menos tiene posibilidades de serlo en los países pobres del resto del mundo. Eso es así porque, la mejor cárcel es la que jamás se va construir. Ese pensamiento para mi no se negocia……… Ahora si el gobierno quiere, para desviar la atención publica muy centrada en actos y actores que perjudican a las mayorías populares, salir y hablar de cárceles, entonces lo necesario es que todos demos nuestras razones sobre el tema .Entonces hablemos.
Aparecen con discursos en donde quieren justificar lo que no lo permite, es decir, lo que no se puede justificar de ningún modo.
Para que las cárceles sean sanas y limpias lo primero que hay que hacer es no permitir que los funcionarios se roben todo, lo que es asignación de partidas afectadas al funcionamiento. Porque jabón y Lavandina es un lujo para pocos en las cárceles del país.
Dejen de copiar, importar modelos de otras sociedades para después en los hechos imponer brutalmente esquemas fracasados, sencillamente porque lo que fracasa es la cárcel o cualquier dispositivo que prive al hombre de libertad y solo busque su castigo .
Siempre que hay algún problema político mayor, se acuerdan de la cárcel escondiendo la selectividad del castigo que permite que haya tipos que tienen la capacidad de saquear un país ,son los que no recorren los pasillos oscuros de los penales, comisarias ,contenedores, ni los sotanos de tribunales. A la par, hay otros que se mueren todos los dias, por acción o inacción, esos son la mayoría de los que sufren el castigo-encierro carcelario. La carne de cañon que abastece a un sistema corrupto y fracasado.
Y quiero marcar esto como contrapunto de lo que la mayoría quiere y declaman como solución del conflicto social que implican algunas conductas que se reprimen para proteger lo que no se protege:La esclavitud carcelaria
La servidumbre carcelaria se simplifica con el trabajas y comes o no trabajas y morís, porque esa falsa alternancia existe desde el mismo momento que existe la cárcel. No es novedoso, mucho menos ingenioso El trabajo carcelario existe. No es trabajo en el sentido de la modernidad capitalista que todos los seres humanos emplean para satisfacer sus necesidades primarias. Esto que se propone es una actividad en contexto es esclavista, que como tal transforma al ser humano en un objeto, en una cosa bajo el dominio de otro. Esclavista porque te hacen trabajar por la fuerza y no te pagan y no registrado porque en los papeles no existis o se registra menos de lo que se hace. Y va ser siempre asi porque alguien se la tiene que llevar.
La cárcel y estos modelos que ahora se buscan por los gobiernos como sistema carcelario específico , es un sistema en donde convergen todos los poderes del Estado y se reparten la torta y la tortura. Y les aseguro que no te dejan ni las migas”
Por fuera de esta opinión que consideramos significativa porque en ella se da voz a los que no la tienen, desde Nuevo Curso, dejamos en claro nuestro posicionamiento que excede los intrincados propósitos de un acto administrativo más. En las cárceles de Argentina y por supuesto en las de Santa Fe donde el cinismo de los funcionarios generan el tipo de determinaciones que comentamos, se violan sistemáticamente todos los componentes específicos de la condición human y eso sucedió y sucede, ayer, hoy y mañana., en tanto la funcionalidad que asume el castigo penal carcelario a la reproducción consensuada del capital. Por eso ni la superpoblación carcelaria ni las condiciones de los lugares de encierro deberían ser un tema de conyuntura ya que excede este momento de crisis.
La cárcel es la pena moderna -desde hace 300 años-, a partir de lo que podemos llamar el despliegue del Estado Moderno. El capitalismo funda la cárcel como espacio de castigo “legal”. La cárcel es una maquinaria política del orden social dominante, un espacio de producción de sufrimiento y de dolor. Se “justificó” a partir del siglo XIX y buena parte del siglo XX, en nombre de la resocialización de aquellos que habían roto el pacto social. En realidad, quienes van a la cárcel son los que son seleccionados por el sistema penal con una persecución selectiva, discrecional y arbitraria sobre los sectores más desposeídos. Es una forma del gobierno de la pobreza. Quienes están en la cárcel, en su gran mayoría, lo están por delitos de bajo impacto, lesivo y dañoso, salvo excepciones que son por delitos vinculados a la integridad física. En los últimos 50 años se desenmascara que la cárcel no resocializa ni reeduca. Es una maquinaria de producción de delincuencia y violencia por parte del Estado, y de una fuerte degradación de las personas alojadas allí.
desde la violencia directa física, la moral, la simbólica, la económica, produciendo falta y escasez, que es una forma de gobierno donde se rompen las relaciones de solidaridad, con la falta de comida, elementos de limpieza, colchones, asistencia a la salud, falta de remedios, producción permanente de incertidumbre que es una de las peores violencias. La incertidumbre en relación a su causa, si va a seguir sufriendo esa cárcel u otra, si le dejarán ingresar a la visita. La gente que está ahí, pobre en su mayoría, no solo debe garantizarse la sobrevivencia, sino además preservar su integridad física, porque siempre está en juego vivir o morir-
Nuevo Curso