El tiempo impone que el calendario señale la llegada de un nuevo 1 de mayo. Presuroso en su formato de organización política de efemérides, el FITU difunde un cartel que en letras rojas dice ACTO OBRERO, SOCIALISTA, INTERNACIONALISTA. “abajo el pacto con el FMI y El Ajuste”.
Me detengo en la observación de esa propaganda. Pronto el recuerdo de Larralde y aquel
Cruel en el cartel
la propaganda manda cruel en el cartel
y en el fetiche de un afiche de papel
se vende la ilusión, se rifa el corazón,……
Curiosa cuestión la que deja ver la situación . Esta cooperativa electoral, ni aún en su táctica parlamentarista hizo hincapié en campaña en ninguno de los tres ejes. No plantearon el poder obrero ni asomaron al clasismo ya que , como alternativa propusieron parlamentarios en el poder burgués. De socialismo ni la palabra en sí . Usaron anticapitalismo excepcionalmente. Apelaron al feminismo. A las políticas de derechos, pero en ningún caso la referencia a un programa con ese perfil revolucionario que importa la estrategia de abolición del Estado burgués , y mucho menos indicaron al sujeto que encarna esa estrategia. Finalmente y más que curioso resulta, el internacionalismo de cuatro organizaciones que ni siquiera se unifican en un mismo aparato internacional, al que no concurren a construir sino a envilecer con sus planteos alejados del programa fundacional. Organizaciones que incluso asumen posicionamientos divergentes frente a los acontecimientos internacionales. En definitiva. Un manotazo de ahogado por quienes buscan la imagen y el voto y hacen culto de las efemérides para recordar lo que no son y lo que no se proponen ser es decir, poder obrero, socialista e internacionalista.
Un acto obrero, socialista e internacionalista, no pone el eje en aspectos de una dominación y explotación social, sino que denuncia a ésta de conjunto y llama a repudiar al régimen político que la sostiene . En ningún caso el acuerdo con el FMI es de la esencia del agotamiento de la reproducción capitalista en nuestro país , en la medida en que es esa explotación la que impide la verdadera liberación social de explotados y oprimidos . No es cuestionando al ajuste sin señalar el camino, que se reivindica las luchas obreras en las historias. No es negando esa lucha por vía del aparateo en la calle con un acto en formato de misa laica dominguera como se construye la condición existencia de los obreros y trabajadores como clase para sí. Es tiempo de un salto en calidad, que importe dar contenido programática a la defensa contra la acción de la burguesía . Es tiempo de abandonar un instrumento que nació preñado por el utilitarismo oportunista de las burocracias políticas enquistadas en esos sellos para vencer una proscripción electoral y nunca se propuso avanzar hacia la concreción de las tareas políticas de la coyuntura . Es tiempo de negar la negación del FITU y avanzar hacia la construcción estratégica de un partido obrero revolucionario.
NUEVO CURSO