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EL CRETINISMO PARLAMENTARIO

Lleva ya un tiempo largo de desarrollo, una situación objetiva que está dada por la presencia de parlamentario que se reclaman por vía de su autoproclamación como la voz de los trabajadores en el congreso nacional y en las legislaturas provinciales. 

El primer diputado desde la instalación de la transición democrática que vino al rescate de la dictadura y sus prácticas genocidas por vía de recitar el programa de gobierno del preámbulo de la Constitución Nacional, luego de ajustar el programa partidario a los paradigmas burgueses de ese estatuto supralegal fue Luis Zamora quien en 1990  supo ajustar sus propuestas a las ilusiones democráticas que se instalaron en el sentido común de los trabajadores.

Luego pasaron por esas instancias institucionales una serie de personas que se creyeron el personaje de pregoneros del pueblo , pero que en su encadenamiento no han hecho otra cosa que ser funcionales al orden burgués por vía de la crítica de lo dado y la ausencia de señalamiento de cuál es el camino a emprender para superar lo negado, llegando incluso a comprar la herramienta nodal del régimen burgués que es la forma jurídica y el producido de esos parlamentos, la ley, como el vector que posibilita esos cambios , sin alterar las estructuras y superestructuras del orden burgués capitalista.

Este embellecimiento del parlamento que ha presidido la  intervención de quienes pretenden ser voceros de los trabajadores  oculta un hecho socialmente objetivo que es que,  en el capitalismo: la crisis, el cierre de empresas y la desocupación no se suprimen con decretos, ni con discursos y leyes. Pensar que pueda ser de otra manera, , es síntoma de “cretinismo parlamentario”, afección que que se expresa en la solemne convicción de que todo el mundo, toda su historia, todo su porvenir se rige y determina por una mayoría de votos emitidos en esa singular  parte de la institucionalidad burguesa y que cuanto sucede extramuros de su sede, es nada.

Esta claro a la luz del tiempo transcurrido y la experiencia que aporta objetivamente este derrotero que los parlamentarios  que resultan convocados a constituirse en la izquierda del régimen republicano , no tienen en mira adecuar sus acciones a la transformación de las relaciones sociales , ni tampoco agotar el estado alcanzado por esta, sino solamente aclarar críticamente a las masas  la situación históricamente dada.

En ese contexto es donde resulta indispensable difundir y comprender que si se alcanzas el posicionamiento político que nace de la ocupación de esas bancas , lo prioritario no es buscar la verdad de cuanto sucede en la sociedad, por la falsedad de su ideología y su simple denuncia, sino tomar por punto de partida  las prácticas sociales efectivas y tratar de fiar el mecanismo , frecuentemente inconsciente de su producción y funcionamiento .

Los parlamentos son instituciones del orden existente , que buscan legitimar la democracia burguesa y ocultar su verdadero carácter de dictadura del capital . Las cámaras que integran el poder legislativo del Etdo montado por la burguesía  existen y se predisponen en ese contexto de necesaria dominación de clases, para engañar a los explotados y oprimidos ,  y para encauzar el descontento que puede emerger en períodos de crisis como el que sobrellevamos , en los distintos sectores que pujan al interior de la propia burguesía.

Todo esto hace que la situación de la clase obrera en Argentina tenga ribetes de tragedia  porque no aparece ninguna salida seria a la crisis capitalista  y los intelectuales que se dicen partidarios de la lucha , se  empeñen en la difusión de sus negaciones  y el de presuntas salidas irrisorias, dentro del orden social capitalista. La situación en Argentina desde la perspectiva de la ocupación de bancadas parlamentarias por quienes dicen representar los intereses de los trabajadores  no implica en ningún caso superación de lo dado, sino en la expresión de un compromiso  con las pretenciones de un programa economicista mínimo y practicas reformistas . El intento de defender los propios intereses de aparato electoral , más que el empeño por la superación histórica del orden social impuesto por la burguesía dominante.

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