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 LAS TAREAS  POLÍTICAS DE LOS TRABAJADORES.

Si compartimos como premisa que la relación política de las fuerzas sociales está determinada no solo por los datos objetivos (rol en la producción, número, etc.), sino también por datos subjetivos, se puede advertir que ambos factores determinan que la conciencia de la propia fuerza es el elemento más importante de fuerza real en lo que se refiere a las clases en lucha. Así y desde esta perspectiva es posible advertir que mientras que la burguesía eleva día a día la confianza en sí mismos de los pequeño-burgueses desclasados, los grupos dirigentes que se proclaman defensores de los intereses de los trabajadores, debilitan su voluntad predicando que la “situación no es propicia para la transformación revolucionaria de la sociedad.

En igual medida , también es posible advertir que el dominio mundial del capitalismo en su contexto de desarrollo global con fusión de capital industrial y financiero en grupos multinacionales, pese a su crisis en la estructura reproductiva sigue manteniendo capacidad para someter y mantener en sus paradigmas culturales a la mayoría de la población y en particular a la clase trabajadora. Es ese poder global mantiene a la sociedad de clases y producción generalizada de mercancía en valores y aspiraciones funcionales a esa objetividad.

En nuestro país, en contexto de una crisis global del capitalismo , con detrimento del proletariado carente de defensa eficiente, todas las fuerzas de la burguesía de conjunto, más allá de antagonismos particulares están generando una una política de administración , con reproducción de la acumulación capitalista por las que industria, agricultura, enseñanza, prensa, justicia siguen adelante sobreviviendo a fuerza de miseria generalizada en explotados y oprimidos

Vista así las cosas esta perspectiva permite una primera afirmación relativa a la objetiva obscenidad de esta sociedad en la medida en que produce y expone sin decencia una sofocante cantidad de mercancías, mientras priva a sus víctimas de lo necesario para vivir . También se exhibe esa incontinencia en los discursos y en la sonrisa de los operadores políticos y en la construcción de sentido común generada desde medios de comunicación masiva, redes sociales que canaliza la exposición de la pseudo sabiduría de los intelectuales afines a esos intereses dominantes.

Dada esta constatación, que reiteramos luce con caracteres objetivos y no es pasible de cuestionamientos de orden subjetivo, y en una situación de lucha de clases prerrevolucionaria, también resulta imperioso concluir en que , si no llevamos adelante una política revolucionaria, el tiempo trabaja contra nosotros. “Esperar”, en un presunto mientras tanto, entrelazando acuerdos de clase, gestando frente populares y políticas de acumulación parlamentaria, son las consignas de los reformistas aunque se autodenominen “izquierda”, de los sindicalistas, de los estalinistas, que en todos los casos se alimenta en la premisa radicalmente falsa según la cual el tiempo trabaja para un cambio social remoto, operativo en un futuro aleatorio de realización de los intereses del proletariado y demás sectores sociales oprimidos.

Lo y relevante es que no existe posibilidad de otro orden social si en el presente no se gesta la tendencia contradictora que corporiza una estrategia revolucionaria de poder obrero, es decir , si no surge física e intelectualmente una tendencia contradictora en el hacer cotidiano de la clase trabajadora en sí en necesaria dialéctica constructiva de clase para sí que implique una ruptura con las maneras habituales de comprender las cosas y la falsa conciencia de la “buena voluntad del poder estatal existente”

Necesitamos la unidad de la clase trabajadora expresada en un frente político, concentrado en las tareas transicionales hacia la construcción de la democracia obrera y el poder obrero. Eso es lo que impone la situación de la lucha de clases y da cuenta de la urgencia de tareas defensivas estratégicas en esa lucha frente a la amenaza existencial que implica que la sociedad burguesa que perfila el capital, se sostenga a como sea.

La verdad entendida como el mejor acercamiento racional a un fenómeno, se alcanza con el esfuerzo militante del pensamiento en permanente confrontación con la realidad del fenómeno a conocer y consigo mismo . Es tarea del momento la unidad de los luchadores, con actividades marcadas por los métodos de la clase que han sido consolidados por la historia con un pliego de reclamos comprensivo de consignas transicionales que exponga los principales problemas de la existencia cotidiana a partir de la concreción de un salario y jubilación móvil que garantice con dignidad nuestra existencia en paralelo con la concreción real y no puramente declarativa del derecho al trabajo.