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IMAGENES DE BARRIO. LA INCIDENCIA DEL FACTOR SUBJETIVO EN LA CONFRONTACIÓN SOCIAL. SOCIALISMO O BARBARIE

Hoy lamentablemente nos toca dar estás malas noticias…otra vez se metieron en nuestro club nos robaron ,hicieron daño sin importarles nada Ojalá algún día alguien escuché nuestros reclamos y puedan darnos una mano…..Lo lamentamos x nuestros niños

       Así se expresaban los responsables de un club de barrio, de la ciudad de Rosario. Todo el mito del esfuerzo colectivo, el sentimiento de pertenencia con el barrio, la importancia de tener los hijos en actividades no contaminadas con el medioambiente social se desvanece en estas expresiones que además dan cuenta de una suerte de impotencia por la base que acude en desesperación a las fuerzas del Estado , que no pueden ser, llegado a este caso, otra cosa que respuestas represivas en contexto jurídico de derecho penal, delitos-penas y castigos

        Lo cierto es que por acciones humanas de este o similar tenor, también los maestros y directivos de las escuelas, sin dejar de tener presente la propia acción de los sindicatos, también reclaman “seguridad” para sus labores , siendo el sujeto hacia quien se dirige el reclamo el mismo Estado.

         La pregunta que se impone es la siguiente. ¿ El Estado, no tiene nada que ver con que esto suceda?¿ Las personas que protagonizan estas acciones, son emergentes de que forma de vida? Si se revisa un poco, se verá que esa misma forma de vida ideológicamente hegemonizada por el Estado de la burguesía, no es otra que aquella a la que propenden los contenidos educativos, tanto en la reproducción mecánica que hacen los docentes en las escuelas, como en las intervenciones diferenciales y plagadas de sentido común preformateado que hacen los que vuelcan esfuerzos en la conformación de los clubes de barrio, que más temprano que tarde terminan pidiendo subsidios u otras yerbas similares al propio Estado.

         Qué otra cosa que la exclusión se sigue de los dictados educativos o las alambradas barriales . Que otra cosa que una suerte de fuerte en el lejano oeste implican hoy estas instituciones , que en definitiva solo terminan siendo funcionales a los propios estatutos fundadores del régimen burgués que nos explota y oprime.

        La distancia, la exclusión, la vereda, la zanja entre quienes se refugian en la escuela , los campitos cercados para jugar a algo, con sus directores o responsables que producen sus acciones teleológicamente determinadas a reproducir un orden social basado en la propiedad privada, la explotación del trabajador, la expulsión de la producción por vía de los despidos y la ausencia de creación de empleo , etc.

        Así vistas las cosas, quienes se alistan en estos enclaves desconocen su contexto. Se posicionan de espaldas al medio , condicionan su existencia a la “ayuda” del Estado , deberán advertir que el mismo sistema que reproducen a diario, los ubica en la barbarie, en el todos contra todos, en la lucha entre los explotados y oprimidos y los arrima a la “solución “ fascista del odio por el otro, a quién se le responsabiliza por la acción inmediata pero nunca se visualiza a quienes desde el poder económico concentrado y sus operadores políticos, lo sitúan en esa emergencia.

        No es tiempo de convivencia pacífica entre distintos, con igualdad formal ante la ley y consenso para el dominio cultural de los económicamente poderosos . Esa forma de sobrevivencia da signos significativos de agotamiento y nos expone a la barbarie capitalista.

        Esta situación impone una actividad exclusivamente política, que avanzando sobre las acciones sociales de sobrevivencia trace un puente hacia la intervención política independiente de los trabajadores acaudillando a todos los sectores socialmente oprimidos y explotados en pos del poder obrero y la instauración del programa socialista. Esta es la única opción posible frente a la barbarie capitalista que nos pone en lucha individual o grupal entre los desplazados. Es clase contra clase y no guerra entre empobrecidos y desplazados .

       La reproducción del capitalismo en plano estructural se ve sensiblemente perturbada por sus propias contradicciones internas. Vivimos en un país capitalista atrasado, en un mundo dominado superestructuralmente por el imperialismo. Las formas de vida más primarias y de subsistencia a las que se somete a la mayoría de la población contenida en la clase trabajadora y los que han sido excluidos del trabajo formal , se combinan con formas de vida y producción propias de los más altos desarrollos tecnológicos del capital .Esto hace que la lucha por las más elementales reivindicaciones democráticas  se vean ligados a la lucha por el socialismo .Las consignas democráticas, las reivindicaciones transitoria y los problemas del poder obrero no se establecen en etapas , sino de manera conjunta y combinada .

        Los sucesos que a cotidiano ponen a un trabajador en conflicto con sus vecinos ubicados por fuera de la economía capitalista formal no pueden ser resueltos por las apariencias formales de la república burguesa. Exigen su superación por vía del inicialmente responsable de los mismos , que no está entre los sujetos que lo protagonizan en concreto sino en las estructuras de poder que consagran el modo de sobrevivencia en que nos vemos incurso. El programa democrático burgués que muestra su insuficiencia, es preciso que lo sobrepasemos en la lucha por el programa socialista, por vía de la organización política de clase. Lo contrario será ver caer todo esfuerzo voluntarista por mantenerse en este orden social decadente que impone el capital y pagar con creces las consecuencias de la barbarie .

    En los acontecimientos sociales en contexto de lucha de clases no hay una sola dirección, un solo  sentido sino varios. El  el papel de los trabajadores en su enfrentamiento de clase , dirigido por su partido, no es simplemente apoyar, abreviar o acelerar el proceso histórico confrontativo , sino decidirlo.

      “Nosotros nos encontramos hoy, , ante la opción: o el triunfo del imperialismo y la caída de toda la civilización como en la antigua Roma: despoblación, destrucción, degeneración, un vasto cementerio, o la victoria del socialismo, es decir, la acción consciente de lucha del proletariado internacional contra el imperialismo y su método: la guerra. He aquí el dilema de la historia mundial, una alternativa en la que los platillos de la balanza oscilan ante la decisión del proletariado consciente” Rosa Luxemburgo, Escritos políticos , pág. 446.

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