NUEVO CURSO
Desde mucho tiempo a esta parte , dentro del objetivo de desarmar al enemigo para quebrantar su voluntad de resistir e imponerle una relación servil que con el tiempo trasmute en consenso voluntario por reiteración de un hacer cotidiano, se impuso desde la clase dominante la idea de perforar las estructuras conceptuales de la vanguardia obrera y socialista gestada en nuestra sociedad sobre la que originariamente se descargaron por una dictadura cívico militar , prácticas genocidas que tuvieron a ese sector de la sociedad como sujeto pasivo y víctima de una voluntad política de aniquilación de carácter significativo.
Dentro de ese objetivo, al interior de la clase trabajadora y sus futuras generaciones se lanzaron con premura reflejos ideológicos de tentativas críticas producidas sobre el marxismo, por pensadores que inicialmente se reputaron como progresistas o de elaboración crítica sobre lo dado a partir de la premisa de dar por objetiva y verdadera la idea de derrota final.
En ese contexto y buscando brevedad queremos detenernos en ese sesgo con ribetes de imperativo categórico que se impuso una suerte de “nueva izquierda” que lejos de tomar impulso en las fábricas y barriadas populares, por fuera de las prácticas culturales de proletarización propias de la lucha antidictatorial , tomó plataforma de lanzamiento en los pasillos de las facultades, en los trabajos intelectuales que se presentaban en las carreras de psicología, ciencias sociales o ciencias políticas. También lo hizo en infinitos kioscos que montaban los que decían saber y habían captado alguna cátedra al estilo pirata al abordaje de la universidad nacional, gratuita, para luego “vender” cursos , seminarios y otras yerbas , por precio, el mismo que fustigaban cuando ingresaban a los claustros universitario.
El imperativo corrió entonces desde los noventa hacia adelante, clamando por el aggiornamento de las prácticas militantes, la imposición de nuevos lenguajes, nuevas prácticas, buscando denodadamente poner en el olvido por otras vías las luchas de los compañeros caídos en la década del setenta.
Andando el tiempo, estos como aquellos, por una u otra vía sepultaron una tradición de lucha obrera. Se excluyeron de la militancia paciente y ordenada, para imponer la militancia de la marcha callejera al punto de transformarlas en un rito inerte con asimilación a una procesión, mas que a una instancia de lucha. Lejos de formar parte del torrente social de una clase, el objetivo fue diferenciarse, sea con pinturas en el cuerpo, aritos, y una jerga excluyente del hacer cotidiano de cualquier trabajador. En otros términos, primero autopercepción, segundo iconograria y tercero la exclusión cotidiana al distinto del distinto, construido por esos aparatos sectarios.
Lo cierto es que tanto ha sido la búsqueda de modernizarse, que hoy constatamos que la persona más votada desde ese renglón de la sociedad, no reúne por sí misma y su pretendida “organización “ ni el tres por ciento de los votos, factor que no le impide seguir produciendo imágenes tal como lo hacen sus presuntos enemigos de clase. Dicho desde el tango : tanto andar por ahí haciéndose el diverso, para acabar en el mismo lodo, todos manoseados
En este charco , una abogada levanta el dedito en sus cinco minutos de historia y denuncia, denuncia y denuncia. Sin embargo, como hace ella con su tres ´por ciento para que algo de todo lo que le ladra a la luna, tome cuerpo en la realidad. Cómo hace la hoy señora de trajecito verde, para dejar de pretender ser la negación de lo que denuncia y empezar a lograr su superación . Lo lamentable sería que esto último no estuviera en su agenda y que su labor sea solamente convertirse en el payaso que desde la izquierda de la escena busca sobrevivir de las migajas que le tiran los denunciados.
Al igual que las PASO, los debates electorales tienen un solo sentido: conformarse como eslabones de esa gran cadena constructora de ideología que implica el proceso electoral y la confirmación por consenso del sistema de gestión del poder burgués por vía de la democracia indirecta, sostenida con cimiento en la idea de representación política . Dicho en otros términos no son otra cosa que herramientas que se emplean para la consolidación del régimen institucional de dominación de una clase explotadora sobre otra, ficcionando en torno a una pretendida participación , que no es otra cosa que la exponencial pasividad de la población.
En el caso del pretendido debate de ideas, las reglas son pactadas en protección de los “artistas de turno”. En ese mismo orden de ideas, predomina la estructura rígida y esquemática con base en un libreto precocido y listo para ser servido con formato de comida chatarra..
El artefacto ideológico está planteado básicamente para que los actores en escena le hablen a los propios, al estilo del cuento .”Espejito quien es la más linda” . Sin perjuicio de ello, todos y cada uno de los protagonistas del teatro televisado coincidienron en no polemizar en torno a la idea prevalente de la prevalencia del orden por sobre toda instancia posible de cuestionarlo en sus fundamentos . En ese contexto , la señora de las cuatro décadas, se ocupó de la zoología aclarándoles a la vanguardia obrera que es un león y que es un gatito mimoso. Total si después a quien se indica como gatito le toca en suerte ocupar la presidencia, sus medidas de ajuste y redistribución de la riqueza en mayor favor de los sectores concentrados del poder burgués, no será ese un problema de su naturaleza preestablecida de “gatito” sino una contingencia del devenir azaroso de la existencia.
La diputada del PTS , puesta en ese espacio escénico y actoral, por menos del 4 por ciento de los votos, al igual que el triste papel que en la historia le cupo al benemérito Alfredo Palacios , seguidor de Justo y no de Marx , se proyecta como la reserva moral en el Congreso olvidando que si hay un sitio donde no se expresa la moral revolucionaria es en esa escribanía del poder burgués.
En definitiva, un eslabón más del desarme ideológico de la clase trabajadora. Un ladrillo más para la elevación del muro de poder burgués en donde han de ir a chocar los fieles de esa cooperativa electoral al tiempo en que la lucha de clases les exige otra política hacia la clase obrera en sí.
Es así que llegamos a la frase pícara, aparentemente espontánea y grandilocuente, que a la vez significa su propia desnudez, con la que la imagen se muestra tal cual es, solamente una imagen. “Milei no es un león es un gatito mimoso “ dice la abogada . Una frase efectista, más adecuada para desubicar a un fiscal en una audiencia que para motorizar la necesaria transformación social. Sin embargo, lo cierto, es que si se detiene uno sobre ese micro-discurso estamos viendo , que la propia farándula oportunista y reformista del FITU, mientras juega con la idea de fascismo, y de la necesaria unidad contra el enemigo, aparece en escena para decir justamente que el enemigo es “un gatito mimoso”.
Estamos así frente a una autodefinida socialista, que niega el comunismo como Pedro a Cristo , que no ha encontrado otra forma de preservación del aparato sectario del que emerge que desarmar al trabajador en lucha de todo concepto ideológico que le sirva de referencia programática , minimizando al enemigo de clase.
Hacer pasar por gato a Milei, exhibiéndolo a los trabajadores como una farsa, cuando en realidad la presencia de Milei en escena implica un signo de la crisis política de la burguesía como clase expresada en la puja de sectores a su interior por la definición de la selección de su personal político, es una colaboración directa al desarme de la vanguardia . Es que la crisis no es solo para los dominantes sino también para quienes se sienten cómodos en la servidumbre.
Es tiempo de dar la espalda a esta dirección política y encarar la tarea imprescindible de gestación de una verdadera dirección a partir de los métodos de la propia clase trabajadora. Las circunstancias objetivas de la realidad argentina impiden dilaciones en esa tarea altamente retrasada. Repudiemos la farsa electoral no votando, organicémonos para la defensa resistente, frente a las políticas de hambre y explotación vehiculizadas por el poder burgués.