NUEVO CURSO

Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.
Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.
(Octavio Paz)

Los comentarios del día giran en torno a la confirmación de la designación de Caputo en el Ministerio de Economía que se suma a la de Bullrich en el ministerio de seguridad. Esta evidencia le remite a los cultores de la democracia representativa y el voto la entidad de la defraudación practicada a quien con su documento se presentó en un domingo de noviembre delante de una mesa e introdujo un sobre en una caja.

También se sumaron al fraude todos aquellos que hicieron apología de la democracia como forma de gobierno de un régimen constitucional que instituye con efecto normativo y sancionatorio la república democrática.
Las víctimas iniciales de la maniobra no pueden ser otras que las familias de trabajadores y desocupados convocados a darle consenso a lo que luego no es, sino que se trasmuta en otro escenario. Basta reparar en los famosos debates televisivos para ver hoy a quienes “debatían” abrazados entre sí y colocando ministros o funcionarios de primera y segunda línea en el poder como lo son emblemáticamente Bullrich y Giordano por Cambiemos y el “cordobesismo” ambos amparados tras el telón de la escena por los intelectuales orgánicos a la fundación mediterránea.

Lo cierto es que la información apunta a perfilar un gabinete de “timberos blanqueados como financistas, represores responsables por los últimos actos de violencia estatal más significativos, asociados a los servicios de inteligencia que EEUU monta en la región, banqueros y formadores de precios.
Sin duda estas situaciones conmueven a las masas si además vienen acompañadas de una suba de precios en disparada y solo perfilan un escenario de mayor carestía e incertidumbre en cuanto a la permanencia en la fuente de trabajo.

Si esas noticias nos abruman, no por ser tales sino por los hechos humanos degradantes de esa condición de los que pretenden dar cuenta.
Si sucede que todos los días fuiste vamos por lo nuestro y por la existencia de quién trabaja y solo conseguiste pobreza, silencio y muerte.
Si la indiferencia y la prepotencia generalizada de los propietarios nos pone en el lugar de la “anormalidad” y nos amenaza con sus normas de castigo.
Si todo parece encontrar una senda socialmente terminal en este juego y el “Game Over” se enciende con cada vez mayor frecuencia.

No viene mal la literatura. No viene mal el cine. No viene mal saber que esto que nos pasa, no es un fenómeno individual o transitorio y que a pesar de que mal de muchos es poco consuelo, seamos capaces de sentir el latido subyacente de nuestra clase oprimida y explotada con signo de vitalidad y lucha.
Si vamos por ese sentido, habrá que tener presente la idea de permanencia en el cambio, que significa no otra cosa que la vida vuelve a empezar desde nuevos golpes de voluntad, de lucidez, de ese implacable amor por el que trabaja cotidianamente.

Hemos nacido a la fuerza, no tú y yo, que somos muy secundarios en esta historia, sino todos los que, sin medios, ni propiedades, tenemos una determinación objetiva de salir a vender nuestra fuerza de trabajo al mejor postor. Nos ha parido la violencia de una clase, explotadora y dominante
A la fuerza hemos nacido biológicamente de nuestras madres, pero se hace necesario re-nacer, y hacerlo con todos aquellos que nos identificamos en ese elemental modo de ser sin propiedad, aun cuando ellos no lo sepan.
Hay que venir de nuevo, con aire nuevo e ideas claras para compartirlas con el otro, para que tomen cuerpo y sean creadoras de una nueva sociedad y un nuevo hombre.

Una nueva vida leída y sentida como una nueva manera de existir en común donde la economía y la sociedad se encuentren al servicio de la humanidad y no a la inversa. Un llamado sin tiempo a defender la libertad de pensar, de construir la nueva sociedad que no ha de poder crecer sino a través de la emulación, la búsqueda incesante, la batalla social al opresor y explotador
La libertad, la autonomía de clase y la dignidad desde lo específicamente humano son cuestiones aún no resueltas en nuestra vereda existencial marcada por el imperativo de la lucha. Hay motivos más que suficientes para recuperar la audacia y la imaginación natural al mundo del trabajo. Motivos para que el trabajo deje de esclavizar en favor de pocos y se transforme en nuestra herramienta de emancipación.

Por eso y por muchas cosas más, pero de igual tenor, abra que tomar partido por ser insolentes, y feroces
convencidos que el alma trabajadora no se rinde.

Ellos son banqueros y por serlo, no tienen alma, solo dinero. Si se sienten felices vigilando y castigando, su horizonte solo se nutrirá de olor a goma quemada. Construyamos ávidos de todo, los amores, las luchas y lo que ellos creen imposible, pero que paradójicamente les quita el sueño.
Por eso

Convoco a los que todos los días
se levantan y salen a yugar
por migajas que no alcanzan,
a que se rebelen.
Convoco a los que todos los días
vacilan en ir o no ir
al templo que envejece los corazones.
Convoco a los que caminan sin rumbo
en una tarde cualquiera,
buscando una razón.
Convoco a los pacíficos
que no están cumpliendo con su deber
a pesar de sus buenas intenciones.
Convoco a los que no comen lo suficiente
ni se abrigan lo necesario
y tienen sed torrencial.
Convoco a los pequeños de ambiciones
que dejan a los demás
ambicionar más de la cuenta.
Los convoco a dar vuelta el pulóver,
a pegarle al prepotente y a escupir en la cara
a los que no han sido convocados.
Los convoco a romper lo que no sirve,
a perpetrar los robos necesarios,
y a recuperar lo perdido.
Los convoco a cagarse en el miedo
y patear las puertas donde
encerrados están los condenados.
Los convoco a abrir las cárceles
a ventilar las tumbas y a levantar
las calaveras de los hermanos
heridos de muerte.
Los convoco a abrazarse
en las plazas del país,
a escribir los muros
y a fusilar a los fusiladores.
Los convoco a no atar nada,
sino a despedazar las cadenas.
Los convoco a agitar banderas y colores
y correr liberados por las calles
y por campos húmedos de rocío.
Los convoco a ser sinceros,
a putear a los hijos de puta,
a desobedecer al tirano,
a amar sin límites y a odiar.
Y si, a esa convocatoria
por impolítica no concurre nadie,
¡Mala leche!
Quedan entonces convocados
al entierro de la vida
del que tuvo esta pésima idea.
Si a esta convocatoria vienen algunos,
pero no todos los convocados,
no importa,
en la próxima seremos más.
Y si a esta convocatoria
vienen todos los convocados,
la cordura habrá invadido en Revolución
nuestro país para siempre

Eduardo Pereyra Rossi

El tiempo nos llama Sus trajes, sus oros, sus sonrisas diseñadas por creadores de imágenes y porque son simplemente eso, imágenes en la que un monstruo bíblico y apocalíptico encarnado por la burguesía dominante se disfraza, hagamos nuestra, organizativa y concentrada, esta convocatoria poética, que sigue en suave pero firme voz en nuestra conciencia desde quién la genero y la puso en nuestras manos como se comparte el pan con el hermano.

“Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.

Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.

Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.

¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar» Fernando Birri