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Nuevo Curso

HUELGA GENERAL Y MOVILIZACION. DOS GUIONES Y UNA CONSTATACIÓN EVIDENTE.

NUEVO CURSO

Las fuerzas económicas son fundamentales para entender la estabilidad y los conflictos sociales, , todo aquel que le otorga un lugar de honor a los factores no económicos en la sociedad capitalista deberá explicar como la emergencia del conflicto social por crisis del orden capitalista, clase contra clase en un giro más agudo, le otorga centralidad en el fenómeno crítico a las clases y no a las divergencias en el plano de factores culturales. 

Por la emergencia imperativa de una huelga parcial y una movilización  de la clase trabajadora, la sociedad de conjunto, tiene la oportunidad de constatar como a pesar de las diversas políticas de estrangulamiento ideológico que las sociedades constituidas en república de constitucionales y   democracia formal con consenso pasivo electoral buscan imponer por vía de políticas de derechos subjetivos y lineamientos centrados en la diversidad cultural han vuelto a la conciencia pública los temas de la clase y  desigualdad inserta en los propios vínculos sociales productivos.

Una convocatoria sesgada, parcial, limitada y orientada a descomprimir la presión social de la clase trabajadora apremiada por las circunstancias materiales que emergen en su existencia y la remiten a condiciones de mera sobrevivencia por satisfacción de necesidades básicas, ha puesto sin embargo en notoriedad y en plano de evidencia el vacío de contenido concreto y su ajuste a la realidad de todos los discursos de pretendidos  expertos y los políticos funcionales a los intereses del poder burgués, cuando  nos advertían con rostro sapiente  de los peligros  y la caducidad de centrarnos demasiado en la clase o de tratarla como algo «más importante» que otras identidades sociales o formas de jerarquía. Para muestra de esta constatación basta ver como el feminismo pretendidamente policlasista y superador corre hoy a buscar un lugar en las filas de los y las trabajadoras alegando que esa es también su huelga. Habrá que preguntarle al conjunto de las mujeres legisladoras que gestionan la viabilidad de una ley ómnibus o un DNU de la administración Milei , en particular a la propia vice-presidente , o a Cristina Fernández, que la une con la enfermera, la empleada administrativa, la empleada de comercio, la trabajadora de cualquier fábrica y muchos etc relacionadas al sometimiento y explotación centrado en la relación capital-fuerza de trabajo .

Nuevamente y por testimonio de la realidad se hace evidente que estamos en una sociedad de clases y son precisamente las clases sociales en confrontación constante de intereses específicos las que salen a enfrentarse en las propias calles del país. Burgueses y Proletarios dice el Manifiesto Comunista. Alguien puede decir lo contrario sin que ello no implique ser funcional a la clase dominante.

En definitiva, la estructura básica capital-fuerza de trabajo es la relación social que permite explicar, aún en una sociedad compleja porque un trabajador en el orden social capitalista en crisis, se ve en lo cotidiano en la obligación de aprender e interiorizar el hecho de encontrar y conservar un trabajo para mantenerse, y con ello, las normas y hábitos necesarios para ello (normas de habla y vestimenta, ciertas habilidades, una «ética del trabajo», ajuste a las leyes formales, etc.

En igual sentido la misma relación social es la que impone a quien tiene la gestión del Estado donde se institucionaliza jurídicamente el poder burgués la impronta de generar el paradigma ideológico centrado en  el hecho de que el éxito significa maximizar los beneficios, y buscar con afán las normas y hábitos que permiten hacerlo aún cuando esto implique un daño social para el conjunto y en particular a quien le rinde su fuerza de trabajo para crear valor.

En definitiva, es la estructura específica de la sociedad de clase la que explica por qué la gente necesita aprender e interiorizar los guiones pertinentes a su situación objetiva en la misma. Ocurre, sin embargo, que al parecer producto de 40 años de democracia formal y representativa, donde los trabajadores han sido convertidos ideológicamente en ciudadanos dadores de un voto por cabeza , impedidos de deliberar y con ellos de gobernar, son ellos los que en plano subjetivo se han quedado sin su propio libreto y han venido actuando con libreto prestado que como todo lo que no es de su definición de clase, no le pertenece y lo desajusta constantemente. Mañana 24 de enero 2024, se genera una oportunidad para comenzar a redactar nuestro propio guion, ese que se pone en acto en la obra histórica de la revolución socialista. Como lo dice un ensayo de ese guion varias veces gestionados, “la emancipación de los trabajadores es obra de los trabajadores mismos “