Un hombre listo dio una vez en pensar que los hombres se hundían en el agua y se ahogaban simplemente porque se 11 dejaban llevar de la idea de la gravedad. Tan pronto como se quitasen esta idea de la cabeza, considerándola por ejemplo como una idea nacida de la superstición, como una idea religiosa, quedarían sustraídos al peligro de ahogarse. Ese hombre se pasó la vida luchando contra la ilusión de la gravedad, de cuyas nocivas consecuencias le aportaban nuevas y abundantes pruebas todas las estadísticas.
… El postulado de cambiar de conciencia viene a ser lo mismo que el de interpretar de otro modo lo existente, es decir, de reconocerlo por medio de otra interpretación. Pese a su fraseología supuestamente «revolucionaria», los ideólogos neohegelianismo son, en realidad, los perfectos conservadores. Los más jóvenes entre ellos han descubierto la expresión adecuada para designar su actividad cuando afirman que sólo luchan contra «frases». Pero se olvidan de añadir que a estas frases por ellos combatidas no saben oponer más que otras frases y que, al combatir solamente las frases de este mundo, no combaten en modo alguno el mundo real existente.
(Carlos Marx. La ideología alemana)
En La ideología alemana”, se indica una premisa filosófica concreta y es aquella que precisa que las representaciones y las ideas son producidas por hombres reales activos y concretos insertos por su existencia en relaciones de producción marcadas por un determinado desarrollo de las fuerzas productivas, que en nuestro tiempo son las relaciones capitalistas y con ellas todo su orden jurídico social de dominación de clase en favor de los intereses objetivos de la burguesía. Si se quiere decir esto de otra manera es posible decir que la tesis ronda en torno a puntualizar que el ser a los hombres en sí, se lo determina su proceso de vida real de la que nacen sus representaciones y no a la inversa como generalmente se supone y explica desde la cultura dominante.
En definitiva, todo proceso real produce una determinada conciencia. No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida del hombre inscripta en las relaciones de producción capitalistas existentes, la que determina el proceso de formación de conciencia de todo ser humano según el sitio que ocupa en esas relaciones de producción.
En el mismo orden de ideas es también necesario advertir que es propio del sentido común instalado por la cultura dominante, dejar el espacio de la reflexión filosófica a labores específicas de los intelectuales a quienes se pinta como seres un poco raros que viven en las nubes y sin los pies sobre la tierra, momento a partir del cual sus producciones son descalificadas como pura habladuría.
Dado este contexto, nos enrolamos en la postura inversa, es decir, a aquella que ve por ejemplo en la cita de Marx y su producción en la Ideología Alemana, la propicia herramienta para aproximarnos a lo actual y concreto de nuestro existir y en particular a un fenómeno social de necesario abordaje para poder comprender lo que nos está sucediendo como clase en tiempo presente.
Para esto, es necesario detenerse en el período de lucha de clases que puede haber dado políticamente los signos de su emergencia con la rebelión del 2001 en la que se presentó como su síntesis ideológica en formato de progresismo peronista en reflejo de otros procesos similares en Latinoamérica dejo instancias como el foro de San Pablo o más institucionalmente como la CELAC,
Desde la cita , leyendo los elementos materiales integrantes de ese período , en particular los que daban cuenta de las formas de ejercicio del poder burgués y los entrelazados sociales emergentes de esas formas de acción , lo cierto es que la admisión por ese esquema de poder de dirimir la conducción de la dominación de clases sobre el resto de la sociedad por vía de una farsa electoral que adocene los intentos de lucha social por otros medios , determinación en la que arrastro incluso al FITU, arrojó un resultado negativo concluyente que nace de la simple lectura de los guarismos electorales tomados como encuesta real del grado de conciencia del todo social, que sin mayores mediaciones lo puso en realidad y le libró sin atenuante su certificado de defunción .
La autopsia del progresismo dirá por supuesto que no es un fenómeno local, apelara a una corriente internacional inversa y otro tipo de explicaciones, pero lo cierto es que más allá de todos esos factores , las relaciones productivas de la estructura capitalista no admitían en la crisis de reproducción del capital esos formatos jurídicos y políticos que festejaba el peronismo en todos sus relatos y sus eternos contradictorios compañeros que aún siguen fieles a las paradojas de Nahuel Moreno , al que no pueden sepultar a costa de dejar de ser ellos mismos, con el agravante que todo ese período de la mano de la no confrontación con el modelo K y coqueteo de acción conjunta en la política de diversidades , se dirigen juntos a la sala mortuoria.
Hay que comprender que la insuficiencia y la incapacidad de las relaciones de producción capitalistas para sostener un modelo concentrado en el gasto inducido y el consumo fomentado son lo real y desde allí la mentada progresividad en base a políticas de declaración de derechos percibió los signos de una asfixia terminal
Los síntomas de esa agonía n desarrollando sus propias contradicciones e inconsistencias desde la realidad, se habían ya traducido para las mayorías como un fraude social antes del proceso electoral que solo lo puso en acto con otra forma jurídica, “el voto negativo”
Todos estos señalamientos que solo nos dicen que habitamos un cuerpo enfermo, nos llevan a pensar y advertir en consecuencia que , salir en defensa de las formas políticas progresistas-reformistas de aquel otro escenario social, con un discurso de idéntica matriz reformista de aparente lucha callejera que maquilla la irrealidad del puro y simple aparatismo , es un camino sin salida y un obstáculo más para conformar la posibilidad de una organización política de la vanguardia obrera y el socialismo, con riesgo de acentuar la reacción primaria que significa la negación a dos décadas de políticas en favor del representación imaginaria de un Estado Constitucional de derecho con vocación de benefactor social orientada hacia los que menos tienen para que luego de todo ese tiempo sigan teniendo menos.
La lectura es al menos de una impronta inversa a lo que pretende en particular todas las versiones aparatosas de la llamada “izquierda”, que con lo hecho deja evidente que no es otra cosa que la izquierda del régimen burgués y que efectivamente solo se concibe a sí misma con la figura cristinista de la “pared”, nada más que ahora pretende sin mayor fundamento, que a su izquierda solo esté esa pared que antes la levantaba el Kirchnerismo.
Si pensamos en la actualidad, el ciclo anterior produjo e tipo de conciencia “progresista” o, mejor dicho, el progresismo fue la forma ideológica que expresó el proceso material de un ciclo económico agotado en todas sus vertientes que toca a su fin con una crisis que en la emergencia ubica otro formato político que se ajuste a la lógica de los “defraudados” que por tal se construye desde el odio y la búsqueda de una reacción que nos retorne al modelo anterior a los K ocultando claro está que ese modelo también hizo crisis de otro ciclo acaudillado por el menemismo cavallista .
Es en ese retorno salvaje y reaccionario a ubicar nuevamente al mercado y no al Estado en el centro de la escena de las relaciones productivas de la que nunca se había ido sino ocultado bajo el espejo de color progresista , que la burguesía impone otras reglas de dominación y para que esas relaciones materiales funcionen con el menor conflicto de clases posible, busca imponerla con otro formato ideológico donde lo jurídico permanece pero también en su expresión mas real, es decir, no como declaración de derechos, sino como consagración con poder de sanción al objetante o incumplidor de las nuevas formas contractuales con las que toma cuerpo la explotación y opresión en la estructura productiva del capital en nuestro país.
Hoy estamos coexistiendo desde el lugar de los asalariados, a determinaciones políticas tomadas por el poder burgués que implican la liquidación de pequeños capitales ineficientes o inviables por su magnitud y sus costos de reproducción y en el mismo sentido a la expansión de la desocupación
A la CGT con sus cuadros profesionales y sus estructuras piramidales estas situaciones objetivas nacidas desde la propia estructura de las relaciones capitalista de producción le exigen en la superficie hacer una rotación del rol de sus pregoneros
Dicho de otra manera, las circunstancias específicas de la lucha de clases , en este contenido material de las relaciones de producción capitalista en crisis le impone a los dirigentes sindicales captar algo esencial , que los luchistas reformistas amantes de las banderas y las remeras de colores no perciben ni ponen en evidencia por pura acción de autoconservación de intereses del mezquino aparato partidario con sus cargos, sus parlamentarios y sus recursos obtenidos de ese mismo Estado al que ahora dicen combatir peleando cordones, veredas y centímetros de calle frente a las provocaciones de servicios bulrichtas que gozan de ingentes cantidad de recursos gaseando y pegando palazos .
Lo que perciben los “gordos cegetistas” es que la burguesía se planta en un extremo que es un replanteo sustantivo de lo dado hasta hoy, que es que, por la venta de la fuerza de trabajo está dispuesta a pagar un precio muy por debajo de su valor, porque esa es para su clase de conjunto la forma y la manera viable de procesar y superar la crisis de reproducción. Esa necesaria caída del salario real es, además, la manera en que la burguesía entiende que va a alcanzar la estabilidad económica y relanzar el proceso de acumulación con deuda estableciendo en ese escenario un forzoso consenso de la clase trabajadora, para lo cual los dirigentes sindicales son necesarios y ellos así se venden.
En ese contexto es que los cegetistas invitan al símil de un partido de fútbol a realizarse,” si no llueve”, el 9 de mayo. Sin embargo, ese cotejo que es para ellos un partido y no un combate, tiene un inconveniente mayor que es la contra tendencia desarrollada hacia la posible lucha real, marcado por el descontento generalizado de los activos militantes dentro de los lugares de trabajo, que necesita ser canalizado y que puede darle al juego cegetistas ese carácter combativo del que reniegan.
Dicho, en otros términos, si a las CTAs y CTAs no les queda otro camino que presentarse en la cancha, el intento será mostrarle a la burguesía que son imprescindibles para sus planes de dominación, exhibiéndole el público congregado en las tribunas.
Está en la militancia de los trabajadores conscientes agrupados de manera no organizada políticamente hacer el esfuerzo por desarrollar esa tendencia que representan rompiendo con la lucha ese escenario que se pretende montar en perjuicio de toda la clase obrera en sí, sea está ligada o no, a un contrato de trabajo y abrir con el 9 de mayo la posibilidad de otro camino, objetivamente revolucionario.
Es curioso que los que nos alertaban sobre el advenimiento del fascismo llamándonos a votar a Massa , ahora vuelvan sobre sus pasos y acudan a las banderas del fenecido progresismo con discurso también socialmente caduco de corte reformista. Lo que no se advierte es que la sociedad da signos evidentes de fraccionamiento conceptual dentro de la propia clase trabajadora generando un vertedero de visiones negativas para los intereses obreros que debe ser urgentemente cerrada con el trabajo político hacia el interior de esa clase con fisuras, propagandizando el programa socialista por una nueva sociedad.
Los que conducen los organismos de masa de los trabajadores, deben ser denunciados al interior de la clase trabajadora como quienes ante el escenario de económico real y no discursivo de caída salarial y desocupación, se dispone a negociar los términos en que de aquí en adelante se materializara la fuerza de trabajo en el proceso de producción y los precios “máximos” que ella podrá tener, nunca superiores a los manipulados índices de inflación tomados desde los dispositivos montados en los supermercados.
Es el tiempo para la batalla de la que tanto hablaron y vendieron libros, los intelectuales orgánicos al discurso K durante décadas. Es una batalla que no necesita de actividades fetichizadas en aparateadas seudo-culturales, sino que requiere de un protagonismo efectivo en la lucha de clases en favor de los intereses históricos emancipatorios de la clase trabajadora.
La «ideología alemana» arriba citada, no es un pensamiento abstracto , es una herramienta que nos deja ver lo que toda la politiquería de aparato ha ocultado con denuedo en relación a la fisonomía que cobran los conceptos de “individuo” y “proletariado” como sujeto colectivo.
Lo que no deja ver la gritería sin programa ni construcción de poder que despliegan los reformistas que se ponen en la cola del peronismo en cualquiera de sus relatos es que el pensamiento se posa sobre “lo social” como conjunto de relaciones y que las miradas se centran en los que los hombres hacen, o piensan o hacen y piensan.
Lo necesario, lo imprescindible a partir de que como ya ha sido dicho, “No hay práctica revolucionaria, sin teoría revolucionaria y viceversa” es dar origen a una presentación y análisis de lo real que brota de la necesidad de la transformación por ser ese, el momento en que se produce el pasaje de la especulación filosófica a la militancia política revolucionaria práctica por la sencilla razón que aquella necesidad de transformación es también potencia, porque las condiciones para el poder obrero, sus formas organizativas particulares y el socialismo quedan planteadas y son de imprescindible realización para la emergencia de lo humano .
NUEVO CURSO