Contrario a toda prédica propagandística abierta o solapada, el deseo de lograr una ruptura revolucionaria de la sociedad de vigilancia, miseria y castigo que nos impone la actual versión del orden burgués, es un elemento de la realidad que conjuntamente con los obstáculos sensibles de la reproducción del capital , ha clausurado a su manera y desde su perspectiva, la estrategia discursiva de las declaraciones de derechos subjetivos encarnada por el llamado progresismo reformista , haciendo claro que no hay derecho que exista por sí mismo, sino acciones políticas de fuerza en el choque cotidiano de clases que puedan establecerlos de manera transitoria hasta tanto no se modifique ese nivel de relaciones de fuerza y los consensos ulteriores al conflicto se mantengan, ha dejado de ubicarse en ese plano para mutar en favor de la comprensión de su necesidad imperiosa en orden de dotar de signos de humanidad prevalente a la existencia.
Dadas de esta manera las relaciones sociales, intersubjetivas que construyen el entramado de la sociedad civil, con manifiesto choque y conflicto de clases , lo necesario implica garantizar y desenvolver ese recorrido con destino claro hacia otra forma social. La salvaje tarea del capital financiero globalizado no puede continuar porque su infierno cotidiano moldea con formato electoral y representación ficcional la servidumbre de la voluntad colectiva mayoritaria.
No hay ningún deber de obedecer al gobierno o al derecho expresado en leyes que tienen validez por la forma de su dictado acorde con los dictados de otra ley , pero esta vez , superior como es la constitución nacional pero no tienen legitimidad social. Sin embargo tanto la gestión política como la política burguesa en sentido más amplio, desde los aparatos comunicacionales operan para conseguir ese consenso que no dan las normas jurídicas en sí mismas consideradas.
Es en ese espacio donde debe ser ubicada esa pieza esencial del entramado social tejido en lucha de clases que es la resistencia a la opresión subrayando que no existe de por sí , ni nace de una situación de explotación y opresión , el deber de obedecer al gobierno.
El deber de obediencia en el orden social capitalista y la dictadura de clase que impone la burguesía sobre los trabajadores se conforma , más allá de las normas jurídica en el plano individual de cada persona por construcción cultural educativa como principio moral abstracto, luego penalizado en la norma con la sanción a su apartamiento
Las personas, por vía de la aceptación pasiva de la obligación de obedecer los dictados del poder burgués no hacen otra cosa que amparar bajo ese presunto imperativo moral simpatías a favor del poder político, del gobernante burgués de turno o -lo que es más frecuente- sus intereses específicos en tanto se siente beneficiado con lo existente tal cual es.
Por eso , quien intente justificar el deber moral de obedecer al gobierno o al derecho (o demostrar la existencia de ese principio o juicio ético) no
hace más que presentar definiciones o enunciados que calificará como evidentes a la razón o a la intuición, y que en realidad no son otra cosa puras afirmaciones abstractas y dogmáticas
En estos tiempos tan convulsivos, con agendas varias veces corregidas en el día a día, nutridas con temas arrojados sobre los trabajadores por el aparato de gerentes ubicado en los espacios de gestión del gobierno de turno, que por lo general los toma con la guardia baja o haciendo gestos de defensa mínima, queda un debate subyacente, que gira en torno al fenómeno que tomo cuerpo político como Kirchnerismo.
El fenómeno es subyacente porque la operatoria política del poder burgués lo ha desplazado hacia un lugar secundario pero necesario en el proceso político en el que sobrevivimos.
Desde esa objetividad que no requiere demostración a partir de que los propios Kirchner cuando toman visibilidad lo hacen para cuestionar también por elementos secundarios la gestión gerencial de los intereses de la burguesía como clase que encarna el actual grupo de operadores del poder burgués estatal. Vale decir, los propios Kirchner no tienen subjetividad esencial en lo político sino que la obtienen por referirse al otro que opera el poder.
Que los extremos en los que se concentran las afirmaciones de los Kirchner sean solo negaciones y no superaciones programáticas de lo dado, también en el espacio de la simple y mecánica denuncia tal como lo hace la izquierda del sistema dejan en claro que su espacio es la negación . Con eso, como reiteradas veces lo ha puesto de manifiesto Cristina, la acción final solo responde a la reproducción del capital y si este exhibe señas objetivas de dificultades en esa fase, facilitar su realización concreta.
Siendo así las cosas es claro que más allá de apetencias personales , el resto del propio armado político engendrado por los K, el frente de todos o todos por la patria como quiera llamárselo esta mudando sus pertrechos de manera individual o colectiva hacia lo que sería una neo-construcción de un espacio por ahora discursivo y con perspectiva de organización , centrado en hacer visible que lo mismo que se hace en la actualidad puede hacerse de manera más prolija y no tan draconiana, para venderle a sus patrones que ellos son mejores gestores que los actuales .
Los desgastados políticos del FITU con su mercadería vencida, no encuentran un nuevo galpón para esconderla y entonces toman la táctica de esconder el elefante en el bazar poniendo muchos elefantes y así tienen a sus seguidores militantes, como comparsa de aquí para allá siguiendo el calendario de las efemérides. La idea es que los rescate un engendro que los convoque partiendo de los restos del naufragio K. El resultado de esto se grafica en el plano de las organizaciones sindicales a donde más temprano que tarde el viejo aparato de los “pibes para la liberación “ han ido a buscar refugio y demostrando que son peronistas porque desensillan hasta que aclare.
Los recursos discursivos constitutivos de la táctica de derechos subjetivos , caen por su propio peso al exhibir frente a la crisis, solo eso, es decir solo declaraciones abstractas destruidas de un plumazo como expectativa social por los números del déficit fiscal , y los espantos publicitarios de eso que cotidianamente sucede cuando lo que se administra o gestiona son limosnas , que con frecuencia terminan paralizados en un galpón esperando que negocio es posible.
Es cierto que con las denuncias se opera para debilitar el poder formal-institucional estatal, pero al hacer evidente lo existente, solo se consigue operar como el perro que se mueve la cola, en tanto el galpón con comida solo se explica en una sociedad de la limosna y no en relaciones sociales dignas. Desde que la operaron los curas, los actuales gestores laicos no se le despegan en los modos y las operatorias , donde el negocio subyace y la apariencia bondadosa se publicita.
La concentración de la acción en la limosna convierte a quien la da más temprano que tarde en un sujeto social dependiente de ella, de manera que el transcurso de su reproducción ampliada pone a la limosna (que otra cosa es la entrega de carne u otros alimentos a “comedores” sino simplemente una donación, con sus contornos jurídicos) como factor natural de la existencia , en forma tal que quienes la materializan y quienes la reciben quedan entrampados en sus haceres y consecuencias en forma tal que no puede querer que eso se agote , sino que se amplíe.
Luchando por la limosna, y no contra la miseria social que la genera, el camino sigue desarrollando su trazado dentro del territorio capitalista, facilitando a los apropiadores de valor, a la burguesía como clase de conjunto , conseguir que el camino no trascienda los linderos ya establecidos por esa estructura productiva.
Las fuerzas políticas que con un mensaje de independencia de clase se nuclearon en torno al Fit, hoy asumen un debate , artificial y estratégicamente bosquejado, buscando definir cual es el posicionamiento en esta realidad, porque es más que claro que no se puede prolongar mucho tiempo el luchismo y las banderas específicas de cada día feriado o recordatorio. No se puede vivir recordando sin hacer algo nuevo para que con suerte diversa, luego pueda haber algo que evocar que no sea aquello que hace mucho tiempo hubo de haber sucedido en otras circunstancias y estadios de la lucha de clases.
El KIRCHNERISMO, supo forjar una entidad propia con base material en las estructuras que lo llevaron a detentar el poder burgués en el plano institucional estatal y en el desenvolvimiento de la cultura desde la sociedad civil. Ese ser, esa realidad adquirida es la que hoy se desvanece precisamente por la fractura de sus pilares constitutivos, pero no lo hace de modo concluyente de forma tal que el objetivo de ese entramado que se deshilacha es poder llegar a convertirse en una pata de la nueva mesa de poder que no lo tiene en su cabecera.
Kirchnerismo no fue nunca, ni en ningún caso un simple recurso del lenguaje, sino por el contrario, un espacio que supo adquirir realidad en la sociedad y específicamente en lo político . Es precisamente eso lo que ha fenecido el 10 de diciembre de 2023 y es el instrumento peronista , el que hoy prepara un nuevo discurso que deviene de la nueva realidad.
Dicho de otra forma, es ese espacio real que edificaba el Kirchnerismo , el que ha recibido certificado de defunción el 10 de diciembre pasado, esto es, la desaparición del aparato ejecutivo del Estado de ese modelo de dominación y construcción cultural, que por perder hegemonía, ha cedido el espacio a otra construcción básicamente sostenida en el gerenciamiento liso y llano , sin mediaciones de los intereses de grupos parciales de la burguesía, en el espacio de las relaciones contenidas en nuestro país.
El naufragio y de esa experiencia de gestión, ha dado por terminada la funcionalidad que le dió rol histórico dando paso a otro modelo de dominación política. A sus espaldas quedó lejos diciembre de 2001 siendo ese mismo entramado el que se ocupó de dejarlo a pie y seguir por la ruta del dominio capitalista con los que entendieran de pragmatismo a los que se le ofrecieron negocios en el sentido amplio del término. El nuevo encuentro , primero dejó de ser nuevo y luego muto en desencuentro. El “Evita” se transformó en Eguita,El chino se nacionalizó , la patria grande se achicó y según ellos mismos, amenazada seriamente con ser vendida y
Quienes han sido desplazados de los despachos y de los medios de comunicación, ámbitos puros y exclusivos desde donde hacia gestión política la llamada militancia k, han quedado a la deriva sin que su curso futuro sea necesariamente unitario y con objetivos estratégicos definidos. Casi se podría decir, que la tarea en ese plano de “volver a los 17” siguiendo a Violeta Parra, no la encuentra a Cristina en ese camino y , luce como una farsa . El fetiche ya no es tal, y ella misma principalmente por sus problemáticos conflictos con el partido judicial busca un lugar en el mundo, bajando todo discurso progresita en homenaje del pragmatismo , coincidiendo con la jefatura del gobierno burgués en terminar venerando el método Menemista.
El resto del naufragio político tiene un problema fundamental para ser considerado como espacio y organización política; en ningún caso define cual es el sujeto social que se encuentra contenido en su errática formulación discursiva. Antes desde el poder formal del Estado, era lógico que el discurso tenaz y recurrente aludiera a la idea de pueblo, en tanto es entendible que desde el aparato del Estado, las actividades apunten a la población , y en particular hacia un determinado sector. Pero eso hoy ya no ocurre y entonces ¿a quienes les hablan los anémicos referentes K o quienes en fuga de ese espacio tratan de hacer una cabecera de playa en cualquier isla del delta del Paraná? ¿ Por boca de quien dicen hablar y actuar? ¿ Cuál es el modelo de sociedad que defienden, luego de que la mayoría del país decidiera que no compartía el realmente generado desde la gestión estatal del artificioso armado de la trilogía Fernandez-Fernandez-Massa?
En otros términos, estamos asistiendo a lo que desde el tango se define con precisión como “la vergüenza de haber sido, y el dolor de ya no ser”. Quedan retazos, restos del naufragio buscando reagruparse. Eso sin duda ha de ocurrir y su contenido real se podrá advertir en la vida política de modo palpable, pero sin duda esa nueva síntesis de lo disperso y contradictorio, solo concurre al sepelio de lo que supo ser “un sueño” si se apela al título del discurso fundacional de la gestión Nestor
Un amplio sector de la juventud, al que ya no se podrá captar , sino que habrá que continuar convenciendo, con actividad , experiencia y argumentos válidos, se incorporó a la política, y en gran parte lo hizo desde la identificación K , pero eso solo ha servido que las acciones no son estáticas sino en proceso y por ende sometido a las cambiantes condiciones de existencia. La joven clase media, de paso por la universidad, o con empleo precario, necesita comprender que no es posible continuar su existencia con subsidio, por el sencillo expediente de que la burguesía avanza con el único objetivo de someter a la clase trabajadora sea en las condiciones de venta de su fuerza de trabajo como en el precio que se paga por ella, y con ello, obligarla a consentir su criminal dominación cultural en un escalón superior de explotación y opresión
El compañero desplazado de la producción, integrante del basto contingente de población socialmente sobrante, que ve degradarse la cadena de subsidios, o cambiar de nombre y gestor, no permanecerá fijo en el pretendido compromiso militante con la burocracia piquetera y intentará encontrar refugio en donde pueda atisbar un rayo tenue de sol que deje ver el poder formal constituido para armar su aparato político para mejorar su posición en la próxima versión de farsa electoral en 2025
Todo parece indicar que las cosas vuelven a sus realidades, que más allá de los nombres y las místicas , en el día a día hay quienes venden su fuerza de trabajo para sobrellevar las necesidades más elementales de sobrevivencia y hay quienes viven de la apropiación de ese trabajo o gestionando los intereses de estos últimos de manera consciente. En esos dos sectores sociales enfrentados y no aparentes, nos enlistamos cada uno de nosotros. La expresión política de esos intereses, es la que debe recurrentemente abrirse camino, no desde cero, sino desde el ya trazado con esfuerzo y contra la corriente por la militancia de los trabajadores y su política de clase. Profundizar ese derrotero, implica la necesaria organización y construcción de poder obrero con estrategia socialista de revolución social.
La rendición de cuentas con lo vivido, con lo hecho durante todo este espacio del proceso político de lucha de clases resulta necesaria e imprescindible, debe hacerse en el hacer, en la actividad conjunta, en la más fraternal convivencia, que aleje de los procedimientos la fraseología vana de la autoreferencia.
No estamos frente a un sujeto político consolidado como clase trabajadora “para sí” con quien emprender batallas, estamos frente a la clase “en sí” naturalmente desorientada , en particular de la juventud, a los que lenta pero recurrentemente se les va soltando la mano, se les va dejando sin empleo, se les va privando de participación y a los que solo se le ofrece por la burguesía “sangre , sudor y lágrimas” dentro de una economía de guerra o a la inversa plazas o “plenarios” donde se despliegan los deshilachados aparatos de la izquierda del régimen burgues con su venta de ilusiones democráticas y antiguos gurúes pretendiendo explicar lo inexplicable , con discursos hacia la nada.
Hoy el enemigo de clase está en el poder estadual de modo abierto y desembozado . Sin anestesia. Esa locomotora impulsa vagones serviles con apariencias quejosas y rechinantes, como los de la burocracia sindical, las organizaciones empresariales del campo y de la industrial que no sin incidentes menores, siguen su derrotero, haciendo observaciones pero nunca poniendo en juego el orden social existente, sencillamente porque éste en última instancia es quien los contiene y les da su razón de ser.
La tarea política de la vanguardia obrera impulsora y defensora del programa socialista y la estrategia de construcción de una nueva sociedad, es la de luchar por la organización programática del partido revolucionario de los trabajadores, para que los explotados y oprimidos se doten de la dirección que conduzca el imprescindible enfrentamiento directo con el régimen burgués que ellos mismos han puesto en término de ofensiva superadora de transitorios acuerdos sociales. La tarea es superarlos por el camino de la revolución social, con organismos de poder obrero, métodos de lucha propio de los desarrollados en la historia empleados conforme a los diversos estadios que pueda tomar la lucha de clases. No hay otra posibilidad. El camino inverso ya lo vivimos , es el que conduce con dramas cotidianos a la consolidación de la barbarie creciente.
NUEVO CURSO