
Luego de más de un año de gestión, la dominación capitalista anuncia la realización de elecciones para elegir y renovar parlamentarios, factor que a diferencia del año transcurrido, incidirá gravitantemente en la lucha de clases y pondrá a muchos a girar , teniendo por eje esa variante. Frente a esto es necesario incidir sobre la joven vanguardia obrera, buscando que desde la misma se definan tareas ideológicas y organizativas para evitar caer en ese error.
Es necesario tener en claro, y en cada elemento por el que nos motivamos a buscar un nuevo curso lo tratamos de poner de relieve, por la confusión reinante en las décadas pasadas y en el presente que los gobiernos que respetan la propiedad privada de los burgueses no son socialistas, son gestiones del poder formal del Estado, que buscan engañar a los explotados para preservar el orden social burgués.
La sociedad, cualquiera que sea, para producir los bienes que requiere en búsqueda de satisfacer las necesidades de quienes la componen, de cualquier tipo que sean las relaciones donde esos seres humanos se constituyen como sujetos , requiere disponer de medios de producción, es decir de recursos naturales y de las herramientas necesarias para producir y también , aunque algunos lo nieguen decretando el fin del trabajo , por la alteración o modificación de la forma en que se adquiere y utiliza la fuerza de trabajo ,de la actividad los trabajadores para generar valor.
En el capitalismo, los medios de producción son propiedad privada de los burgueses (capitalistas), que explotan la fuerza de trabajo de los obreros y se enriquecen apropiándose del valor generado por estos con su trabajo por encima de lo que reciben como salario.
Actualmente muchas fábricas ya utilizan robots, máquinas automatizadas controladas por computadoras, de manera que requieren de muy pocos trabajadores altamente especializados, generando desocupación y en consecuencia mayor miseria social.
La riqueza social se concentra en manos de los burgueses y su entorno de clase media alta, generando miseria en el resto de la sociedad.
Argentina es un país incorporado a la economía capitalista mundial como proveedora de materias primas de interés del capitalismo mundial (minerales, gas, litio), explotadas o controladas por empresas que integran con el capital bancario, el capital financiero internacional. Es un país capitalista tardío porque ingreso en ese orden social, de manera desigual y combinad en referencia al capital en estadio superior de desarrollo de las fuerzas productivas.
El alto grado de desarrollo de las fuerzas productivas en el capitalismo sin que este dé respuesta a los problemas esenciales del ser humano, marca que las relaciones sociales que lo materializan están en decadencia, porque arrastra a la humanidad hacia la barbarie . Esto exige una nueva sociedad en la que la propiedad de los grandes medios de producción sean propiedad social, de manera que la riqueza producida con esto medios de producción altamente desarrollados, bajo una economía planificada se distribuya para satisfacer las necesidades del conjunto de la sociedad generando la materialidad requerida para posibilitar nuevas construcciones subjetivas generativas del hombre nuevo con los mecanismos que esboza Ernesto Guevara en su documento , El socialismo y el Hombre en Cuba, relaciones donde los estímulos morales cobren cuerpo en forma mayormente significativa respecto de los incentivos puramente materiales.
Esta la liberación de la opresión imperialista por esos actos de autoridad de la clase trabajadora, implica de modo necesario una revolución proletaria que instaure la propiedad social de los grandes medios de producción, expulse del poder a la burguesía , rompa vínculos de servidumbre con el capital financiero y establezca su dictadura de clase .
La tarea es recuperar en forma masiva y extendida en la clase trabajadora la difusión de los elementos básicos del marxismo -leninismo reinstalándolo como herramienta teórico-práctica de la lucha necesaria.
Hoy presenciamos, con característica trágicas, el desenlace final del FITU, dando cuenta pese a las maniobras destinadas a lo inverso, de un ciclo político que agoniza sin esperanza alguna de superar su desplazamiento al reformismo parlamentarista , en momentos en que los instrumentos de la república burguesa crujen por donde se los mire. Atrás queda la legítima esperanza de construcción de un partido de trabajadores y una política de clase a partir de la fundación del FIT. Después de ese momento hasta el presente lo que se constata es la formación de una cooperativa electoral que hoy languidece ante la simple posibilidad de la eliminación de las PASO, pese a que formalmente siempre alegaron estar contra ellas.
Con sus propias características, también hay que contabilizar dentro de este agotamiento político, lo ocurrido con los gobiernos reformistas del “Socialismo del Siglo XXI”, petistas, bolivarianos, kirchneristas, etc.; también terminaron recitando que a la izquierda del capitalismo hay solo una pared infranqueable.
Estos impostores de la ideología revolucionaria, desnaturalizan y distorsionan lo que es el socialismo frente a trabajadores, desocupados y población económicamente sobrante.
Hoy para parte significativa de los trabajadores y amplios sectores de los oprimidos desplazados estructuralmente de la producción, cuando le hablan de “socialismo” lo que sucede es que hacen asociación inmediata con estas estructuras política y contabilizan su fracaso sin retorno. No hay otra cosa que ajustar los pensamientos a la realidad y advertir este fenómeno que incide gravemente en los aspectos subjetivos de todo proceso de cambio social. Se tergiversaron y se deformaron los conceptos y la teoría revolucionaria, bajo el amparo protector de una renovación conceptual que no fue otra cosa que el liso y llano desplazamiento al reformismo parlamentarista y desde este a su versión más censurable: el cretinismo parlamentario, al que Engels dedico gran parte de su combate de vida luego de la muerte de Carlos Marx.
Es en este contexto histórico y político que la influencia revisionista de estos reformistas ocultos tras las banderas revolucionarias del socialismo, han abandonado los lineamientos centrales del marxismo, desconociendo la lucha de clases y el papel dirigente del proletariado organizado en su partido de los procesos revolucionarios, situación desde donde propugnan el colaboracionismo y la conciliación de clases, el surgimiento de nuevos actores sociales de vanguardia, etc., difundiendo entre los trabajadores, la idea de que a sectores internos de la burguesía habría que considerarlas como “socias” a través de la mediación del Estado y ya no como patrones explotadores de la fuerza de trabajo y saqueadores de nuestros recursos naturales.
Definitivamente, el reformismo ha profundizado pese a que dice que la combate, y para esto basta ver los procesos en ferroviarios y neumáticos, más allá de las complicidades dentro del gremio docente la burocratización de las organizaciones obreras y la despolitización de los trabajadores haciendo olvidar el porqué de la existencia de los sindicatos y su necesaria independencia política y sindical para enfrentar la explotación por los capitalistas y el Estado burgués.
El resultado deja ver a la CGT y CTAs como un engranaje más del funcionamiento institucional del poder burgués. Los jóvenes obreros son instruidos en un tipo de sindicalismo de servilismo y acomodo, de espaldas al resto de sus compañeros, transformándolos en un compendio personalizado de mañas, aprietes y manejos contrarios a cualquier forma de democracia participativa al interior de las organizaciones de masas .
Es necesario que la vanguardia trabajadora en lucha supere políticamente al FITU y todas las variantes del sindicalismo peronista, cualquiera fuese su rostro y terminen por esa vía, diferenciando esos procederes con los propios de su tarea emancipatoria del orden social capitalista.
Es esta la tarea implícita y explicita en toda actividad que se desarrolle con vocación militante, porque no hay posibilidad de éxito sin teoría revolucionaria y su desenvolvimiento en la práctica.
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