Nuevo Curso

CASO VILLA UN EJEMPLO CONCRETO DEL AVANCE REPRESIVO Y SU NATURALIZACIÓN EN BASE A CASOS DE ALTA INCIDENCIA EN EL IMAGINARIO SOCIAL



Sin duda el tema objetivamente considerado, no puede ser materia de análisis en una publicación de este tipo, en particular por la seriedad del mismo y fundamentalmente porque existen personas directamente involucradas cuya subjetividad debe ser respetada. No obstante ello, si es posible tomar el fenómeno en sí para dar cuenta del uso represivo del poder como única respuesta jurídicamente legitimada para lo acontecido, vale decir, el uso de la forma penal para el abordaje y del proceso penal como escenario donde dirimir el conflicto intersubjetivo planteado.
Lo cierto es que un fiscal ha pedido la detención del futbolista, y peticionará consecuentemente con ello su prisión preventiva.

De esa objetividad, podemos observar que la incidencia mediática de la cuestión gravita sobremanera sobre lo que en definitiva se traduce en este tipo de actos del poder.
La pregunta que se impone es ¿Por qué es necesario privar de  libertad a Villa para que este sea oído en forma imputativa en proceso que se abre otorgándole la condición de imputado por un delito con indicaciones de género en su materialidad, en particular por la condición de la presunta víctima?

 Puede especularse con que Villa fuge del país, deje de ser vistos en los lugares que solía frecuentar, en particular en su actividad laboral en forma tal que ponga en riesgo los fines del proceso? Y si así fuere, puede pensarse en nuestros tiempos que una persona individualmente considerada pueda tener la capacidad para abstraerse de los altos niveles de control social que hoy tienen las sociedades de clase en la que vivimos? Sin embargo el impacto del avance del Estado sobre el sujeto individual, las presiones sobre las entidades intermedias de la sociedad civil que ello connotan , es requerido por la mayoría con fervor y su hipotética omisión censurada. Dicho en otras palabras, la sociedad sin diferencias de clases mayoritariamente clama por ver a una persona presa, que en este caso es un famoso jugador de futbol.

Es ese clamor el censurable. Es la voz colectiva, preconfigurada desde la criminología mediática y la construcción de un sentido común sin sensatez, la que perfila ese resultado y los sujetos colectivos e individuales de esa demanda avanzan sin detenerse en el efecto que esa asimilación en el orden natural del fenómeno tiene para toda la sociedad de conjunto a futuro. En definitiva , muchos no comprenden como incrementan el poder del Leviatán Estatal y sus agencias represivas . Muchos no comprenden como se habilita por esta vía la destrucción de una de las libertades democráticas individuales esenciales, que es la presunción de inocencia, cuya implantación histórica en otros momentos de la humanidad conllevó luchas y perdidas de vida, caro precio que paga frente al frenesí vindicativo que inspira la mayor parte de las intervenciones mediáticas sobre el particular.
Hoy Villa vende. Es un objeto vendible si para eso se habilita legitimar su privación de libertad aunque la misma resulte con evidencia carente de sentido. Es la mercancía Villa la que está en la góndola imaginaria. No interesa si eso significa terminar con una garantía del individuo frente al Estado.

La cárcel o cualquier espacio de privación de libertad independientemente del nombre que se le dé , es un lugar macabro, deshumanizante que en la sociedad que materializa la reproducción capitalista implica , un anticipo terrenal del infierno de ultratumba para quien la padezca por haber sido imputado de un delito aún no sancionado como tal . Es en la prisión preventiva donde se refleja más que en ninguna otra institución jurídica, más incluso que en la propia pena, la ideología política que subyace a un determinado ordenamiento jurídico-político.
En definitiva la publicidad del caso nos da la ocasión, que no debe ser dejada pasar por alto de decir que no se debe aceptar y propugnar con favor que , con el cuento del peligro de fuga y el posible riesgo de alteración de prueba o para satisfacer muchas necesidades de prevención del aparato estatal. Desde los trabajadores y sus intereses objetivos es preciso decir claramente que no hay fundamentación racional alguna que justifique la prisión sin condena en detrimento y sacrificio de la libertad individual del ser humano.

Vivimos y nos desenvolvemos en esta dialéctica de reproducción del sistema, signada por el tándem: violencia, lucha y consenso, que implica un gran número de personas de ese colectivo social, que adecúan su pensamiento y procederes a esas pautas y convalidan consciente o inconscientemente su injusticia, por vía de aceptar esas condiciones, como “naturales” y ahistóricas.
Una estructura autoritaria y jerárquica dentro de los vínculos relacionales entre personas cualquiera sea la forma que esta asuma, es reflejo de la totalidad de la estructura social existente Por eso la presencia de relaciones jerárquicas de género dentro de ese vínculo, funciona al mismo tiempo, como condicionante ideológico para la construcción y la aceptación de todas las desigualdades. Propender a la igualdad sustantiva significa colocarse en las antípodas, y por eso ese objetivo resulta componente ineludible de todo programa de transformación social.
Dicho de otra forma, el cambio de fondo necesario, lejos del maquillaje legislativo-represivo, gira en torno a disolver la jerarquía en las relaciones interhumanas, imponiendo, en tanto modelo la igualdad como condición necesaria y humanizante del vínculo entre personas que se consideren como tales.
Es preciso entender y puntualizar de manera adecuada que el objetivo es la desarticulación y erradicación del propio orden jerárquico, que no puede ser pensado como una simple corrección de los “excesos” de violencia, que permite a este orden jerárquico seguir reproduciéndose a sí mismo, y en ese sentido ese planteamiento requiere de la inserción específica de la cuestión en el programa socialista y en la estrategia obrera de poder obrero necesaria para los tiempos en que nos toca sobrevivir a partir de la agonía de la reproducción social del capitalismo puesta en clave de actos bélicos y de barbarie cotidiana..

Pretender afrontar los aspectos propios de la violencia de genero desde el espacio específico del derecho penal, es al menos, un error conceptual, que nos obliga a replantear la cuestión en forma tal que, pretendiendo solucionar una conflictividad social relevante y rescatando la vida y la libertad como factores fundantes de la humanidad, no terminemos alimentando solamente el espíritu represivo, el afán de venganza y una nueva vuelta en la espiral de violencia social,
La superación de cualquier manifestación cruel o sutil de la violencia de género, remite necesariamente a la construcción de alternativas de naturaleza política, con instrumentos jurídicos que no centren su entidad en lo punitivo. El fenómeno político es necesario para dar cuenta de la necesidad de esa construcción, como también, para una comprensión global del sistema social en el que estamos incursos y el imperativo categórico de su abolición.
Violencia de género y violencia social son nociones que expresan procesos sociales de naturaleza dialéctica, en tanto significan dos modalidades de una misma práctica social que reconocen raíces y fuentes, en desigualdades sociales que se evidencian en tanto reflejos de estructuras económicas que consagran la explotación y afectan significativamente la dignidad humana.

Daniel Papalardo-NUEVO CURSO