Nuevo Curso

POESIA EN MARCHA. ROQUE DALTON Y LOS SECTORES MEDIOS

Ya cerró el mes de mayo. En su derrotero el fragor de los hechos bélicos, las angustias de la pobreza, la falta de trabajo o el trabajo mal pago. Los rigores de esa enfermedad pandémica que la economía capitalista sirve en bandeja cuando sus crisis ponen en riesgo la reproducción pácifica del capital, que es la inflación leída como impuesto encubierto que pagan los explotados y oprimidos , no nos ha dejado espacio para tener presente otras expresiones de los trabajadores, una de las cuales sin duda lo constituye su penetración en la poesía. En mayo, precisamente nació en un tiempo social, en el Salvador Roque Dalton y murió también en otro momento de la lucha de clases.
Queriendo remediar esa omisión y antes que junio se avalance sobre nosotros exhibiendo todas las monstruosidades concentradas del capital por estas tierras, nos pareció importante traerlo a cuento en modo vivo, señalando además como la poesía puede ser y más aún debe tender a serlo, la verba del explotado consiente buscando conmover la pasividad del oscilante y de todos aquellos que quieran tener que ver, de una u otra manera, con un cambio que implique una nueva sociedad dentro de la cual con determinación libre surja un nuevo hombre y un nuevo tiempo del derrotero histórico ajeno marcado por la desaparición de las clases sociales y la igualdad de las condiciones materiales de vida para todos.
Desde esa perspectiva, traemos a cuento un poema de nuestro homenajeado que hace material y concreto ese proceder por el que intentamos estar en este mundo de manera digna. Dice Roque Dalton:
Los que
en el mejor de los casos
quieren hacer la revolución
para la Historia para la lógica
para la ciencia y la naturaleza
para los libros del próximo año o el futuro
para ganar la discusión e incluso
para salir por fin en los diarios
y no simplemente
para eliminar el hambre
de los que tienen hambre
para eliminar la explotación de los explotados.
Es natural entonces
que en la práctica revolucionaria
cedan sólo ante el juicio de la Historia
de la moral, el humanismo, la lógica y las ciencias
los libros y los periódicos
y se nieguen a conceder la última palabra
a los hambrientos, a los explotados
que tienen su propia historia de horror
su propia lógica implacable
y tendrán sus propios libros
su propia ciencia
naturaleza
y futuro.

Así orientados por las certeras palabras del poeta salvadoreño , es preciso advertir , que sectores de las capas medias, llámese con ello al pequeño industrial, el pequeño comerciante, son nombrados, convocados , exhibidos políticamente por la militancia política que se dice luchadora contra el desorden capitalista, acudiendo para ello a la estructura ideológica que se sigue de la fase imperialista de ese modo de producción en países de capitalismo tardío como el nuestro. Sin embargo , si así fuera en la realidad, todos ellos combaten, a la burguesía agrupada en torno del capital más concentrado para lograr frene a estos asegurar su existencia como tales es decir, como capas medias y salvarse de su hundimiento, sin que en ese hacer su propósito incluya al trabajador del cual se sirven. Vistas desde esta perspectiva, no son, ni pueden serlo, revolucionarias sino conservadoras en la medida en que su horizonte no es nunca una nueva sociedad sino esta sociedad existente y decadente modificada en su beneficio concreto de permanencia en lo dado. Más todavía, son reaccionarias en cuanto que tratan de hacer girar hacia atrás un proceso social que habla a las claras de la presencia en magnitud significativa de las contradicciones objetivas que presenta la reproducción social del capital y da ejemplos cotidianos de barbarie a través del desenvolvimiento de la guerra como mecanismo de “superación “ de esas contradicciones.
Lo sorpresivo es que la intervención del FITU sobre estos sectores es de seducción y adaptación, fenómeno que hace que en definitiva terminen convirtiéndose en sus voceros a desmedro del interés objetivo del proletariado y el conjunto de la clase trabajadora. En ese posicionamiento táctico el frente de izquierda convertido desde ya mucho tiempo en una cooperativa electoral sin programa o proyecto de sociedad concreto revela su matriz reformista-parlamentaria denunciando total apartamiento de la estrategia socialista de poder obrero.
Lejos de ese posicionamiento oportunista y electoralero, lo que habrá que advertir es que , los así llamados “sectores medios”, todo lo que tienen de “revolucionario” es la posibilidad por fracaso económico de su tránsito inminente a la población económicamente sobrante o al proletariado y ello es lo que debe dar contenido a la práxis política concreta sobre esos sectores , que no colectara votos en el sistema electoral diseñado por el capital pero permitirá que se despojen de su posición propia para abrazar el programa socialista de la clase trabajadora.