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Nuevo Curso

REVOLUCION Y SUJETO

NUEVO CURSO

A diario y por distintos medios, recibimos información de hechos de la vida cotidiana o actos de poder estatal por los que directa o indirectamente vivimos  los efectos socialmente negativos de la acumulación o reproducción del capital en un momento de su profunda crisis global. Todos ellos exhiben los alcances inhumanos de esa crisis.

La situación es compleja  ya que , pese a lo que pudiera seguirse mecánicamente de las apariencia que muestran estos fenómenos, todos ellos como lo indicábamos,  propios de la crisis del orden social en su propia génesis productiva , lo cierto es que existe en la trastienda de esas apariencias y de conjunto, una resistencia espontanea protagonizada en particular por los sectores excluidos de esa producción formal  dentro del espacio de la población sobrante y a la vez por algunos trabajadores , en conflictos significativamente defensivos, de plano sindical en derredor de ajustes paritarios o preservación del empleo.

Todo este fenómeno , centra en la no aceptación lisa y llana de esos efectos negativos a los que aludimos ,   que se leen en términos de pobreza y miseria , luce también contradictorio en  el espacio concreto  de la resistencia  en tanto los fenómenos contenidos en ella , solo se traducen en  marchas y actos públicos generados desde los aparatos burocráticos de las organizaciones sociales y los derivados de los manotazos desesperados de la cooperativa electoral nucleada en torno a esa franquicia reformista que es el FIT-U,  todos los cuales concurren a exhibirse como   puramente declamatorios

Fuera de este panorama y cuando la acción gremial deriva en una huelga, la emergencia inmediata es la presencia y eficiencia de todo el aparato estatal funcionalmente ligado a la represión de la protesta social con violencia y uso de la forma jurídica propia del castigo penal.

    Los llamados públicos a la lucha en ese contexto, por su falta de ajuste a una estrategia programáticamente socialista nos convocan exclusivamente a unir desesperanzas sin que estas dialécticamente impliquen un cambio de cantidad por calidad.

   De conjunto estamos frente a una versión siglo XXI del tango “cambalache” que exige su reformulación ya que ya
no es lo mismo un “burro que un gran profesor”, ahora es mejor un burro asumido que un profesor.

     En igual medida sucede con  aquello de que “el no afana es un gil”. Ahora se degrada la entidad el afano en tanto robo porque es mayoritario el reclamo exigiendo castigo, mucha cárcel y que allí se pudran. Mientras tanto en igual momento se entroniza el fraude. De él se dice que es distinto del afano, porque en la estafa lo central es que la defraudada entrega voluntariamente la cosa, la da convencido por el estafador de que hace lo correcto. Ya no se festeja apropiarse, lo que se fomento es que el otro me de lo que busco y no advierta el engaño.  

Si tiene permanencia aquello de “el que no llora no mama”, es decir, todos seguimos dando valor a la mecánica del pedido al dador, dramatizando la pretensión y aceptando al Estado como dador, cuando quienes lo gestionan no están dispuestos ni pueden, dar nada. .

Por fuera de esto, viejos y jóvenes, los del cambalache del siglo XX “problemático , febril “y los de éste que nos toca transitar, nos debemos una reflexión: No podemos seguir en este falso aquí y ahora que potencia la ya de por sí problemática enajenación social, impuesta por la lógica de reproducción capitalista.
En ese contexto,  queremos resaltar el fenómeno específico que implica recorte sostenido de nuestra  libertad impuesto por acciones del poder estatal o de los instrumentos ideológicos que por diversas vías tecnológicas , pugnan de manera sostenida por moldear nuestra conciencia buscando consenso para este orden social en agonía, que denuncia a diario su caducidad.

Por esto último, es que corresponde dar a la lucha, otro perfil superador de lo dado, enmarcándola como combate en las propias bases de cultura de la clase dominante, en post de la recuperación del factor humano y sus expresiones en contexto de libertad, igualdad y fraternidad. Nada puede ser hecho fuera de ese objetivo estratégico que solo tiene verificación con el poder obrero y la transición socialista. No hay espacio ni tienen entidad atajos ni mediaciones que solo conducen a reproducir y facilitar la sociedad del capital.

Está claro que el ejercicio de la violencia y el empleo de la fuera material pertenece a los sujetos sociales que corporizan y gestionan desde el Estado la dominación burguesa , donde ese factor adquiere centralidad, cualquiera fuera el ropaje y la pretendida legitimación que se le quiera poner. Sin embargo, la represión de la forma de gobierno democrática va creciendo con inocultable impunidad social, dejando en claro lo que significa una dictadura de clase.

Todo esto demuestra nuestros errores y carencias, que en gran parte han permitido que las cosas lleguen hasta aquí y además pone en evidencia que al marxismo , no solo hay que estudiarlo y dejarlo reducido y concentrado al plano universitario como un espacio de saber. Por el contrario, su método, sus categorías, hay que vivirlos y al hacerlo la vida se concentra en un solo deseo que nos devuelve la esperanza en el factor humano, y el anhelo de vivir el socialismo.


También en este espacio de lucha-resistencia, tendremos que terminar de entender, e internalizar como premisa, que los dogmas son completamente inoperantes. Hay un imperativo categórico: Pensar y actuar en el hoy , dando cuenta del carácter criminal, y genocida de la “civilización” capitalista, donde la norma es la forma jurídica con la que la clase dominante impone su opresión . Donde nada de lo vivido es la paz que se pregona sino la constante violencia sobre nuestros cuerpos vulnerables .

 No hay interferencia entre la dialéctica civilización prometida y barbarie concreta. Eso es el contenido del significante al que alude la sociedad del Capital.
La vida, no es otra cosa que el mundo de la praxis histórica y la lucha política en sentido amplio producida por las clases sociales en confrontación. Cada acto de nuestra existencia puede ser una representación reproductiva de la política burguesa dominante o la transformación consciente de cada sujeto en actividad significativa de política obrera .
El socialismo puesto en el plano del deseo  dentro del sujeto trabajador y con significación estratégica como objetivo puesto en  cada acción , se presenta necesariamente como construcción que partiendo de una objetividad dada y concentrada en la relación Capital – trabajo, requiere de un nuevo tipo de subjetivad histórica que inicialmente se autoimpone en la vanguardia militante y desde ella se proyecta hacia el conjunto con sentido de revolución permanente .

 Esa nueva subjetividad histórica no   se sobrepone a las realidades objetivas, pero sin ese esfuerzo consciente del sujeto trabajador,  que toma cuerpo en el revolucionario deviene de necesaria realización.


Nos resta decir que, está fuera de cuestión que el problema central de nuestro tiempo es el problema de Dirección. Es decir, todo lo que trae aparejado el problema de quién conduce las contingencias de la lucha de clases y la necesidad de que ese rol esté en manos de una conducción revolucionaria, pero no habrá dirección revolucionaria si no existe vanguardia militante real, que hegemonice en su interior y exteriorice en el conjunto social, una cultura militante constructiva de una nueva subjetividad superadora con base en el deseo real de un nuevo orden social “socialista”. Sin esta tarea habrá autoproclamación reiterada e inconducente, pero no trascenderá al acto revolucionario