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CÓRDOBA. La participación más baja desde 1983. FRENTE UNICO OBRERO PARA DENUNCIAR LA FARSA ELECTORAL POR VIA DEL VOTO EN BLANCO, LA ABSTENCIÓN O EL VOTO NULO.

Tanto en el comienzo de la jornada electoral, como en el curso de la campaña los candidatos coincidieron en la convocatoria a votar dirigida a la población. En particular fueron insistentes los pedidos del frente de izquierda hacia la clase trabajadora, de la que parecen tomar registro de su existencia solo en estas circunstancias. Lo cierto fue que todo el espectro político que se cobija bajo la farsa electoral, insistió en “pedir” a los posibles electores, algo que es de s propia obligación en el marco simbólico del contrato social. Es decir, se pide a quienes adhieren a una constitución que impone la representación e instituciones de democracia indirecta que cumplan con su deber “cívico”. Está claro que si se lo pide como un punto central de campaña electoral se tiene al menos la sospecha de que tal comportamiento de la “esclavitud cívica” no parece el esperado, todo lo cual lleva a pensar en la necesidad de revisar los presupuestos básicos de ese orden constitucional.

En definitiva, se insistió en “pedir “a la “gente” que concurra a las urnas. Sin embargo, al cierre de la comisión, la justicia electoral informó que la asistencia fue del 68,2%, dato que implica que desde1983 a la fecha es la participación más baja en Córdoba. Con esto se suman a Río Negro (68,15%) y Salta (69,46%).

Otro dato a destacar fue la popularidad que ganó el voto en blanco, pese a que los comicios contaron con 11 postulantes al cargo máximo provincial.

Ambos aspectos del fenómeno social que implica una jornada de voto “obligatorio”, dan cuenta del ejercicio de una libertad específica del pueblo trabajador, la capacidad de decir en ese formato de farsa que se le propone, un NO ROTUNDO a lo dado, a la existencia miserable que se le propone como presente y futuro inmediato.

Esa lectura significativa de la realidad, que se enuncia en resistencias de calles en Jujuy, Salta y otros territorios del país, o por el repudio electoral contenido en el ausentismo notorio o en el voto en blanco, exige a la propaganda revolucionaria, incrementar esta tendencia, con consecuencia y transmisión de mensaje estratégicamente ligado a superar la bronca por consciencia de clase para sí, y defensa del programa socialista a través de la construcción del poder obrero.

La táctica del frente único obrero, se impone incluso en el escenario impuesto propagandísticamente por el aparato electoral del Estado y los medios que se ocupan de gestar la información cotidiana a través de empresas periodísticas o redes sociales. Es importante que los trabajadores comprendamos la necesidad de darle contenido ideológico explicito a este repudio a la farsa electoral y al orden social capitalista. Es importante organizarse para coordinar y gestar la respuesta nacional siguiendo el ejemplo de Córdoba, Rio Negro, Salta y Tierra del Fuego.

Las elecciones buscan legitimar la dictadura del capital. Los trabajadores debemos emplear nuestro esfuerzo militante en sentido inverso, organizándonos para conseguir la destrucción de ese orden social de clases, apelando a los métodos de acción directa, enfrentando las políticas serviles de los gobiernos locales., acaudillando a quienes hoy no cuentan con trabajo formal, expropiando la gran propiedad privada capitalista expulsando al imperialismo,

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