“El marxismo se distingue de todas las formas primitivas del socialismo, pues no liga el movimiento a una sola forma determinada de lucha. El marxismo admite las formas más diversas de lucha; además, no las inventa, sino que generaliza, organiza y hace conscientes las formas de lucha de las clases revolucionarias que aparecen por sí mismas en el curso del movimiento “
Lenin
En Paraguay, existe una guerrilla campesina que lucha contra el capital financiero y el derecho a la tierra. Es un embrión de lucha campesino que mínimamente se organiza y milita
De Carmen sabemos que su hermano Osvaldo es o fue el comandante del Estado Mayor de la guerrilla Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP); su hermana Liliana es o fue portavoz del mismo, conocida como la ‘comandante Anahí’; el resto de su familia se halla con refugio político en Argentina.
Carmen se define ideológicamente marxista-leninista es la mamá de Claudia y de Néstor (asesinado en 2010) y de las mellizas Tamara y Carmen (llamada Lichita).
Lichita se encuentra desaparecida desde el 30 de noviembre del año 2020 después de que un operativo militar del Estado paraguayo torturara y asesinara a Lilian Mariana y María Carmen sus primas, y detuvo a su hermana Laura:
” Las contradicciones que existen entre el poder oligárquico y los de abajo no pueden solucionarse de manera pacífica”. Esa fue la premisa con la cual se inició esa organización de lucha. En consonancia con este principio, se distinguía de toda herramienta que implicara la colaboración de clases, avanzando en la lucha de clases.
Lilian Mariana y María Carmen fueron a Paraguay a conocer a sus papás biológicos, ambos guerrilleros del EPP:” Las niñas fueron detenidas, torturadas y ejecutadas. En días subsiguientes, las fuerzas represivas y la fiscalía entregaron los cuerpos a familiares, circunstancia en la que se pudo advertir que tenían huellas de torturas
En Paraguay se desarrollan estructuras represivas que están encubiertas y tendencialmente enunciadas en Argentina bajo el manto de lo que se quiere presentar como «seguridad democrática» que siguen en términos generales al modelo colombiano, en todos los casos un modelo de ofensiva sobre las libertades democráticas.
En Paraguay ya se ha avanzado en términos de acciones políticas concretas, violando las más elementales expresiones de esas libertades democráticas que le asisten por definición a las personas, por la sola condición de seres humanos.
Desde la construcción mediática de las imágenes se exhibe la ejecución de las dos niñas como defensa de la democracia, de la paraguayidad, defensa de la religión y de una pretendida cultura superior todo con el objetivo de inmovilizar, atemorizar y desaparecer toda forma de pensamiento crítico o alternativa política al régimen.
Carmen Villalba, inicialmente fue detenida en 1997. Tras pasar dos años y tres meses de prisión, es liberada, pero luego se reintegra en un comando clandestino como parte del operativo que lleva adelante el secuestro en 2001 de la nuera de Enzo Debernardi, ex ministro de Hacienda durante la dictadura de Stroessner y es privada de libertad nuevamente.
En 2002 es condenada a 18 años de prisión que fueron cumplidos. Sin embargo, sigue en prisión. Para lograr ese resultado el Estado revive la acusación por un hecho presuntamente operado hace 15 años atrás que había sido congelada en su etapa investigativa con vencimiento notorio de todos los plazos procesales.
Carmen Villalba es un rehén necesario del Estado paraguayo para que los operadores políticos de la clase dominante utilicen el pretexto de una fuerza guerrillera embrionaria para criminalizar todas las reivindicaciones económicas y sociales que exhiben los trabajadores y los campesinos
En Paraguay, más del 54 % de la población es pobre y un alto porcentaje se encuentra en la indigencia. En ese contexto, en el rango de la niñez, un 43% está en condiciones de desnutrición y por cada año, nueve mil familias campesinas son expulsadas de sus tierras para implementar la agro-ganadería intensiva de trasnacionales vinculadas a la burguesía de origen local. Todo este panorama hace que el campesino se vea en la actualidad absolutamente despojado y expulsado por las fuerzas represivas instalada en sus tierras. Además, hay una estrecha unión entre ganaderos, sojeros, narcotraficantes, policías y políticos.
Estamos dispuestos a seguir confrontando con nuestros enemigos, renovando las energías para hacer crecer la insurgencia revolucionaria que se da en la actualidad a través de la lucha armada>>.
En las cárceles hay alrededor de 15 militantes del grupo al que pertenece Carmen VillaLba y también hay numerosos presos de organizaciones campesinas. Las condiciones en las que viven son muy malas. Sufren un régimen carcelario diferenciado un encierro absoluto, totalmente aislado sin ningún tipo de derechos de trabajos manuales, de estudio y otras posibilidades habituales en estos ámbitos. Todas estas dificultades deben ser denunciadas.
La explotación latifundista en siglo veintiuno, el trato ancestral del uso y abuso, el avasallamiento criminal condicionando todos los sentidos contra todo derecho elemental ninguneando a gusto de la democracia de la especulación. El abuso de poder erguido entre despachos desencadenando el crimen y la violación, sin necesidad de demostrar lo que sus “incontrolados” de Estado siembran sobre la población indefensa, es la sumatoria que perfila el fenómeno de la explotación y la opresión en Paraguay.
NUEVO CURSO