“la más grande felicidad del hombre no está en la usufructo del presente, sino en la preparación del porvenir”. León Trotsky
Una bandera limpia: imponer el socialismo en la tierra. La lucha con ese objetivo estratégico, necesita ser el contenido consciente de la vanguardia trabajadora en el conflicto de clases que constituye nuestra sociedad y donde se desenvuelve nuestra personalidad.
Esa tarea y el desarrollo de la lucha de clases nos sobrepasa y nos constituye como sujetos en tanto ella misma y su resolución favorable a los intereses objetivos de la clase trabajadora incide sobre nuestra existencia.
Es una lucha por el porvenir de la condición humana.
Es una lucha dura, más aún si en el plano ideológico su apropiación social por un contingente significativamente relevante luce retrasada en el tiempo como lo muestra lo vivido en los últimos días .
Es una lucha extensa. Los que buscan la tranquilidad y el confort no se enrolan en ella, En las épocas de reacción, la verdad obrera es la que debe aflorar, que no es otra cosa que la superación de las clases, la abolición material de la ley del valor y el derecho de propiedad privada sobre los medios de producción
Lo que nos toca sobrevivir después del engaño electoral , es un capítulo más en la agonía prolongada del orden social capitalista .
La de Milei es una gestión que hace las veces de bombero con baldes de nafta , sobre lo ya hecho por los Fernandez , no hay divergencia estratégica sino continuidad por otros medios acrecentando la ofensiva del capital financiero en post de lograr que el acuerdo con el FMI tome cuerpo con más exigencias no contenidas ni expresadas en el consenso inicial que en su momento tuvo aceptación parlamentaria.
Los ‘mercados’ avisaron lo que se venía cuando detonaron una devaluación del peso y fomentaron una aceleración de los precios de los artículos esenciales de la canasta familiar.Ese proceso es el que complementa Milei, mostrando claramente que sector burgués es el que domina su gestión y hacia donde se orienta sus medidas.
El peronismo en su conjunto han quedado en una situación que toma las apariencias históricas de los últimos días de Isabel.
Argentina, es hoy una economía inviable y la clase trabajadora sumergida en ella , respetando sus estructuras jurídicas, sus apariencias constitucionales y sus poderes formales es arrastrada con la colaboración de la dirigencia sindical y la dirigencia de la izquierda parlamentaria a la barbarie que significa trabajar y no cubrir con el salario recibido los requerimiento básicos de sobrevivencia digna. Los decretos de necesidad y urgencia y los caprichos de Villaroel bajando un cuadro de Evita son bofetadas al rostro de todos aquellos que apostaron al parlamentarismo y festejaron obscenamente la elección de un quinto diputado para el FITU
Por fuera de los funcionarios de turno , los perfiles personales de quienes toman a cargo la gestión, el rol del Estado la crisis de la reproducción capitalista con consenso, deja sus marcas en el espacio de los hechos y las actividades cotidianas de la sociedad civil. En ella el dinero como mercancía facilitadora del intercambio, sea físico, bancario o inclusive virtual, muestra su notoria incapacidad para cumplir plenamente esa función. Es este el escenario propicio para que sobre esa tendencia liquidacionista de los lazos sociales los trabajadores por su vanguardia, se estructuren en organismos de toma de decisiones para sus intereses inmediatos y perfilen desde los mismos herramientas de lucha con su métodos históricos, por fuera de los aparatos burocráticos de las organizaciones políticas que se autoproclaman en su representación.
La burguesía aboga por una salida sangrienta a la crisis (devaluación y tarifazo), pero no consigue reunir aun los recursos políticos -de poder-, para imponerlos de modo que signifiquen el sometimiento servil de los trabajadores .
La estructura agonizante del capitalismo en nuestro territorio pide una internación de la sociedad en terapia intensiva con una devaluación y tarifazo con efectos de pobreza y miseria sobre la clase trabajadora
Ya no hay espacio político para una salida bonapartista de la situación que quiere exhibirse desde la burguesía por las apariencias.
La harapienta democracia formal solo exhibe sus formas jurídicas y pone en acto su verdadera condición de dictadura de clase. No hay espacio para recetas de corte reformista o alianzas con otros sectores que no sean de la clase trabajadora.
Esta expresión política de la crisis estructural del modelo capitalista es decisiva para la clase trabajadora que necesita poner en marcha sus métodos de combate históricos para defender su condición de sujeto social, sus reivindicaciones mínimas de sobrevivencia como tal y poner en otra etapa de desarrollo la lucha de clases en búsqueda del poder obrero con programa socialista.
No puede pensarse en normas que regulen la existencia , si el Capital es la relación básica constitutiva de los vínculos que se generan entre las clases sociales que ella misma genera, en pugna constante por la apropiación del plusvalor generado por el esfuerzo del trabajador asalariado
Un sistema de vida impregnado por esa dialéctica opresiva, no puede hacer otra cosa que anular la existencia de las personas en tanto individuos sociales capaces de asumir obligaciones y ejercer derechos. Terminar con este orden-desorden de vida, es la tarea prioritaria para estos tiempos históricos que nos tocan transitar. Revolucionar el orden económico-social existente, es la herramienta necesaria para humanizar los vínculos de modo tal que las relaciones sociales no admitan explotadores y explotados.
La democracia formal, en cuanto régimen político de la república, del Estado de la burguesía, no goza de legitimidad, en la medida en que se revela incapaz de garantizar, a todos los individuos por su sola existencia, la condición de sujetos de derecho.
No puede pensarse en normas que regulen la existencia , si el Capital es la relación básica constitutiva de los vínculos que se generan entre las clases sociales que ella misma genera, en pugna constante por la apropiación del plusvalor generado por el esfuerzo del trabajador asalariado
Un sistema de vida impregnado por esa dialéctica opresiva, no puede hacer otra cosa que anular la existencia de las personas en tanto individuos sociales capaces de asumir obligaciones y ejercer derechos. Terminar con este orden-desorden de vida, es la tarea prioritaria para estos tiempos históricos que nos tocan transitar. Revolucionar el orden económico-social existente, es la herramienta necesaria para humanizar los vínculos de modo tal que las relaciones sociales no admitan explotadores y explotados.
La democracia formal, en cuanto régimen político de la república , del Estado de la burguesía, no goza de legitimidad, en la medida en que se revela incapaz de garantizar, a todos los individuos por su sola existencia, la condición de sujetos de derecho.
Si el orden burgués ya es incapaz de alimentar a sus esclavos no merece existir, hay que destruirlo e instaurar el gobierno de obreros y todos los oprimidos. La nueva sociedad sin patrones ni transnacionales chupasangres. El Estado socialista